Luego de los últimos hechos acontecidos en escuelas, colegios y universidades, en relación a violentas amenazas y hasta la muerte de la directora de una escuela en San Gervasio – Guairá, hoy se registraron avances en la definición de medidas en centros educativos públicos, privados y subvencionados.
Pese a las críticas, el Ministerio de Educación y Ciencias autorizó hoy el cateo de mochilas de estudiantes a través de la intervención de los comités de gestión de riesgo de cada institución. Además, sigue adelante con su propuesta de mochilas transparentes, a lo que más organizaciones e instituciones se oponen con vehemencia y explican por qué son improcedentes.
Al respecto, habló la ministra Lorena Segovia, titular del Ministerio de la Defensa Pública, en comunicación con RadioCast25. La doctora en derecho enlistó una serie de consideraciones que se deben hacer en esta problemática que todavía está lejos de ser solucionada.
«Nuestro problema es el adultocentrismo»
Segovia consideró que uno de los principales problemas en Paraguay, a la hora de hablar sobre niñez y adolescencia es el «adultocentrismo». Cuestionó los efectos de esto, en el diseño de políticas públicas para niños, niñas y adolescentes, cuando éstas se elaboran desde la perspectiva del adulto, en ausencia de la visión del objeto del proceso.
Agregó que desde el Estado se debe tener la capacidad de entender que los niños y los adolescentes están en una evolución progresiva. No obstante, resaltó que el hecho de que estén en un proceso de desarrollo, no significa que no tengan una voz.
«Muchas de las acciones que llevemos adelante y también nuestras conclusiones van a ser distintas», aseguró Segovia, al destacar la importancia de contar con la participación del niño, niña o adolescente en el proceso de diseño de políticas públicas para este sector.
«La realidad es que estamos en una discusión de adultos sobre medidas que afectan a la adolescencia y niñez, cuando hablamos del protagonismo de la niños, niñas y adolescentes. Muchas veces nos es más que un acto, en el cual le reunimos a varios niños y adolescentes, como dando a entender que los estamos escuchando, pero no lo hacemos», apuntó.
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Reflexionó acerca de que la gente que está en una posición de autoridad, debe cambiar su manera de ver a la niñez. Resaltó que la gente que está peleando por construir un sistema educativo, es la misma que se crió en un ambiente de intolerancia y autoritarismo.
«Cuando una persona se crió y fue formado en ese ambiente (de conflicto), forma parte de nuestra vida, aun cuando tenemos conocimientos académicos. Entonces, pelear y tratar de construir a pesar de nuestra propia formación es uno de los objetivos que debiéramos tener todas las autoridades», remarcó.
Por ese motivo, consideró que cualquier solución que se pretenda aplicar respecto a la niñez y la adolescencia les tiene que involucrar a ellos.
«No simplemente por decir que les escuchamos. Que esa escucha sea considerada, que consideremos su opinión, y eso es lo que desde nuestro punto se debe realizar en cada escuela del país», aseveró.
No se trata de negociar derechos
Lorena Segovia dijo que ya hay algo que los adultos tenemos en claro: sabemos que debemos protegerle en su integridad física y también en su historial psicológico.
«Ahora. ¿Cómo podemos hacerlo? Porque no les escuchamos a ellos cómo consideran que sería más efectivo? Porque tal vez, lo que nosotros consideramos, que es el foco principal, oculta otra cuestión de por medio», ejemplificó.
Asimismo aclaró que no se trata de discutir con niños y adolescentes el derecho ni que ellos decidan las políticas públicas.
«El derecho está proclamado, está conocido en instrumentos jurídicos, constitución, convención, leyes, etcétera. Pero la forma en que debemos llevar a terreno eso, eso no está sobre piedra, más aún en un mundo cambiante. O sea, la niñez de hoy, por supuesto, que no es la nuestra. Entonces, tus requerimientos, sus conocimientos, sus sentimientos y sus deseos son distintos», enfatizó.
Finalmente indicó que no es una cuestión de negociación, sino que involucrarlos en las actividades que se van a llevar adelante, en cómo vamos a llegar a ellos.
«¿Cuáles son las cuestiones que son las más prioritarias en este momento en su crecimiento? Es allí donde nosotros, creo que seguimos teniendo deficiencia dentro del Estado», concluyó.
La solución debe salir de la comunidad educativa
La Dra. Segovia refirió que ante la alerta de la violencia instalada en escuelas y colegios, cualquier reacción que tenga el Estado debe ser reflexionada.
«No podemos exponernos o articular medidas que no vayan al fondo de la cuestión», manifestó en relación al control de mochilas y la aplicación de las mochilas transparentes.
Acotó que el Estado tiene la responsabilidad de buscar soluciones en base a la evidencia que existe. «O sea, tenemos que tomar decisiones, considerando qué es lo que pretendemos lograr, y si ya hay otra experiencia al respecto, que pueda dar realmente luz, de qué es lo que vamos a lograr», comentó.
Consideró que medidas, puntualmente como las mochilas transparentes, deben estar sujetas a algún tipo de prueba de que son efectivas.
«Se tiene que poder medir el resultado de una experiencia en otro lugar. Nosotros habíamos sugerido en una medición del riesgo escuela por escuela, porque la realidad es distinta en Asunción y en otro lugar en el interior de la República», remarcó.
Dijo además que las soluciones deben salir de la propia comunidad educativa de esa escuela, de ese colegio. «No es algo que lleve exageradamente tiempo, pero sí, es una medida que consideramos que es mucho más rápida», indicó.
Afirmó que es obligación del Estado mantener la calma y contarle a la ciudadanía que no existe solución mágica que garantice la violencia. «Ni siquiera el encontrar un cuchillo y quitarle el cuchillo a un estudiante, va a garantizar de que la violencia disminuya. Entonces ¿Dónde tenemos que centrar nuestra atención? En una medida que ataque el problema de raíz», puntualizó.
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