Todas las semanas, se registran amenazas de todo tipo en escuelas, colegios y universidades en Paraguay, replicando un fenómeno que se registra a nivel mundial y que expone la integridad de toda la comunidad educativa. Gremios estudiantiles, de docentes y directores, levantaron su preocupación en reiteradas ocasiones para tomar acción y buscar medidas eficientes de prevención.
Sin embargo, las advertencias no fueron suficientes para impulsar medidas preventivas o una respuesta enérgica por parte del gobierno. Solo después del trágico asesinato de la docente Sofía Rodríguez en Colonia Independencia, durante una clase, se tomó conciencia del problema y el tema cobró envergadura política.
En respuesta, se realizaron reuniones y se estableció una mesa de trabajo interinstitucional para abordar la situación. Sin embargo, se dieron a conocer propuestas más orientadas al control y represión que a la solución del problema de fondo.
La viceministra de Educación, Zulma Morales, comentó en una entrevista en RadioCast25 que el tema es complejo y que las medidas actuales son meramente paliativas. Reflexionó acerca de que para enfrentar esta situación se requerirán de muchos otros factores, que incluyan de más apoyo por parte de los padres.
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Necesitamos cuestionarnos como sociedad
La viceministra afirmó que los estudiantes requieren aparte de una contención socioemocional, una atención en cuanto a salud mental. En ese punto, también aseguró que requieren de aprendizajes en valores, por lo que también tenemos que cuestionarnos como sociedad.
“El Ministerio de Educación lo que propone es dejar unas normas netamente paliativas, en las que podamos trabajar con todos los autores. Necesitamos la construcción de un espacio seguro dentro y fuera de nuestras escuelas”, afirmó.
Agregó que se requiere de una participación activa de los padres, en la revisión de mochilas y en la organización, con los propios hijos, de las tareas. Asimismo, indicó que también urge que los entes involucrados en salud metal se adhieran. Necesitamos planes que puedan habilitar estos espacios para todos los estudiantes que puedan dar estas alarmas, según manifestó la segunda del Ministerio de Educación.
Más salud mental, menos detector de metal
Zulma Morales afirmó que hay buenas intenciones desde el MEC, pero que personalmente apostaría por enfocarse en la salud mental en lugar de invertir en detectores de metales.
“Creo que es fundamental priorizar la salud mental tanto para los docentes, los estudiantes como para los padres, y brindarles un rol activo a las familias. La calidad del tiempo que pasamos juntos es lo que realmente importa, no solo la cantidad”, remarcó.
Acotó que la propuesta de las autoridades del MEC para la próxima administración es un plan de desarrollo educativo, elaborado en consenso con el Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) y tomando en cuenta los comentarios de la sociedad civil.
“Llevo 20 años de carrera en el Ministerio de Educación y he obtenido el más alto título en pedagogía. Sin embargo, nos encontramos con el desafío de tener buenas intenciones pero carecer de los recursos necesarios para ejecutar nuestras ideas”, subrayó.
Evitó hablar de grupos que entorpecieron reformas
Esta crisis en el ámbito educativo surge después de un intenso lobby político realizado por grupos que militan activamente por la restricción de derechos civiles y autodenominados “provida y profamilia”, con el objetivo de revocar el Plan de Transformación Educativa.
Estas organizaciones se enfocaron en eliminar enfoques de derechos y multiculturalidad en lugar de abordar la prevención de la violencia en las escuelas y la mejora del sistema educativo, como ejes del proyecto de reforma.
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Cuando se le preguntó sobre la prioridad dada a un debate polarizado en lugar de abordar la situación actual de los niños, niñas y jóvenes, la respuesta fue que se ajustan a las líneas de la Presidencia. Aunque reiteró que Paraguay es un país que valora la familia y que esta es el principal aliado en educación, no se proporcionaron detalles adicionales al respecto.
Lo cierto es que, mientras la reforma educativa sigue siendo pospuesta, salen a la luz casos de violencia en las escuelas y se evidencia la situación de estudiantes que sufren de hambre debido a la corrupción en el sistema.
Morales agregó además que la problemática de seguridad no afecta únicamente al sistema educativo, sino también a la vida cotidiana, haciendo referencia al control cibernético que deberían tener los padres hacia lo que consumen sus hijos en internet. Morales delegó la responsabilidad al gobierno entrante, instando a que tomen esta urgencia como prioridad.
“Espero que el nuevo gobierno pueda dar prioridad a la educación. Si buscamos construir el Paraguay de nuestros sueños, es fundamental enfocarnos en la educación, ya que es a través de ella que podemos mantener el equilibrio del Estado y lograr el progreso que todos anhelamos”, afirmó.
La voluntad no alcanza si no hay presupuesto
El ministro de Educación, Nicolás Zárate, tras su visita a la familia de la docente asesinada en Independencia, Sofía Rodríguez, anticipó a Latitud25 que el MEC precisa triplicar las inversiones en salud mental para la contratación de alrededor de 1500 psicólogos, que se sumen a los 520 que hoy operan en el sistema educativo.
Dijo que hoy se invierte un tercio de lo estimado para tener una cobertura ideal de profesionales de la salud mental en varios puntos del país. La inversión necesaria es de USD 12 millones.
El caso ocurrido en Colonia Independencia se da en un momento político de transición de gobiernos, en el que los equipos de Mario Abdo Benítez y Santiago Peña están conformando un equipo conjunto para el delineamiento de lo que será el Presupuesto General de la Nación 2024. El proyecto de PGN será tratado en el Congreso en setiembre próximo, un mes después de haber asumido oficialmente la Presidencia, el cartista Santiago Peña.
En este sentido, las asignaciones presupuestarias que se otorguen a estas necesidades, demostrarán qué grado de prioridad le dan las nuevas autoridades a un problema que sigue agudizándose, ante la mirada desconcertada de las autoridades.
