Recomendaciones de libros, reseñas de novelas, curiosidades de autores y autoras, espacios para debatir sobre otras literarias o científicas, son algunos de los contenidos que se hallan en los perfiles de estas personas, que, en su mayoría, son mujeres y divulgadoras de literatura. Algo no muy común de encontrar en Paraguay, lo que constituye un rasgo del infortunio que padece la educación desde hace décadas.
Además de divulgar y dar conocer obras de literatura, son escritoras y emprendedores del mundo editorial. En un país como Paraguay, donde la lectoescritura es un magnánimo desafío para las nuevas autoridades, hablar y crear contenido sobre la lectura, es admirable. Sobre todo, en una era donde prima la instantaneidad y el contenido “digerido”.
Karina Ayala (@karireadings en IG), dedica su perfil de Instagram a recomendar libros y autores a través de sus publicaciones o bien, a través de los canales de difusión que ofrece esta plataforma.
Lo llamativo de su caso, es que inició esta travesía como respuesta para ella misma, en un momento en donde terminar de leer un libro era una complejidad para ella.
“Me creé la cuenta para tener un álbum virtual, por así decirlo, de los libros que iba leyendo y a la vez tratar de variar las lecturas. Hasta que descubrí que en otros países ya había una comunidad formada, qué tenía un nombre, incluso a la cual llaman ‘bookstagram’, incluso con el tiempo lo fueron modificando a ‘bookfluencer’”, contó Karina.
Plataforma con oportunidades
Mencionó además que apostó por Instagram, porque a diferencia de las otras plataformas “las fotos dan ese incentivo a querer leerlos y creo que la reseñas / opiniones y recomendaciones dan ese plus para que uno decida entre comprar y querer leer”.
Si bien, existen grupos y clubes de lectura en donde comparten y analizan obras literarias de diversos autores, expandir esta actividad a través de Instagram, se volvió una importante herramienta para las “bookstagramers”.
Karina cree que usar Instagram, es una manera de llegar a una gran audiencia, por el nivel de alcance que tiene la plataforma y porque además te hace entrar a una comunidad mundial de personas ávidas de conocer sobre literatura y nuevos lanzamientos.
“Se puede llegar a un público amplio y sobre todo diverso. Incluso a personas que quizás no se acercarían a la lectura”, dijo.
Resaltó el acceso fácil y rápido de la aplicación, y la sencillez con la que el usuario/a puede consumir un contenido referente a la lectura y los libros.
También destacó que hablar sobre libros permite variar las formas y tipos de contenidos. “Esto a veces permite a las personas descubrir nuevas lecturas y explorar temas de su propio interés”.
Además, resaltó que la participación que se genera a través de las métricas de la aplicación, crea una oportunidad para la interacción y el debate sobre diferentes obras y temas.
“Los seguidores, e incluso los no seguidores, pueden comentar, compartir sus opiniones y discutir con otros lectores, lo que enriquece la experiencia de la lectura y motiva a más personas a participar”, sostuvo.
Un acto contestatario
Norma Flores Allende (@normafloresallende en IG), es escritora, comunicadora y también se dedica a la difusión de títulos, autores y todo tipo de espacio que promueva la participación y colaboración artística con una mirada bastante crítica.
En la necesidad de promover sus propias obras y las de otros autores, se zambulló en la aventura de la difusión cultural, pero explica que esa actividad debería ser profesionalizada en Paraguay, como sí lo es en otros países.
“La labor de promoción de la lectura y la gestión cultural es el camino obligado de todos quienes estamos involucrados de alguna manera en las letras en Paraguay, ya sea como escritores, editores, correctores, o incluso libreros”, dijo.
La escritora, asegura que el Estado no invierte lo suficiente en educación, artes, cultura, y que existe una hostilidad manifiesta en Paraguay, de parte de sectores poderosos hacia la lectoescritura, la literacidad, y la literatura.
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Flores Allende considera que estos espacios y perfiles de promoción lectora, son respuestas ante necesidades como las de mayor inversión en bibliotecas públicas de calidad, educación, en más y mejores universidades, colegios, docentes, etc. Entonces, fomentar el hábito de la lectura, se vuelve un acto hasta casi contestatario.
“Leer y escribir son acciones peligrosas para ciertos regímenes. Nos introducen otras maneras de pensar, y nos empujan a ejercicios radicales de empatía e imaginación. La hostilidad hacia la lectura ha ocurrido varias veces en la historia de la humanidad, por eso se han incendiado bibliotecas”, planteó.
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Facilitar la lectura
La escritora expresó que el Estado debe aún lograr abaratar los libros, volverlos más accesibles al consumo popular, invertir más en ferias, becas, subsidios, cursos y talleres.
“El mejor aporte que se puede lograr desde el sector civil, es promover el hábito de la lectura por medio de acciones presenciales y virtuales, la «normalización» de la lectura, del placer de leer. Facilitar de algún modo ese camino para que la niñez encuentre sus lecturas, y que también lo hagan los padres”, dijo.
Flores recordó que leer tiene un efecto más poderoso en el cerebro que otro tipo de actividad como ver un audiovisual o disfrutar de algún contenido en internet, etc. “Son otras conexiones neuronales, otras habilidades las que entran en juego”, dijo.
Autegestión como único camino
Belén Penayo es una escritora oriunda de Encarnación, Itapúa. Con su emprendimiento Jeruti Editorial, ayuda a distintos autores y autoras a poder publicar sus obras en diferentes plataformas.
Impulsa un proyecto denominado “Literachisme”, un podcast en donde, junto a otras dos amigas, conjugan el gusto por los chismes y los libros. Así como Norma, su disparador para surfear en el campo de la difusión de libros, fue la necesidad de promocionar sus propias obras.
“La iniciativa de recomendar o conversar sobre libros surge desde la necesidad de hacernos conocer como autores paraguayos, y quién más que nosotros mismos para recomendarnos, hay muchísimo talento en Paraguay que se debe dar a conocer y como Instagram es una de las redes sociales más populares creo justo que las recomendaciones se hagan ahí, aunque de igual manera en las demás plataformas siempre recomiendo libros”, dijo.
Si bien, no se considera una “bookstagramer”, aprovecha su perfil para sugerir títulos y autores que ayuden a las personas a iniciar o fidelizar el gusto por la lectura.
“No podemos dejar pasar en alto su uso bajo ningún aspecto, ya que las redes y plataformas sociales están al alcance de todo el mundo, es la herramienta más eficaz para dar a conocer, ya sea recomendando lecturas, escritores, como así también hacer saber a la gente sobre actividades culturales, taller de lectura, conversatorios de autores, etc.” concluyó.
Son varias las cuentas que se dedican a recomendar y hablar sobre libros y autores, como “Cumbre de Libros”, “Overbooking”, “Bárbara Ávalos”, “Nair Pereira Books”, entre otras tantas.