Latitud25 habló con mujeres de diversas áreas para saber un poco más de cómo es su incursión en la ciencia, además de los obstáculos que debieron superar para abrirse camino.
Los prejuicios
Lidia Quintana, Ingeniera agrónoma, especialista en fitopatología, explicó que su inclinación por la ciencia empezó desde la adolescencia. Hoy como toda una profesional en el área, cuestiona la falta de visibilidad que han tenido las mujeres científicas.
“En la época en que yo estudié eran pocas mujeres, agronomía es una profesión de hombres prácticamente. El aporte de las mujeres en la ciencia es poco conocido por la cultura en Latinoamérica en general y más la paraguaya, donde siempre el hombre fue el protagonista y sigue siendo el protagonista”, comentó.
A su vez, la bióloga e investigadora, Andrea Weiler, acotó que en varias ocasiones sintió que tenía que ser parte de un estereotipo, por el simple hecho de ser mujer. “Entonces por muchos años tu apariencia es tenida en cuenta: no podés irte así, por qué no te peinás, por qué no usás maquillaje. Cuesta ser una misma”, sostuvo.
La bióloga Juana de Egea, comentó que en su casa nunca le hicieron sentir que tenían ningún límite en cuanto a sus aspiraciones, pero que de igual manera reconoce que recibió comentarios sobre su género al momento de decidir estudiar algo.
“Cuando terminé el colegio quise estudiar agronomía porque era lo que yo relacionaba con el mundo vegetal, entonces empecé a preguntar a varias personas, y me decían que agronomía no era para mujeres. Hice lo que tenía que hacer. Nunca me achiqué por esa pequeña intimidación que uno recibió en el campo”, indicó.
Aportes
Cada una de las mujeres que trabajan en el área científica aportan al país y al mundo en sus labores cotidianas y en las investigaciones que realizan en el silencio de sus espacios, ya sea en laboratorios o en trabajos de campo, sin ser vistas por la opinión pública.
En ese contexto, Yarida Parra, bióloga especialista en bacteriología clínica, comentó que su granito de arena a la ciencia paraguayas se basa principalmente en su trabajo como docente. “Para mí es muy importante y veo que mis hijos, mis alumnos van comenzando a ramificarse y yo creo que vamos bien”, subrayó.
Andrea Weiler, agregó que su aporte radica en buscar que la producción de alimentos sea sostenible. “Yo vengo de raíces productoras, reconozco la necesidad del alimento para sostener la población mundial –que encima está en aumento– entonces lo que yo estoy buscando, en lo que dedico la mayor parte de mi tiempo, de mis proyectos es qué puedo hacer para que la producción sea más sostenible y en armonía con la naturaleza”, aseveró.
Para la bióloga, Ruth Zárate, la organización es clave a la hora de hacer ciencia. “Somos muy organizadas y eso es muy importante cuando uno se dedica a la investigación, tener ese orden es muy importante cuando uno se dedica a unir las piezas”, resaltó.
Lidia Pérez, agregó que con el correr de los años las mujeres pudieron dedicarse a hacer lo que realmente les apasionaba y no solo las obligaciones impuestas por la sociedad. “Fuimos saliendo de las casas, de cuidar hermanos, de las chacras, de casarnos y tener hijos, de darle nietos a los padres, eso fue cambiando. En el ámbito universitario las mujeres van demostrando un rendimiento inclusive muy superior en algunos casos”, enfatizó.
Una sociedad distinta
La bióloga Weiler apuntó a que actualmente estamos hablando de una sociedad ya diferente en la que existe una responsabilidad compartida. “Donde los roles tienen que ser de apoyo en un entorno familiar donde todos se apoyan, si nosotras llegamos a ser científicas es porque tenemos una familia que valora y entiende eso, tuvimos todo el apoyo de nuestras parejas, de los padres, de los tíos, de los abuelos…”, manifestó.
“La historia del Paraguay está muy marcada por la valentía de sus mujeres. Entonces eso es algo que nos hace diferentes o particulares en la región. Nosotras no somos mujeres débiles. La mujer paraguaya es una mujer valiente, es una mujer fuerte, madrugadora, que se remanga desde que amaneces hasta que anochece y eso uno puede seguir a través de la historia del Paraguay”, concluyó.