En la madrugada del 6 de febrero, se produjo el primer sismo de 7,8 grados en la escala de Richter, que afectó el sureste de Turquía y el norte de Siria. Posteriormente se produjo una réplica de 7,5 grados. Ese mismo día el jefe de Estado de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que este sería “el peor desastre que vivió su país en el último siglo”, después del terremoto de 1939 en Erzincan.
Cabe resaltar que hay cierta discordancia entre los números que señalan los distintos medios internacionales, en cuanto a la escala de los sismos de 7,8 y 7,5 en la escala de Richter. Otros señalan que ambos fueron de 7,7 y 7,6, respectivamente.
Ese mismo 6 de febrero, se declaró en emergencia por tres meses en al menos 10 ciudades de Turquía, ubicado entre Europa oriental y Asia occidental. Inmediatamente se iniciaron las intensas labores de rescate, a pesar del intenso frío, con la dificultad de la nieve, las lluvias y el peligro de nuevos derrumbes.
Tras sacar de entre los escombros a familias enteras, niños, bebés y animales, este lunes siguen buscando a los que podrían ser los últimos sobrevivientes de la catástrofe, ya que los días pasan y las chances de encontrar sobrevivientes se apagan. Entonces, el titular de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconoció que se trataba de una carrera a contra reloj.
Al menos 35.000 fallecidos, una semana después
A una semana del desastre, suman 35.000 el número de fallecidos en Turquía y Siria. Asimismo, se contabilizan un total de 85.000 personas heridas. La mayoría de los decesos contabilizados corresponden a Turquía.
El sábado, 11 de febrero, el jefe de los servicios humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, habló de que esta cifra de fallecidos, crecería en grandes proporciones y podría llegar a duplicarse. Estas expresiones las realizó a través de una entrevista con Sky News.
Insistió en que es el terremoto más desastroso en 100 años y recordó que hay ciudades enteras que quedaron bajo escombros. “Creo que es difícil estimar (los fallecidos) con precisión ya que hay que llegar hasta debajo de las ruinas, pero estoy seguro de que se van a duplicar o incluso más”, puntualizó.
De momento continúan las búsquedas de sobrevivientes, con la ayuda de varios perros rescatistas, quienes ayudaron bastante para encontrar a personas y otros animales, atrapados entre los escombros.
Lamentablemente, uno de ellos también fue víctima de los derrumbes. Proteo falleció este domingo, según comunicaron las autoridades mexicanas. El perro rescatista formaba parte de la Defensa Nacional de México y estaba colaborando con los trabajos de rescate en Turquía.
El terrible golpe a Siria, tras años de guerra
En ese contexto, el máximo funcionario de la ONU en Siria, El-Mostafa Benlamlih, aseguró que en Siria, la situación es crítica.
“Esto es una crisis sobre crisis. Ya teníamos una situación muy vulnerable; la gente ya vulnerable, no es capaz de cuidar de sí misma (…) y de repente llega esto“, expresó a través de una videoconferencia, llevada acabo desde Damasco, el pasado 8 de febrero.
“Todos los logros que teníamos antes se han perdido, los que tenían un pequeño negocio lo han perdido, los que podían ir a la escuela ahora no pueden, las mujeres que podían ir a los centros de protección ahora no pueden ir. Así que es una situación terrible”, agregó.
Siria ya se encontraba en plena crisis humanitaria generada por la guerra. Esta contienda civil, que empezó hace 12 años, dejó a 15,3 millones de personas necesitadas de ayuda.
Detenciones por edificios mal edificados
Este domingo, 12 de febrero, la Fiscalía de Turquía integró una unidad especial para realizar la pesquisa sobre posibles negligencias que se hayan perpetrado en las construcciones. En ese marco, el vicepresidente turco, Fuat Oktay, anunció que se dictaron un total 113 órdenes de detención.
A su vez, desde el Ministerio de Justicia apuntaron la necesidad de reunir pruebas, además de imponer medidas cautelares a los sospechosos de haber hecho construcciones negligentes. Esto se debe a que los expertos, sostienen que a pesar de lo fuerte que fueron los sismos, las obras no fueron bien edificadas.
“La intensidad máxima de este terremoto fue violenta, pero no necesariamente suficiente para derribar edificios bien construidos”, dijo a la BBC, David Alexander, catedrático de Planificación y Gestión de Emergencias del University College de Londres.
Por qué se habla del mayor en 100 años
La BBC recoge una serie de elementos que hicieron que este terremoto, del lunes pasado, fuera uno de los más devastadores. Entre ellos resalta la magnitud del primer sismo, de 7,8 grados. Agrega que si bien, lo normal es que haya réplicas, el segundo terremoto fue de una magnitud parecida, llegando a los 7,5.
“Esto es algo que solo suele ocurrir en el 10% de los casos”, explica en la entrevista, Stephen Hicks, sismólogo del University College de Londres (UCL).
Otro punto, hace referencia a la intensidad, que se mide en la Escala de Intensidad o Mercalli y llega hasta XII. Este terremoto que sacudió Turquía y Siria, llegó al IX “Muy destructivo”.
Hicks resalta, además, que la destrucción causada tiene que ver con que el terremoto fue muy superficial. Esto significa que, al generarse a solo 18 km de la superficie, no perdió mucha energía antes de llegar a la superficie y causó una agitación extrema. También coincide con otros expertos que si los edificios estaban bien construidos, no se deberían haber derrumbado, por lo que se considera que las estructuras no estaban adecuadas a las normativas.
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