El folclore es el ADN de un pueblo traducido a melodías, sonidos autóctonos y letras que reflejan la idiosincracia de esa sociedad. Es una representación fiel de las alegrías y nostalgias, de los placeres y las penas, de todas aquellas cosas que distinguen a una sociedad de otra.
Varios son los nombres que hoy están impulsando una evolución del concepto de folclore paraguayo, explorando nuevos sentimientos, fusionando acordes y rasguidos de otros géneros o incluso, planteando vivencias de hoy, en letras que parecen de ayer. Una generación de valientes que se plantaron al paso avasallador del tiempo y decidieron subirse a la ola, guitarra en mano.
Pedro Martínez es un guitarrista y compositor paraguayo que deja en alto a nuestro país con sus obras y presentaciones. Recientemente realizó una gira por Europa en donde pisó importantes escenarios compartiendo sus obras.
Martínez es uno de los creadores de “Folcloreando”, un ciclo de conciertos de música folclórica y popular paraguaya en donde convergen proyectos musicales consolidados y emergentes.
Junto a Gonzalo Resquín, baterista y compañero suyo en “Pedro Martínez Trío”, coordinan este espacio que se desarrolla todos los viernes de septiembre y octubre en “El bosque de los artistas” (Avenida España casi Gral. Santos).
Sonoridades marcadas
Consultado sobre cómo definir o valorar las nuevas sonoridades que se desarrollan con los nuevos proyectos de música folclórica, como Tierra Adentro, Néstor Ló y los Caminantes, Purahei Soul etc, fue claro al decir que simplemente existen formas de interpretar, al menos la polca paraguaya.
Tomó como ejemplo las formas tradicionales de interpretar la polca y el inconfundible estilo de la bandita koygua.
«Lo que siento es que ya hay varias formas de sonar la música paraguaya hoy yo le llamo eso de estética, hay varias estéticas. Hoy en día existen sonoridades diferentes, uno más ligado al rock otro más al pop, otro más festivalero”, explicó.
Hay que jugarse
Martínez está convencido de que la colaboración entre los actores del sector artístico y musical en general, es clave para poder impulsar y promover aún más los circuitos y proyectos de música folclórica y popular en Paraguay.
Considera que “la movida”, no puede limitarse a acciones individuales, sino que tiene que ser colectiva.
“Yo creo que lo que hay que hacer es todavía jugarse o incentivar a jugarse a la creación y salir a defender eso, eso es lo que realmente va a hacer la diferencia y que es lo que ya pasó en Argentina. Porque no es solamente uno o dos que hagan eso, tiene que ser de todos para que haya ese cambio real”, expresó.
Si bien, el nuevo cancionero paraguayo, surgido y motivado hacia la década de los 70, en un contexto de reclamo por el respeto a la diversidad de pensamientos en medio de gobiernos autoritarios en casi toda Latinoamérica; significó un giro importante en su momento para las formas de crear e interpretar el folclore paraguayo, Martínez sostiene que nuestros tiempos son distintos y por lo tanto la manera de contarlas, también.
“Ya no nos representan hoy y no hablan de las cosas de hoy. Entonces, tanto musicalmente como en la letra de nada te sirve usar guitarras eléctricas muy modernas o seguir sonando a música de 60, 70 años atrás. Antes tocaban una música que se creaba en esa época, entonces es como tener una sonoridad contemporánea pero con una composición mega conservadora”, afirmó.
Proyecto convergente
Martínez explicó que Folcloreando, que ya viene por su segunda edición, busca convertirse en un espacio de convergencia para proyectos con un camino andado, y proyectos emergentes.
En la primera noche del ciclo, se presentó “Pedro Martínez Trío”, antecedidos por la conjunción de dos proyectos: Lirio Poty y Kambuchi.
Lirio Poty es el proyecto personal de José Cabrera, un virtuoso clarinetista y compositor paraguayo que incursiona en el fantástico mundo del 6/8 paraguayo con obras propias al son de guaranias y polcas. En tanto que Kambuchi, es el proyecto de Eduardo Martínez, arreglista, guitarrista y compositor quien integra varias bandas.
Pero luego de tanto aglutinar obras suyas, decidió presentar sus obras al público.
Folcloreando ofrece una grilla bastante nutrida con presentacinones de Purahéi Soul, Lucero Sarambi, Panchi Duarte y Dúo Che Vale, Néstor Ló, Joaju Cuarteto, Liza Bogado, entre otros.
Escucharse y animarse
Pedro Martínez también animó a los nuevos compositores y creadores a seguir forjando y desarrollando las ideas nuevas y frescas, respetando siempre las raíces de nuestros géneros musicales, y dar así nuevos aires a la música folclórica y popular paraguaya.
«Hay que escucharse en el fondo, si tu verdad es tu música, a mediano o largo plazo, probablemente a largo plazo, va a suceder algo. Y no hablo de números, sino que vos puedas ser un creador, una creadora digna y hacer tu música y vivir dignamente.
Pedo Martínez, músico.
Pedro dijo también que espera que espacios de este tipo, puedan replicarse en otros puntos del país, y lograr así que proyectos emergentes y consolidados, puedan generar vínculos en favor del desarrollo cultural y musical en Paraguay.
Un puente generacional
La reconocida cantante y compositora Lizza Bogado, también habló con L25 y resaltó que las nuevas generaciones y sus obras deben ser respetadas en sus procesos de búsquedas de nuevas sonoridades y expresiones.
Lizza, que lleva a cuestas 40 años de carrera musical, se encarnó por varias décadas en la piel de esa nueva casta de folcloristas paraguayos que buscanan resignificar el cancionero popular paraguayo, sin dejar de honrar el legado de los que vinieron antes. la reconversión del folclore en donde su versatilidad la trasladó a grandes escenarios del país y el mundo.
La versatilidad de Bogado se evidenció en grandes escenarios del mundo, demostrando con tenacidad su talento musical y su prodigiosa voz. Desde aquel premio a la mejor solista en el Festival de Ypacaraí, en 1981, su búsqueda por congeniar las tradiciones y las nuevas ideas en nuestra música, nunca paró.
“Solo arriesgando se puede llegar a encontrar eso que todo artista busca. Es bueno dejar volar la imaginación, ser curiosos y por sobre todo dejar salir esa voz interior que nos dice y nos dicta su sentir”, reflexionó.
Resaltó que el folclore como expresión musical y cultural, es crucial para la identidad de nuestro país y que al crear nuevas obras, solo es cuestión de respetar las raíces, que son las expresiones del ideario de un pueblo.
«Al crear, solo debemos respetar esas raíces de manera a mantener su esencia a la vez de entender que la sonoridad es dinámica y se adapta a los tiempos que vivimos», indicó.
Explorar, respetar y colaborar
La artista también reflexionó sobre lo que hoy se interpreta y crea, en términos de géneros musicales. Su valoración sobre las nuevas composiciones es positiva, pero alentó también a explorar y crear ideas en otros ritmos paraguayos.
“Hay que recuperar la belleza en la lírica y en las melodías. Si bien, hay bastantes nuevas creaciones que tienen un alto vuelo poético y hermosas melodías, también sería muy oportuno y enriquecedor crear más obras usando ritmos como el valseado y el rasguido doble”
Lizza Bogado, cantante.
Si bien, cree que hay una escena folclórica medianamente fortalecida, sostiene que se deben dar mayor y mejor promoción a los autores nacionales populares en las radiodifusoras y nuevos medios de comunicación.
Así también, anima a colaborar entre los artistas para que la música folclórica y popular paraguaya, como un medio de expresión de un sentir colectivo, pueda fortalecerse y crecer para que esto a su vez se convierta en oportunidades concretas para los artistas.
“Valorarnos más entre artistas, apoyarnos unos a otros, derribar las barreras del egoísmo porque todos tienen su verdad y su luz propia. La generosidad entre colegas es fundamental para hacer más grande la industria musical paraguaya”
Lizza Bogado, cantante.
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