En todo el país, tanto en hospitales públicos como privados, desde la semana pasada se está registrando una descongestión importante de pacientes internados en el sistema.
Para dar una idea de cómo cambiaron las cifras respecto al COVID-19 en Paraguay, señalamos los siguientes números. Hace dos semanas atrás, el 28 de junio, se contabilizaron 124 muertos a causa del coronavirus, había 3.370 pacientes internados en sala común y 532 en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
Una semana después, el pasado 5 de julio, el Ministerio de Salud publicaba que se registraba un total de 101 fallecidos, 2.910 internados y 591 en la Unidad de Terapia Intensiva, a nivel país.
La cifra fue decreciendo progresivamente y es así como luego de que trascurran otros siete días, el 12 de julio, la cantidad de fallecidos llegaba a 46, con un total de 2.383 internados y 571 pacientes en la unidad de cuidados intensivos.
Al respecto, según lo que dijo el neumólogo José Fusillo, en contacto con RadioCast25, los servicios de salud están menos exigidos. «Se han reducido las internaciones comunes en un 20%, creo que por primera vez desde el inicio de la pandemia nosotros tenemos camas libres en el Ineram, en un 20%», explicó.
En ese contexto, la doctora Ana Claudia Rivas, quien trabaja en el área de urgencias del Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso, señaló en contacto con Latitud 25 que desde el último fin de semana, efectivamente vieron menos gente llegando con cuadros graves de covid.
Incluso, indicó que se vieron casos de personas de la tercera edad que presentaban cuadros de la enfermedad, pero menos graves.
Afirmó además, que en el caso de este nosocomio, el colapso de los servicios se vio recién desde este año, por lo que este descenso, en Mariano Roque Alonso se da tras seis meses.
¿A qué se debe esta disminución?
El Dr. Fusillo, titular de la Sociedad Paraguaya de Neumología de manera prudente, afirmó que esta situación, aun no se puede adjudicar a la vacunación, ya que no pasó el tiempo suficiente para que esta medida haga efecto.
«Hay comportamientos pandémicos, regionales que tienden a disminuir en este momento, por el comportamiento de la propia pandemia, porque también hay mucha gente que ha sido infectada, entonces además de los vacunados, hay un gran número de personas que ya tuvo la enfermedad entonces ya tiene inmunidad natural», detalló.
En ese sentido, el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, coincidió con Fusillo, en que el descenso de internados se puede deber a ambas razones, la inmunidad por parte de la vacuna y la inmunidad natural.
De igual manera, Fusillo no descartó que nuevamente pueda haber una segunda ola fuerte con la presencia de la variante Delta. «Hasta ahora no podemos decir que es una variante más letal, aunque sí es más contagiosa», enfatizó.
¿Ya se puede avizorar el retorno a la «normalidad»?
El doctor Fusillo respondió que se cree que cuando haya un porcentaje importante de personas ya inmunizadas, podremos volver a la normalidad en Paraguay. No obstante, indicó que de a poco se irán liberando las actividades al aire libre.
Asimismo, resaltó que siempre están mirando lo que ocurre en otros países, como en Europa, que ya llegaron antes por la experiencia de inmunizar a una gran cantidad de habitantes.
«Vamos a ver qué pasa después de la Eurocopa», afirmó en relación a el torneo europeo de fútbol, que se realizó con la presencia de público y cuyos efectos se conocerán en semanas más, cuando se cumpla el ciclo de contagio del virus.
En cuanto a cómo irá avanzando la vacunación en nuestro país, comentó que tiene información de la provisión de dosis anticovid está asegurada y que esto será gradual y progresivo según la disponibilidad de biológicos que estén disponibles.
Añadió que el país necesita que continúe este ritmo de vacunación o uno superior, pero sin pausas. «Que no pase lo que ocurrió en Estados Unidos, donde hay gente que no quiera vacunarse, eso hace que no solo haya riesgo de nuevos brotes sino también de nuevas variantes; porque hace que el virus pueda saltar de persona en persona», aseveró.
Recordó que en la medida en que el contagio sea insostenible, el virus va a seguir creciendo y mutando. Sostuvo que a eso se debe la preocupación de las grandes potencias, de que en países como el nuestro no se llegue a la vacunación masiva.
«Por eso es que nos donaron un millón de dosis, porque ellos necesitan que todos estén inmunizados para que a ellos no les vaya las consecuencias», concluyó.