Los parámetros de interacción social para buscar pareja han cambiado considerablemente en los últimos años, gracias a la irrupción de la tecnología, que redujo a un ´swipe right´ (deslizar a la derecha) la brecha que existía entre dos personas desconocidas.
Con la pandemia, si bien incrementó la soledad de la gente, producto del confinamiento preventivo, también creció en simultáneo las descargas de apps para conocer personas y dejar de sentirse tan solo en estos meses de cuarentena.
La duda que habrá invadido a mucha gente, durante los meses de aislamiento riguroso fue, ¿cómo conozco a otras personas si ni me puedo acercar a ellas? Quizás esta pregunta atormentó a muchas personas solteras que estaban en la búsqueda de hacer nuevos vínculos, pero de alguna forma varias resolvieron la incógnita encontrando entretenimiento en este ámbito cibernético.
¿Qué tal tu nivel de “matcheo”?
El uso de Tinder, la app con más de 50 millones de usuarios que desafió al mundo a replantear sus estilos de búsqueda de afecto, según las últimas estadísticas publicadas en el sitio web de Bussines of Apps, ofreció a los usuarios la opción de “Tinder Passport” en la que el rango de búsqueda de posibles “matches” podía darse en cualquier punto del mundo que uno elija.
Según las estadísticas, en noviembre del 2020, se registraron más de 848.300 descargas de Tinder, en América Latina. Brasil fue el país con mayor número de descargas de la app, con más de 317.600.
“Realmente, las apps de citas te facilitan la vida al momento de conocer personas, no te hacen perder tiempo”, comentó un usuario local de Tinder, consultado por Latitud25.
Por lo general, suele pasar que un match queda solo en un match, logrando una colección interminable de matches que nunca pasaron de un emoji para romper el hielo o un formal “Hola, ¿cómo estás?”, para demostrar que no sos tan lanzado como se podría presumir en una app como Tinder.
De hecho, es común escuchar experiencias de otros usuarios en las que afirman que son muy pocas las citas que se concretan, o las interacciones prolongadas en la misma aplicación.
Usuarios manifiestan que una buena manera de continuar la interacción –y validar la existencia real de la persona-, es siguiendo a tu match en otras redes, como por ejemplo Instagram, ya que ahí podés seguir su actividad a través de los stories, y lograr un gancho con las reacciones. Lo que demuestra que las personas están cada vez más predispuestas a lograr vínculos que inicien a través de redes sociales.
Lo de conocer personas, por vínculos en común, encarando en bares, u otros lugares, se está volviendo cada vez más obsoleto, por restricciones sanitarias o por voluntad propia. El que decide encarar de frente, ahora es todo un ser valiente, que prefiere apelar a los mecanismos tradicionales para conseguir un vínculo.
Nuevos paradigmas
La psicóloga e investigadora, Maureen Montanía, explica que el nuevo paradigma de interacción social, tiene su raíz en las redes sociales, que de por sí alteran la dinámica de interacción.
“El marcado enfoque que tienen estas apps de citas, en el juego visual, en la inmediatez de respuestas, hacen que las interacciones se vuelvan más líquidas, el deseo y el amor se convierten en una suerte de transacción, a lo que en este plano, se puede aplicar la lógica del mercado”, asegura.
Qué foto subimos y cuántas publicamos es uno de los temas centrales, y quizás la descripción va a determinar si la persona tiene valor o potencial para los demás, según menciona la especialista.
“Esta suerte de cosificación masiva afecta a la autoestima de los consumidores. El factor de inmediatez es una prioridad para el mundo actual, y se acentúa en pandemia”, dice la terapeuta.
Un arma de doble filo
Por un lado, tenemos la posibilidad de interactuar en base a nuestras expectativas, ya sea encuentros sexuales casuales, que evidentemente durante la cuarentena y la fase cero no fueron posibles, salvo el sexting o la posibilidad de iniciar un vínculo afectivo duradero, sea amoroso o de amistad.
Por otro lado, nos arriesgamos a vivir experiencias poco agradables, como el famoso “catfishing”, que es ese engaño que se da cuando las fotografías o la información personal no coinciden en absoluto con la realidad de tu match.
Tinder Passport, según una usuaria, fue una de las opciones más destacadas que brindó esta herramienta, permitiendo entablar muy fácilmente conversaciones con personas de otros países, pese a estar a miles de kilómetros de distancia.
Una de las experiencias que relató, fue la de empezar a conocer a un marroquí que a la semana siguiente del match ya le propuso matrimonio por videollamada, situación incómoda que concluyó en la cancelación del match. Pero una experiencia totalmente contraria, la de conocer a una persona que a pesar de los miles de kilómetros de diferencia se convirtió en un muy buen vínculo de amistad.
Otros usuarios también cuentan…
“A principios de la pandemia, justo había terminado recién con mi novia, y descargué Tinder. Hice match con una chica súper buena onda, que después se empezó a poner un poco intensa, me llamaba por teléfono primeramente (sin preguntarme si yo quería hablar), después ya empezó a hacerme videollamadas. El salir con la persona es más fácil, porque hay un consentimiento de ambas personas para hacerlo, la presión para vernos online me pareció muy invasiva, y no me gustó, ella se enojó y me bloqueó”.
Lo cierto es que el uso de apps de citas no disminuyó post confinamiento. Este era el momento de muchas personas para conocer a sus matches de fase cero.
“Hice match con una chica, que me caía súper bien, la invité a mi departamento, conversamos, no hubo ningún tipo de contacto corporal, y la cosa se complicó por el tema de la restricción horaria, como se podía circular hasta X hora, en un momento me dice que ya no consiguió UBER, y tuvo que quedarse a dormir. Como mi departamento es pequeño, y no tengo sofá, o algún colchón extra, dormimos en mi cama, a distancia, y fue una situación más que incómoda”.
“Salí con una persona muy distinta a mí, ella era súper religiosa, y yo no. Ella tenía intenciones más serias, que quedaron claras desde el principio. Finalmente terminó cancelándome varias veces. Igualmente mi experiencia con la aplicación es genial en un 0,00001% ya que no logré conocer mucha gente, pero valió la pena darle una oportunidad a la app”.
“Durante la cuarentena, hice match con un chico, interactuamos bien hasta que llegó el momento de el encuentro. Él me pasó a buscar, en principio por un tema de impresión no tenía puesto el tapabocas, eso fue más para el saludo, una vez en el auto, y para arrancar la conversación me puse el tapabocas y él se ofendió, y me dijo que le parecía muy “mala onda” de mi parte, que no confiaba en él. Le pedí que me vuelva a llevar a mi casa, y al bajarme me pide disculpas por arreglarme para nada”.
Estas fueron las experiencias de algunos usuarios que pasaron momentos desagradables al conocer personas a través de la app, dicen por ahí que otras, como en las películas de Netflix, encontraron una pareja sexual fija.
¿Y vos ya probaste alguna app de citas? ¿Alguna buena historia para contar?
