El caso denunciado en un colegio de Lambaré de un niño de seis años que tuvo el coraje de contar a su mamá que fue víctima de abuso sexual, conmocionó a un país entero, más aún porque los supuestos victimarios también son menores de 12 años. Esto generó varias repercusiones en el debate de la responsabilidad de los adultos en el cuidado de los menores de edad y también de las autoridades de una institución educativa.
La omisión en la aplicación del protocolo del MEC, así como la falta de acciones para ayudar a la víctima, incluso derivó en la prisión preventiva de las tres responsables del colegio en cuestión.
Esta denuncia inicial, motivó un efecto en cadena que sorprendió a las autoridades del Ministerio de Educación y del Ministerio de la Niñez y Adolescencia, al notar un incremento importante en la cantidad de denuncias de este tipo. Solamente en el mismo colegio, se registraron más casos de supuesto abuso.
En promedio, cada 3 horas hay una nueva denuncia por Abuso Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, según datos del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia.
Según las estadísticas de este organismo, mes a mes, de enero hasta abril, en este último año, hubo un aumento sostenido de las denuncias de abuso sexual en niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, existe un gran subregistro en atención a personas que no se animan a hacer la denuncia y de adultos que no toman responsabilidad para hacerlo.
La ministra de la Niñez y Adolescencia, Teresa Martínez, reconoció que la denuncia ante el colegio de Lambaré que data del 27 de abril pero que esta institución esperó hasta el 6 de mayo para formalizar la denuncia ante las autoridades, demostró la falta de aplicación de protocolos y de acción con celeridad para poner en conocimiento de las autoridades semejante hecho.
Sin embargo, «la naturaleza del hecho, el daño que se generó y la reacción tan propia de esta madre que hizo que esto se visibilice también causó todo tipo de reacciones positivas, porque empieza la gente a mirar, y están todos denunciando, porque saben que tienen esa responsabilidad», destacó.
Ahora, la entidad estatal recibe numerosas denuncias de colegios y de padres, según la ministra Teresa Martínez, así como la dirección de protección de niñez del Ministerio de Educación y Ciencias.
«Evidentemente sabían lo que pasaba y nadie denunciaba por eso nosotros estamos en campaña permanente en relación a la denuncia, porque sabemos que existen», aseveró.
Si no denunciás, te quedás pegado
El Ministerio Público recuerda que la Ley 6202/18 obliga a médicos, docentes, directores, funcionarios de Codeni y/o todo aquel ciudadano/a a denunciar ante las autoridades judiciales los casos de Abuso Sexual Infantil; ante las autoridades competentes. Para el efecto, están disponibles la defensoría el 147 Fono Ayuda del MINNA, el 911 Policía Nacional del Paraguay
y 133 Defensoría de la Niñez y la Adolescencia.
Además también se puede denunciar a la Codeni de acuerdo a la ciudad y a la Fiscalía más cercana.
Según los datos del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, el 85% de los casos de abuso infantil se dan en el entorno familiar, por eso es importante que los adultos sean quienes velen por los derechos de los niños, niñas y adolescentes, alertando si ven síntomas de abuso o saben de una situación de peligro.
La importancia de aplicar los protocolos a tiempo
La ministra Martínez dijo que en el caso del colegio privado de Lambaré no actuaron eficientemente porque el niño quedaba solo en el patio y al no atenderlo, las tres funcionarios del colegio, la docente, la coordinadora y hasta la directora son responsables de la integridad de ese niño y deben asumir el proceso por violación del deber de cuidado.
«¿Cómo le van a dejar solo a un niño que te dice que tiene acoso? Los niños chicos normalmente están separados de los niños grandes», remarcó.
En ese contexto, la directora General de Protección y Promoción de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, Sonia Escauriza, coincidió en que las encargadas de las institución debieron aplicar a tiempo.
«Cuando se hizo la denuncia del acoso escolar, se debió haber actuado, nosotros tenemos un protocolo y una ley al respecto y si se activaba y se trabajaba en la comunidad educativa, eso íbamos a evitar. Eso es lo que están ahora haciendo los docentes, coordinadores y supervisores departamentales, tomando las medidas que corresponden», subrayó y enfatizó que la ley de acoso escolar y el protocolo que existen, son de aplicación obligatoria.
En ese sentido, instó a todas las personas a hacer la denuncie. «Docente, directivo, si tenés algún caso de vulneración, si viste, participaste, te contaron, no te quedes pegada, no te quedes con ese informe, llamá a la Codeni. Tienen que estar haciendo la denuncia», apuntó.
Comentó incluso que antes cuando iba a los colegios a hacer conversatorios sobre cómo proceder en estas situaciones, la directora o director iba un ratito, no se quedaba a escuchar la charla y le dejaba a alguien en representación, cuando muchas veces esa persona ni siquiera iba a intervenir directamente.
«Esta falta de responsabilidad era un poco lo que molestaba y ahora están tomando conciencia de lo importante que es denunciar. Acá sale una figura de complicidad y también del deber de cuidado, porque cuando el niño o niña cruza la puerta de la institución educativa, los docentes o directores son responsables», ratificó.
Reacción fiscal fue oportuna
La ministra Teresa Martínez dijo que la muestra de celeridad por parte de la Fiscalía, ayudó a que más gente se animara.
«Lo que pasa es que ahí, una buena reacción del Ministerio Público, hizo que las responsables queden procesadas y tengan consecuencias graves para ellas, normalmente eso no se suele hacer, pero ahora que tenemos una unidad especializada para estos casos se ve», afirmó.
Remarcó además que es absoluta responsabilidad de las autoridades educativas y de los adultos que están en el entorno proteger a los niños, niñas y adolescentes de violencia y abusos.