Las precipitaciones normalmente no deberían impedir que las personas continúen con sus vidas en ciudades medianamente desarrolladas, más aun cuando hablamos de capitales, que por la propia naturaleza de estas ciudades precisan de mayor infraestructura para contener la demanda de los diversos servicios por parte de los ciudadanos.
Se entiende que la ciudad colapse ocasionalmente ante tormentas puntualmente peligrosas, pero no con lluvias cíclicas, para las cuales la ciudad debería estar preparada. Las precipitaciones del último mes, hicieron que Asunción emule a Venecia, pero a diferencia de tener unos canales de apaciguas, las calles de la capital paraguaya se convirtieron en enormes riadas, capaces de arrastrar de todo, incluso vehículos pesados.
Tras estos episodios, los comentarios de los ciudadanos en redes sociales apuntaban al origen de este problema que es la falta de inversión en infraestructura pluvial y a la falta de competencia y conocimiento de las autoridades para brindar una solución de fondo a este problema de larga data.
Menos agua y raudales más bravos
Según el ingeniero civil Roberto Salinas, presidente de la Asociación Paraguaya de Logística, Asunción siempre tuvo sujeta a raudales, ya que es una ciudad con muchas pendientes y existe una gran diferencia de cotas entre las partes altas de la capital y el río.
«Siempre hubo problemas en épocas de lluvias fuertes, en zonas como Madame Lynch. Históricamente siempre ha habido, pero en los últimos 15 o 20 años empezamos a asfaltar indiscriminadamente, empezamos a tapar el suelo con asfaltos, con cemento, con construcciones, con patios cubiertos, entonces las correntina superficial ha aumentado», expresó.
En ese contexto, habló de una investigación hecha por jóvenes de la Universidad Católica de Asunción (UCA), con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que identifica 84 puntos críticos de inundación en Asunción.
«En un día con una lluvia de 34/35 mm ya se crea un caos, y no debería generar tanto problema. Hace unos 15 o 20 años probablemente necesitábamos lluvias de 50 a 70 mm para crear ese problema. La cantidad de lluvia antes se filtraba al subsuelo, es un trabajo técnico indiscriminado de asfaltar el suelo», comentó.
Salinas resumió en tres puntos más preponderantes para entender por qué se acumula tanta agua en Asunción: el taponamiento del suelo natural con asfalto y cemento impidiendo que la superficie absorba el agua, la acumulación de basura y posterior colectación de arroyos y la falta de inversión en desagüe pluvial. Aseguró que ninguno de ellos es atendido debidamente por la administración de Oscar Rodríguez.
Medidas preventivas no son muy costosas, la desidia sí
Salinas señaló que el ciclo hidrológico cambió en los últimos años: ahora se registran lluvias más grandes puntuales y con mayor frecuencia.
«Por el cambio climático, eso significa que vamos a seguir teniendo lluvias puntuales fuertes en épocas diferentes, que ha ido cambiando, esto hace que necesitemos mayor previsión en infraestructura, las universidades están llenas de estudios a los que no se les da mucha importancia», resaltó.
El especialista cuestionó la indiferencia de las autoridades al momento de desatender estas propuestas de la academia y recordó que el estudio mencionado pone el foco en 84 puntos críticos y en acciones que no requieren de inversiones siderales para descomprimir estas zonas en conflicto cada vez que llueve.
«El estudio propone medidas que no son muy costosas, por ejemplo, de ir siguiendo en la cuenca superior, aguas arribas y tratar de mejorar la infiltración, que consiste no solamente trabajar en lugares públicos sino también con los vecinos, porque hay muchos vecinos que sellaron el suelo y pueden hoy en día, cambiar las prácticas para que pueda haber mayor infiltración del agua», aseveró.
Afirmó que no es muy cara la inversión que hay que hacer para este tipo de acciones y acotó que inclusive el estudio calculaba que cada vez que existen estas lluvias, hay una pérdida de entre USD 3 a 5 millones en términos generales.
Inacción, indiferencia e incompetencia de las autoridades
En cuanto a la situación actual, el especialista en obras civiles, hizo énfasis en que nuestras autoridades son reactivas, no activas en estos temas.
«Ellos esperan nomás ya para paliar, es complicado y a veces cobra vidas. Cada vez hay más personas que viven en lugares de riesgo, donde hay desmoronamiento, el suelo va perdiendo capacidad de soporte por el agua, porque la gente, rellena con basura, hace construcciones indiscriminadas», resaltó.
Además puso en realce el problema de las basuras, que no son dispuestas correctamente. Manifestó que los 7 o 10 arroyos que hay están con mucha basura, entonces la basura frena el agua y se desborda por donde no se tiene que desbordar, es decir, por las calles.
Indicó que este es un problema de mantenimiento primario: un problema de diseño de las redes, un problema de baja infiltración.
«Vos tomás todos estos elementos y tenés que hacer un plan de mejoramiento, para que bajemos la intensidad de los raudales, es posible reducir con costos no muy astronómicos. Se puede trabajar en estas microcuencas; de los 84 puntos críticos analizados, son 10 o 12 los más problemáticos, en Fernando de la Mora, Artigas Madame Lynch, esos lugares no vamos a solucionar con más infraestructura, bocas o desagües si no vemos las cuencas aguas arriba», subrayó.
Ni lo básico atiende la Municipalidad
Salinas insistió que ninguno de los tres dramas en infraestructura que tiene la capital, es atendida debidamente por la administración municipal a cargo de Oscar Rodríguez, por falta de voluntad o conocimiento técnico.
«Esas cosas son las que hay que manejar, primero que se está sellando indiscriminadamente el suelo, hay técnicas para que esto no sea tan dramático y radical. Hay que trabajar con los vecinos de las zonas de las cuencas y las calles, que se deje por lo menos un espacio para que corra el agua. Esta es una cuestión básica de ingeniería hidráulica», reiteró.
Agregó que en todos estos años no se consideró como prioridad esta problemática ni se estableció el financiamiento para resolver estos temas. «Fíjate estos estudios están dormidos, hay una parálisis en la solución de estos problemas», resaltó.
Finalmente, puntualizó que hasta en la solución de los cortes de electricidad tiene que estar involucrada la gestión municipal. «Claro que tiene que ver, porque es un servicio público que se está desarrollando en el ámbito de la Municipalidad», concluyó.