Las internas partidarias, se realizaron este domingo 18 de diciembre, en el marco de una jornada sin mayores episodios de confrontación. No obstante, se registraron denuncias de supuestos delitos electorales, como compra de cédulas y violación del secreto del voto, al ingresar el elector al «cuarto oscuro», acompañado por otra persona.
El principal problema se basó en la poca cantidad de máquinas electorales y a la alta aglomeración de electores en las mesas, específicamente en los locales de votación del Partido Colorado, que registró una participación de más del 45%. Esta insuficiencia de máquinas, se debió al incendio registrado en el TSJE el 30 de septiembre pasado, en el que se afectó a más de 8.900 máquinas de votación.
Por su parte, en la Concertación Nacional se obtuvo una participación muy inferior, que ronda el 12%, pero según analistas, al utilizar el padrón electoral y no sólo el partidario, como es el caso del padrón liberal, la participación se diluye en este público nacional, comparando con el caudal de votos colorados.
Tras los comicios, fueron electos para la chapa presidencial de la ANR, Santiago Peña –como candidato a la Presidencia– y Pedro Alliana –como candidato a la vicepresidencia–, ambos del movimiento Honor Colorado. Por la Concertación, salieron victoriosos Efraín Alegre (PLRA)–para presidente– y Soledad Núñez – para vicepresidenta.
En cuanto a la presidencia del Partido Colorado, el elegido fue Horacio Cartes, en una pulseada ganada al actual presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
El PhD en Ciencias Políticas por la Universidad de Rice, en Texas-Estados Unidos, Andrés Carrizosa, en contacto con RadioCast25, hizo un análisis de lo que se vio en las internas partidarias. Resaltó que hay indicios de que los afiliados a los partidos tradicionales siguen teniendo una notable influencia en las internas, en comparación al voto independiente.
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“En la Concertación, a pesar de tener de tener un padrón abierto en las internas, vimos una participación de 188.000 personas. Entonces eso refleja una mayor participación de los afiliados, digamos de la ANR y el PLRA. Sin embargo, no hubo tanto la participación independiente”, reflexionó en base a las cifras.
Desbloqueo = radicalismo + inversión
Carrizosa resaltó que a la gente le resulta atractivo el sistema de desbloqueo de listas, porque da la sensación que es la ciudadanía la que tiene la decisión final en cuanto al orden de las listas respecto a los candidatos. Sin embargo, apuntó a que el desbloqueo genera un problema de información más grande.
“Porque en vez de elegir ocho listas del Senado, estás eligiendo entre ocho listas con 45 opciones cada lista. Entonces para que un candidato individual pueda influir en esas listas, al final va a tener que recurrir a los partidos tradicionales para tener un voto duro. Es necesario tener plata para poder hacer anuncios y poder llamar la atención por sobre todos los demás. Eso especialmente en las internas donde la participación es más baja”, añadió.
Comentó que, como cada sistema, tiene sus ventajas y desventajas. Entre alguna de las ventajas del actual modelo electoral, destacó que en el sistema de listas bloqueadas, si existía un candidato dueño de la lista, sindicado por hechos de corrupción o irregularidades, era más difícil sacarlo a corto plazo. Acotó que en este nuevo sistema es más fácil retirar a un candidato de ese tipo, en poco tiempo, si los votantes lo abandonan.
En cuanto a las desventajas, manifestó que este sistema promueve que cada candidato necesite llamar más la atención y para eso requiere de más plata. Recordó que antes la puja más grande era en las internas, sin embargo, con este desbloqueo, en las generales, la pelea de candidatos y candidatas seguirá siendo de todos contra todos.
Asimismo, indicó que se trata de un modelo electoral basado en individualidades, muchos candidatos acuden a mensajes más radicales, para tratar de sobresalir del montón.
«El peligro de este sistema es que haya un radicalismo más ideológico», dijo, haciendo hincapié en que el modelo de listas desbloqueadas insta a los candidatos a inyectar grandes cantidades de dinero, pero que a su vez, el riesgo de la radicalización de discursos para ganar notoriedad también es una constante.
La representación puede ser solo para un sector
Carrizosa explica que para lograr un cargo en el Senado se calcula que cada candidato necesita entre 40.000 o 60.000 votos, para asegurarse un escaño.
«Entonces, no importa si el resto del país le odia a un candidato, si tiene 60.000 votos. Eso hace que el Congreso esté más dividido y sectorizado. El Senado se vuelve más particularista, más regional, mucho más nivel bajo», dijo el especialista.
Según Carrizosa, al candidato no le va a importar lo que el resto de los ciudadanos quiera, si logra asegurar a un sector de 60.000 votos, y además apuntó que el Senado que surja bajo esta nueva modalidad electoral, va a ser más similar a lo que es la Cámara de Diputados de hoy.
Ejemplificó, que a la hora de ejercer el mandato, eso puede generar problemas con el presupuesto general. «Si yo represento a una ciudad del interior, entonces con tal de que esa ciudad reciba lo que yo tengo que darle, ya sea un puente u otra obra, para asegurar mis votos para una reelección; no me importa el presupuesto general», refirió.
Sostuvo además que, con este sistema, hay cierto incentivo para que los legisladores tengan una cierta irresponsabilidad fiscal.
El peligro de diluir el tercer espacio
Los sistemas electorales, facilitan que los sistemas políticos tengan más o menos partidos, explicó Andrés Carrizosa. Citó, que en Brasil, por ejemplo, existen 11 partidos, mientras que en Estados Unidos funciona el bipartidismo.
No obstante, hizo énfasis en que a nivel local, el Partido Colorado y el Partido Liberal tienen una coordinación mínima para mantenerse juntos en el primer espacio en los últimos 30 años. Entonces, consideró que, para conquistar ese tercer espacio, es necesario que se puedan agrupar todos los demás movimientos, de lo contrario, los grandes beneficiados de esta dilución, son los partidos tradicionales.
«Si llegan fragmentados, se diluye el tercer espacio y se le da más fuerza a los primeros dos espacios. La existencia de muchos partidos y movimientos no institucionalizados, al final le favorece a los partidos tradicionales», recalcó.
El trabajo de consolidar la unidad en la oposición
La senadora Esperanza Martínez (Frente Guasu), conversó con RadioCast25 resaltó que las internas se desarrollaron en una jornada interesante, aunque reconoció que desde la Concertación esperaron mayor cantidad de votantes independientes.
No obstante, expresó que esta jornada sí dio una muestra de que se está consolidando esa idea de una Concertación Nacional, que apuesta a un cambio duradero en el país.
«Más aún ahora que se ha consolidado el liderazgo del Partido Colorado. Se debe dar la unidad y confrontación con este gobierno y sistema responsable de tanto daño económico, social y político al Paraguay. Tiene que ser derrotado en el 2023. Estamos con mucha esperanza de que la unidad se va a concretar. Nos toca consolidar, apostar y trabajar duro, porque nuestro adversario, es un adversario muy importante», concluyó.
El desafío de integrar un Congreso más diverso
Rafael Filizzola, exministro del Interior y candidato a Senador del Partido Democrático Progresista, explicó cómo van a avanzar en las listas a partir de las elecciones internas. La idea es concretar la integración de la lista conjunta para el Senado con otros partidos que forman parte de la Alianza que impulsa la candidatura de Efraín Alegre y Soledad Núñez.
«De acuerdo a lo que establece la ley, hicimos un acuerdo. Al Partido Liberal le corresponden tantos lugares. De acuerdo a cada orden, se integran la listas que son parte de la Alianza», dijo Filizzola.
Reconoció que el desafío que tiene la Concertación es hacer una campaña más eficiente a efectos del interés del elector, de modo a recobrar su confianza como una alternativa legítima al Partido Colorado.
«Con toda seguridad vamos a contar con menos recursos que el Partido Colorado. Tenemos que hacer una campaña eficiente porque tenemos que tener un buen Congreso, no solo ganar la presidencia», finalizó.
