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Plantación estratégica de árboles, para mitigar raudales y altas temperaturas

Las noticias con frecuencia muestran árboles caídos sobre casas, vehículos y cableado luego de los temporales, sin embargo, la solución no está en sacar los árboles de la ciudad, sino en que las municipalidades los planten estratégicamente. ¿Por qué es importante mantenerlos? No solo dan sombra y reducen las altas temperaturas en las ciudades, sino que además ayudan a mitigar los peligrosos raudales. En este material abordamos la importancia de la plantación estratégica, cuidados y la cuenta pendiente en cuanto a podas especializadas.

Los árboles son talados para construir nuevos edificios, porque ‘ensucian o rompen la vereda’, o porque son considerados un peligro durante las tormentas. En esos casos, cuando finalmente deciden «retirarlos», pocas veces se ve, que vuelvan a plantar otro árbol en su reemplazo.

Algo muy frecuente también es la denuncia de vecinos de que los árboles son mutilados, incluso cuando están floreciendo, por personal de la ANDE, con el objetivo de que no interfieran con el cableado. Las denuncias, cada año, son las mismas y las respuestas sin soluciones, también.

La mala gestión de las estructuras verdes, como lo son los árboles, en varias ciudades como Asunción y el Área Metropolitana están a la vista.

En el último verano, principalmente en el mes de enero, la temperatura en la capital superó durante varios días los 40 °C. Pero no solo se trató de un calor insoportable, también se registraron intensas lluvias que causaron estragos tanto en Asunción como en las ciudades aledañas: suspendiendo festivales de música, arrastrando autos, destruyendo casas e incluso cobrándose vidas humanas.

No son los acondicionadores de aire, sino los árboles los que mejoran la temperatura en las ciudades

Durante los meses más calurosos en Paraguay, la solución para muchas personas fue encender el aire acondicionado, porque prácticamente no había otra opción. Sin embargo, es necesario hacer hincapié en que hay maneras más sostenibles de mejorar la temperatura de todas las ciudades, de una manera en que no se gaste energía eléctrica, que sea más refrescante y menos contaminante.

El biólogo, Raúl Rivarola –máster en bosques, medios de vida y arborización urbana con especies nativas– explicó a Latitud25 que los árboles mejoran el confort térmico en calles, plazas, parques y jardines, mitigando el efecto isla de calor de las ciudades.

«Reducen la contaminación del aire, porque aparte del dióxido de carbono, el follaje y la corteza de los árboles capturan partículas contaminantes. Por ejemplo, los árboles con hojas peluditas como las del Lapacho Amarillo o del Kamba Akã son ideales para descontaminar el aire, porque los pelitos actúan como capturadores. Esto también ocurre con los árboles con corteza rugosa,», comentó.

Agregó que además de ser captadores, los árboles son grandes reservorios de carbono que asimilan a través de la fotosíntesis.

En ese contexto, hizo una importante aclaración: atendiendo que estos árboles, ubicados en veredas y calles de lugares como el microcentro, captan la contaminación, no es buena idea usar ni las frutas ni las hojas o las cortezas de los árboles como medicina tradicional, porque ya tienen las partículas contaminantes en sus tejidos.

Según lo publicado, en febrero de este año, por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Madrid (España) está construyendo un muro verde alrededor de la ciudad, de 75 kilómetros, con la plantación de unos 500.000 árboles, con la finalidad de que anualmente absorban 175.000 toneladas de emisiones de efecto invernadero.

Pero los beneficios de la plantación correcta de árboles en las ciudades, no terminan con uno de los principales objetivos medioambientales como la reducción de gases del efecto invernadero, también generan otros aprovechamientos muy importantes.

Reducen los raudales peligrosos

En relación a la función de los árboles en materia de raudales, el especialista recalcó que los árboles permiten la filtración del agua en el suelo. «Al tener más espacios verdes con suelos permeables eso facilita la entrada del agua al subsuelo y debilita la cantidad de raudales peligrosos», recalcó.

Refirió que el problema actual de las ciudades es que la construcción de asfaltos y edificios pesados impermeabilizan el suelo, es decir, hacen que el agua de la lluvia no pueda filtrarse al suelo y además el agua de ese suelo no se evapora.

Leé la nota completa: Raudales son cada vez más devastadores, pero autoridades siguen sin atenderlos

«El suelo impermeabilizado deja de tener un intercambio de agua con el aire, eso puede hacer que el suelo sea muy seco o –donde hay agua que suele surgir a nivel superficial– se vuelva extremadamente húmedo, afectando las estructuras», detalló.

¿Cuáles son los árboles más apropiados para las ciudades?

Cuando se trata de plantar árboles para que Asunción sea una ciudad verde, es importante que esta labor no se haga al azar, ya que hay varios aspectos a tener en cuenta.

En primer lugar, Rivarola resaltó que existe una deuda con las especies nativas de nuestro país, es decir, «porque hay que saber que Paraguay es lo que es gracias a los bosques, más del 85% de los bosques de la región Oriental se destruyeron», recordó.

En ese sentido, consideró que es una cuestión de ética y de responsabilidad devolverle de alguna manera el lugar a las especies que fueron desplazadas.

Pero más allá que la cuestión de ética, también es necesario considerar aspectos más técnicos, como la altura de copa, si es que serán resistentes en ciertos lugares y la función que van a cumplir.

Veredas y cableados. Por ejemplo, cuando se van a plantar árboles en las veredas, hay que considerar que deben interferir lo menos posible con el cableado.

«Para mí los mejores árboles son las 30 especies nativas que recomendamos en la Guía para Arborización Urbana, que hicimos Germán González y yo. Cada una de estas 30 especies nativas tienen características particulares, algunos de los árboles que pusimos son más propios para la vereda de las calles, y otros para veredas con cableado bajo, especies como el sapirangy, cocú, el guaviyú y pacurí, que pueden resultar ideales para tener donde hay cableado bajo, pero no en cualquier lugar», explicó.

Cerca de edificios. Cuando se trata de plantar árboles en zonas con edificios grandes, se debe recordar que un edificio pesa mucho, por lo tanto, compacta el suelo. Para soportar esas condiciones de suelos más impermeabilizados los árboles ideales son el kamba akã, el casita y el sapirangy.

Asimismo, apuntó que algunos, que necesitan un poco más de sombra y humedad, como el manacá o azucena Paraguay, así como el cedrillo y el katigua pytã, pero reiteró que estos son más delicados.

Altura mínima, lugares y variedad de especies

En las ciudades, la altura de copa (que se mide desde el suelo hasta la primera rama estructural que forma la copa de un árbol) debe ser de 2,5 metros, para que no moleste a los peatones, es decir, para que la gente pueda pasar debajo, cómodamente, incluso con paraguas. «Todo ese tipo de cosas hay que pensar, en las ciudades tenemos que ser antropocentristas, es decir, todo tiene que estar pensado en torno al hombre», subrayó el biólogo.

En ese contexto, afirmó que para las avenidas y paradas de autobuses, la altura de copa debe medir idealmente 4,5 m. «Porque es un verdadero desastre Asunción en ese sentido, los árboles van creciendo con podas hechas por autobuses, tienen heridas que nunca se curan, que son entradas de hongos y termitas, que hacen que no se desarrollen bien, por eso es común ver árboles subdesarrollados.

Asimismo, además de mencionar la altura de copa, también apuntó a la necesidad de buscar una ciudad con más biodiversidad.

«Mientras más especies hay, más posibilidades tenemos de que se recupere un lugar, si es que viene una enfermedad que acaba con los árboles de la misma especie, algo que ya pasó en Madrid con los olmos, entró una enfermedad a causa del cambio climático y mató a todos los árboles en la ciudad», expresó.

«En Asunción el 70% de los árboles son lapachos rosados, si ingresa una bacteria y mata a todos los árboles de esa especie, nos quedamos sin el 70% de los árboles de Asunción, entonces si tenés solo el 5% de una especie y entra una enfermedad, va a morir solo el 5%, eso da mayor oportunidad a una recuperación. Hay que plantar muchas especies», ratificó.

¿Cómo y cuándo hay que podar los árboles?

En relación, a los árboles ya existentes, afirmó que la poda solo se hace si es estrictamente necesaria. «Lo que pasa en Asunción, debido al cableado, es que se necesita hacer una formación de túnel o de achicamiento para que quede debajo del cableado. Estas podas se deben hacer idealmente de cuatro a cinco veces al año para que se haga un buen túnel de cableado, por lo menos en los primeros años de formación», especificó.

Acotó que, por ejemplo, si se va a podar al final del invierno, no hay que podar cuando empieza a rebrotar el árbol, tiene que ser justo antes, porque advirtió que si podamos los rebrotes le estamos sacando gran vitalidad al árbol.

«Lo importante es que haya profesionales que lo hagan bien, porque los cortes tienen que ser certeros y tienen que ser buenos, para que la mínima superficie quede expuesta de la parte del árbol y así la herida pueda cicatrizar bien», detalló.

No obstante, también habló de la necesidad de buscar una solución a la disposición del cableado para que los árboles puedan crecer en su máxima extensión y puedan cumplir con todas funciones. «Al igual que la función de los cables, los árboles cumplen una importante función, deben ser considerados como una infraestructura verde, que hace que la ciudad sea más habitable», referenció.

Deuda pendiente de las autoridades locales y nacionales

Toda la falta de planificación que existe actualmente en las ciudades, además de los malos procedimientos para podar, y en muchos casos mutilar árboles, tiene que ver con que las Municipalidades ni la ANDE cuentan con técnicos arboristas, especializados en hacer una buena gestión del arbolado.

«No existen profesionales especializados en arboricultura en Paraguay, yo tuve la posibilidad de tener un modulo de silvicultura tropical urbana, en la Technische Universität Dresden, Alemania. Algunas personas tienen una materia optativa de silvicultura urbana en la Facultad de Ingeniería Forestal de la UNA, pero es solo una materia, eso no hace profesionales idóneos», cuestionó.

Apuntó a que lugares como el SNPP deberían ofrecer cursos de especialización de arboricultura de seis meses o de un año, para personas que tengan vocación de ser podadoras profesionalizadas y bien pagadas. En ese punto, indicó que los técnicos que se encargan de podar, y treparse a los árboles tienen una profesión de riesgo, para lo que deben tener un pago adecuado.

Entretanto, en Asunción cada vez que se poda un árbol hay un pasapelotas entre la Municipalidad capitalina y la Administración Nacional de Electricidad (ANDE). Los árboles se siguen plantando y talando sin ningún tipo de planificación pensada en los efectos que eso puede tener en la ciudad a futuro.

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