La pandemia del COVID-19 y las restricciones que se impusieron en un principio generaron cambios en todos los sectores y esa no fue la excepción en el ámbito inmobiliario, ya que también generó una suerte de migración habitacional hacia ciudades del interior del país, fuera del égido del Área Metropolitana de Asunción.
Si bien algunas personas decidieron volver a sus ciudades natales mientras duren las restricciones, porque no pudieron seguir costeando los departamentos o casas alquiladas en Asunción y alrededores, otras parejas o familias con mayor caudal económico optaron por mudarse a las ciudades veraniegas como San Bernardino y Altos.
Al respecto, RadioCast25 conversó con Raúl Constantino, presidente de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios (CAPADEI), para analizar cómo se dio este fenómeno, cuáles son los precios que se manejan y si estas ciudades están preparadas para alojar estas inversiones en urbanización.
Constantino reconoció que el gran disparador fue la pandemia. Explicó que debido al aislamiento y las restricciones para ir de vacaciones al exterior, eso generó un movimiento hacia San Bernardino y consecuentemente un incremento de la demanda inmobiliaria en esta localidad.
«Vimos que la gente se sintió encerrada y buscó la naturaleza, eso impulsó la ida a San Bernardino que hasta hoy continúa. Un caso particular, recientemente, nos tocó entregar una casa a una familia que se quedó a vivir y creo que en esa línea mucha gente tomó esa decisión, pero veremos sí esa decisión continúa al final de la pandemia y San Bernardino sigue siendo una ciudad veraniega», expresó.
En ese sentido, resaltó que además de San Bernardino, las ciudades aledañas como Altos y los terrenos que se encuentran sobre la ruta Luque-Samber, se han convertido en zonas de una notable inversión privada, a juzgar por la revalorización de las tierras, luego de la construcción de esta conexión vial.
¿Estas ciudades están preparadas para crecer?
Raúl Constantino respondió que no y agregó que Asunción también está detrás del desarrollo que tiene, destacando que la inversión privada supera ampliamente la pública.
«Asunción está atrasadísima en infraestructura, tenemos problemas viales, tenemos problemas de transporte público, tenemos un gran problema que se va a ver un poco más adelante que es la falta de espacios verdes. Tenés que tener en cuenta que la ciudad mientras más crezca en habitantes más necesita espacios verdes», enfatizó.
Insistió que la capital nacional desde hoy ya está atrasada y ni qué decir de las ciudades del interior. «Esa es una triste realidad, que el desarrollo de la inversión privada, siempre está por delante de la inversión pública. En otros países, primero va el desarrollo de la ciudad, después de la inversión, acá lastimosamente si vamos a esperar el desarrollo de la ciudad, no vamos a ir nunca a ningún lado», opinó.
Samber: Una ciudad para la clase media-alta
La realidad es que por el auge inmobiliario y el tipo de terreno que se compra en San Bernardino, estos no son accesibles para la mayoría.
El titular de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios reconoció que al analizar los precios de los lotes y el tipo de emprendimiento inmobiliario que se está desarrollando en San Bernardino, se nota que todo está apuntado para la clase media alta.
«La tierra es cara, así como las propiedades que se están haciendo, hay productos millonarios en dólares. Hay una gran inversión y la apuesta de la gente a la ciudad de San Bernardino. Es una tendencia que se va marcando por la comunidad», puntualizó.
Señaló que San Bernardino tiene hoy costos, dependiendo del lugar, que pueden ser más caros que un terreno en Asunción.
«Las casas que se están haciendo son de mucho valor, no son casas chiquititas, son casas importantes. La tierra, dependiendo del lugar están igual que Asunción ahora. El promedio es USD 250 a USD 350 por m2, el valor de una propiedad bien ubicada, ahora, son terrenos más granes, no es un terreno de 12×30. Los terrenos en este tipo de lugar necesitan mayor superficie porque la gente quiere un espacio de esparcimiento», apuntó.
En este caso, como el de otras ciudades, reflexionó que a la ciudad de San Bernardino le agarró desprevenida este auge, ya que no está preparada para expandir sus servicios básicos de agua potable, desagüe cloacal y ni qué decir del transporte público, que es una materia pendiente para esta localidad.
Loteamiento de zonas protegidas
Este auge de gente que busca terrenos en San Bernardino, aparentemente hizo que la Municipalidad modifique su plan de ordenamiento urbano, según denunció meses atrás el titular de la Comisión Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su Cuenca (Conalaypa), Renato Máas.
Lo preocupante de esta situación es que al ampliar la zona urbana del municipio, esta se extendió hacia el área silvestre protegida, sin tener una declaración de impacto ambiental, según las denuncias que recibió la Conalaypa a través de su página web.
Máas había resaltado que el problema, además de violar la normativa, es que esta modificación puede generar daños al ecosistema, como es el lago Ypacaraí, ya que este municipio tiene una gran responsabilidad en la conservación de la cuenca del lago.