Palabras como “gua’u”, “ja’umina”, “oima”, “che kuerái” son algunas de las que se utilizan con frecuencia por los paraguayos que hablan en castellano, sin embargo, la mayoría de los guaraní hablantes tiene vergüenza de conversar en su idioma natal fuera de su entorno.
El estigma hacia esta lengua oficial del Paraguay es uno de los principales obstáculos para que el guaraní recupere fuerza en todos los ámbitos. Al respecto, Ladislaa Alcaraz de Silvero, ministra de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, habló en RadioCast25 sobre el desafío de revalorizar a uno de los elementos de identidad nacional más importantes del Paraguay.
La especialista en lingüística resaltó que puede impedir un aprendizaje fácil del idioma el aspecto actitudinal de las personas, es decir, los prejuicios.
“El guaraní está asociado a la pobreza, a la ignorancia, que es de los campañeros, que es valle, que con el guaraní no hay desarrollo… Entonces hay esos estigmas del guaraní y eso puede afectar mucho la motivación, pero en la medida en que uno se dé cuenta de que no manejar guaraní en Paraguay es una limitación, porque te impide comunicarte con paraguayos guaraní hablantes, esto puede cambiar”, insistió.
En ese contexto, resaltó el ejemplo de los países como Nueva Zelanda, que lograron mantener su idioma étnico, el maorí. Esto permitió que no solo una gran cantidad de personas lo siga utilizando en su vida diaria, sino que el carácter oficial del idioma hace que todos los textos o documentos oficiales, así como la señalización de tránsito, entre otros, deba estar tanto en inglés como en maorí.
“Imagínense un idioma internacional como el inglés fue a imponerse, pero ellos lograron el uso equitativo de ambas lenguas, nosotros no necesitamos mucho, necesitamos convencernos de que Paraguay puede ser bilingüe”, enfatizó.
Asimismo también dio el ejemplo de País Vasco que lleva 30 años de gestión lingüística para recuperar su idioma, pero aún así apenas llega al 40% de la población. Sin embargo, recalcó que en Paraguay, contamos con más del 70% de población juvenil que es guaraní hablante, un factor particular de la lengua. “Ellos (desde País Vasco) nos dicen: ustedes tienen oro, porque tienen guaraní hablantes”, subrayó.
Problemas con la enseñanza
Ladisláa también insistió en que el enfoque de la lectoescritura a la hora de enseñar también es un problema.
“Llegan los jóvenes bachilleres que te escriben sin errores ortográficos en guaraní, que leen textos que le ponés, pero le pedís que haga un comentario sobre eso o que exprese un enunciado en guaraní, y no puede. Eso significa que codificó y decodificó bien la lengua, pero no la posee en la expresión oral”, explicó.
Además dijo que es necesario distinguir la expresión correcta para usar en nuestro entorno y la expresión protocolar para lugares más serios o formales.
“Lo que tenemos que ir diferenciando es la situación comunicativa en que usamos el guaraní, grupos sociolingüísticos, ámbitos en los que usamos, funciones comunicativas básicas y niveles de lenguaje –si va a ser el nivel coloquial o más formal. Todas estas aristas deben considerarse a la hora de desarrollar una habilidad lingüística en cualquiera de las dos lenguas”, comentó.
Potencial económico
Por otra parte, dijo que el guaraní también tiene un potencial económico que aun no ha sido explorado debidamente. Refirió que si el país tiene una industria cinematográfica, se va a necesitar a un guaraní hablante para hacer doblajes, guiones, traducciones, digitalizaciones, y diagramaciones.
“Cuando nuestro Estado sea bilingüe, cuando se normalice el empleo escrito del guaraní, esto va a tener un gran potencial económico, en la industria bibliográfica, en los medios de comunicación, ahí la gente va a querer saber guaraní, porque va a ganar dinero”, sostuvo.
Finalmente instó a la ciudadanía a que no tenga miedo de hablar nuestro idioma. “Eso va a pasar cuando logremos liberar el guaraní, que está solapado, que está en la clandestinidad oculta, cuando los guaraní hablantes hablen en guaraní, van a liberan su ser”, concluyó.
Cabe recordar, que desde el 22 de junio último, según el Art. 51 de la Ley 4251/10 “De Lenguas”, se cumplieron los tres años de plazo para que se inicie el período de exigibilidad en el uso escrito oficial de la lengua guaraní en Paraguay.