El Papa Francisco no le tiene miedo a hablar de género, ni al estigma que le impusieron a esa palabra en Paraguay. En varios discursos, a lo largo de los años, Mario Bergoglio ha expresado la necesidad de que los católicos vivan plenamente en un sistema basado en la igualdad de género, para erradicar las diferencias entre hombres y mujeres.
En un reciente discurso, expresado en el aula Pablo VI del Vaticano, lo hizo de nuevo. Esto fue durante una audiencia con la «Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL)». En esa oportunidad, hizo énfasis en la necesidad de erradicar la discriminación y la desigualdad de género, de modo a generar mejores las condiciones laborales para todas las personas.
Cuestionó por qué una mujer tiene que ganar menos que un hombre y también criticó que una mujer sea despedida de su puesto de trabajo para que el empleador no deba pagarle la maternidad.
Sin miedo a hablar de la desigualdad de género
Esta audiencia, realizada este 19 de diciembre último, no fue la única vez en que el Pontífice habló sobre la desigualdad de género. Ya en abril de 2015, el Papa calificó como un escándalo la desigualdad de retribución entre géneros, y reconoció que los católicos debían esforzarse más para eliminar las discriminaciones.
«Como cristianos tenemos que ser más exigentes para llegar a esta meta. Por ejemplo, sostener con decisión el derecho a igual trabajo, igual salario. La desigualdad es un puro escándalo», refirió.
Asimismo, el 8 de setiembre, Francisco afirmó que la vocación de los católicos «es hacer concreta y evidente la llamada a la unidad de todo el género humano«.
Además, señaló que delante de Dios, «las diferencias no tienen consistencia gracias a la salvación realizada en Cristo».
«Ambigüedades» de la palabra género
Paraguay no se encuentra ajeno al resurgimiento de movimientos políticos radicalizados, que militan activamente por impedir la conquista de derechos civiles. Así como por derogar normativas ya vigentes que garanticen el acceso a derechos básicos, como la educación o salud de calidad.
El motivo de su activismo político: la intromisión de una supuesta agenda globalista que busca instaurar una ´ideología de género´, a la que combaten desde diferentes frentes y con gran intensidad.
En este sentido, el exministro de Educación y actual senador cartista afín a grupos religiosos, Enrique Riera, había pedido que se retire del Plan de Transformación Educativa la palabra «género», porque aseguró que es un término «ambiguo» que daba miedo a los padres.
Además, la concejala departamental de Patria Querida, Sandra Miranda, autodenominada «católica y provida», habló de la existencia de un derecho a discriminar, en plena audiencia pública en el Congreso Nacional para discutir la derogación de fondos de cooperación para el sistema educativo paraguayo.
“Nos hicieron creer que discriminar está mal, y yo no estoy dispuesta a renunciar a mi derecho a discriminar”, expresó en el mismo contexto, defendiendo férreamente la postura de estos grupos radicalizados.
Sin embargo, la máxima autoridad de la iglesia Católica, el propio Francisco, apunta al reconocimiento de los derechos con enfoque de género y pide erradicar la discriminación.
Hasta su jefe lo dice, pero Edmundo no
Edmundo Valenzuela, ex arzobispo de Asunción y miembro de movimientos religiosos con incidencia en procesos educativos, satanizó en varias ocasiones el enfoque de género.
Había manifestado estar en contra de que se utilice este término, trayendo a colación supuestos proyectos extranjeros. En 2019, manifestó que “no es lo mismo tolerar que aceptar todo, no es lo mismo promover la familia que promover la ideología de género”.
Posteriormente, hizo declaraciones similares en el marco del rechazo al entonces Plan de la Niñez y la Adolescencia.
“Es impresionante el tsunami que se avecina a nuestro país, proveniente de las Naciones Unidas, de la Unión Europea y de la Organización de los Estados Americanos. En el interés de reducir y controlar la población mundial, a través de los programas de los diversos ministerios del Gobierno, aparejado con conceptos ambiguos de ‘enfoque de género’ y de ‘educación sexual integral’”, dijo Valenzuela el 6 de diciembre de 2020.
Más recientemente, incluso cuestionó que se agregue la palabra género en documentos oficiales de gobierno y que se avance hacia el empoderamiento de las mujeres.
“Sin duda (El Plan de Transformación Educativa) tiene sus aspectos positivos”, dijo el ex arzobispo, pero dijo que el documento «está basado en la Agenda 2030», que incluye “ideologías de género, empoderamiento de la mujer y aspectos de derechos humanos con relación a la orientación sexual”.