Las consecuencias de la contaminación, la precariedad en las redes de distribución y saneamiento, la falta de reglas claras en el uso y aprovechamiento de recursos hídricos, así como los efectos que guardan relación con el cambio climático, pueden impactar directamente en la disponibilidad del agua.
Es por eso, que al nuevo gobierno de Paraguay le urge tomar medidas para cambiar esta realidad. Santiago Peña, que asume en agosto próximo, tiene el enorme reto de posicionar esta problemática en el check list de prioridades políticas. Esto a modo de garantizar el acceso a agua potable y saneamiento para todos los habitantes del país.
Actualmente, existen planificaciones, así como también un proceso de reglamentación que podrían lograr el cometido de que todos y todas accedan este recurso. Sin embargo, sin voluntad política no podrán avanzar. Por un lado, está el Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento, que debe implementarse, y la ley de Recursos Hídricos, a la cual todavía le falta reglamentación, luego de 15 años de su aprobación.
¿Tendrá el nuevo gobierno la capacidad de trabajar en políticas públicas integrales, hablar de seguridad hídrica, y arbitrar las diferencias entre los usos del agua: sociales, económicos y ambientales? Los distintos sectores hablan al respecto.
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Medidas para mejorar la gestión del agua y la seguridad hídrica
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un estudio denominado “El sector de agua potable y saneamiento en Paraguay. Evolución y perspectivas”. El material propone una serie de medidas para mejorar el manejo del agua y la seguridad hídrica en Paraguay, que se enfrenta a desafíos como la contaminación, la deforestación y el cambio climático.
Entre las medidas se destacan el fortalecimiento del marco normativo e institucional y la implementación de planes de gestión integrada de los recursos hídricos. También habla de la inversión en infraestructura hidráulica, el monitoreo y la evaluación de la gestión del agua. Asimismo incluye la educación ambiental y la concienciación ciudadana, y la coordinación y cooperación entre los diferentes niveles de gobierno y los países vecinos.
También resalta la importancia de adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático, que puede aumentar la frecuencia e intensidad de eventos extremos como sequías e inundaciones.
Según el estudio, el desarrollo socioeconómico de Paraguay depende en gran medida del uso sostenible de sus recursos naturales. Por eso, es necesario conciliar las metas económicas, sociales y ambientales que permitan mejorar la calidad de vida de todos los seres y preservar los ecosistemas.
Una respuesta multidimensional
En ese contexto, el Banco Mundial realizó un estudio de diagnóstico del sector, denominado: “El Servicio de Agua y Saneamiento en Paraguay“. A través de ese análisis encontró que en Paraguay el esquema de gobernanza actual del sector se encuentra fragmentado, con funciones divididas, superpuestas y descoordinadas.
La investigación del Banco Mundial considera que no hay una sola recomendación que pueda aplicarse. Más bien, apunta a que se debe trabajar desde varios ángulos.
Las principales recomendaciones que arrojó el reporte fueron:
- Mejorar la coordinación. Esto se puede hacer, por ejemplo, identificando responsabilidades y funciones inequívocamente en las instituciones.
- Disminuir la tensión entre las funciones de liderazgo y posicionar el rol de la rectoría.
- Asegurar que todas las inversiones –que llegan al sector, ya sean de cooperaciones, binacionales, o fondos públicos propios– respondan a un marco de planificación que tenga criterios claros de priorización, características técnicas mínimas, y se asegure la operación de los sistemas.
- Comenzar un proceso de formalización de los prestadores para evitar superposiciones.
- Realizar una revisión del marco tarifario, para garantizar la sostenibilidad financiera y el bienestar social.
Agrupar a prestadores y universalizar el acceso
Por su parte, Hugo Ruíz, titular de la Dirección de Agua Potable y Saneamiento (DAPSAN) dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, afirmó que el desafío del próximo gobierno consistirá en cómo hacer para agrupar a los prestadores. Agregó que de esa manera, será más sostenible y eficiente el sistema.
Resaltó que es necesario que todas las instituciones que tienen parte, se ocupen del tema de Agua y Saneamiento. En ese punto, también consideró que la prensa y la ciudadanía en general deben interesarse en esta área, porque este tema es importante para todos, ya que al hablar de Agua y Saneamiento, también hablamos de salud pública.
“La OMS y OPS hablan de que la inversión de USD 1 en Agua y Saneamiento, le ahorra USD 5 en salud pública. Además un estudio reciente del Banco Mundial nos cuenta que la falta de inversión en Paraguay en materia de Agua y Saneamiento nos está haciendo perder 1.6% del PIB año”, subrayó.
Sostuvo que es necesario universalizar el servicio de agua potable. “Esto significa que llegue al 100% de nuestros compatriotas”, indicó.
Asimismo, reconoció que difícilmente se alcance ese objetivo en un solo periodo. Sin embargo, recalcó la importancia de que ya se inicie decididamente la búsqueda de que el servicio llegue a todos.
En el Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento (PNAPS) actualizado por la DAPSAN en marzo de 2023, se establece que Paraguay requerirá una inversión mínima de más de USD 6.000 millones para expandir la cobertura de servicios APS. Sin embargo, para garantizar la calidad del servicio, se necesitarán inversiones adicionales para llevar a cabo acciones de rehabilitación y mantenimiento de las infraestructuras existentes.
En el documento también se menciona que debido a la falta de cobertura y calidad adecuada de los servicios de APS, se estima que Paraguay pierde aproximadamente el 1,63% de su Producto Interno Bruto (PIB). Esto representa una pérdida anual de USD 451,1 millones.
Por lo tanto, se considera que la única manera de lograr los niveles de inversión y ejecución necesarios es mediante una estrategia agresiva de movilización de recursos. Esta estrategia debe incluir tarifas más adecuadas, para garantizar la sostenibilidad de los sistemas y un aumento de la inversión a través de la participación del sector privado.
No obstante, es necesario fortalecer el marco institucional y normativo para atraer inversiones privadas al desarrollo del sector de APS. Asimismo, reconoce la importancia de definir estrategias para la participación activa de los gobiernos municipales en el financiamiento del sector.
Piden que todas las opiniones sean tenidas en cuenta
Enrique Duarte, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), reconoció que el agua es un recurso sumamente valioso, en generación de energía eléctrica, y en la vida en general. “Pero para la industria es además un insumo fundamental”, enfatizó.
En relación al proceso de reglamentación de la Ley de Recursos Hídricos, comentó que como gremio de la sociedad civil, fueron parte del mismo. Explicó que participaron emitiendo comentarios y expresando sus puntos de vista en representación de las industrias. “Como también lo fuimos en su momento durante el proceso de compilación de las normas ambientales en un solo cuerpo”, apuntó.
Comentó que como UIP esperan de este plazo de reglamentación, al cual fueron convocados, que la opinión de los diferentes sectores económicos sea tenida en cuenta. Consideró que en esa medida, el proceso podrá considerarse participativo.
“Además, como UIP estamos en puertas de la implementación de un Programa de Responsabilidad Hídrica para las empresas, que tiene por objetivo medir el volumen de agua dulce que utilizan en sus procesos, hacer un diagnóstico y ayudarlas en la optimización”, puntualizó.
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Esperan que gobiernos “cumplan con el acceso al derecho internacional del uso del recurso hídrico”
La pregunta de qué esperan del próximo gobierno también fue remitida a la ITAIPU que utiliza el agua para generar energía.
La binacional, respondió que el Tratado de Itaipú fue suscripto entre Brasil y Paraguay para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Paraná. En la 323° Reunión Ordinaria del Consejo de Administración de ITAIPU, coincidente con el cincuentenario de la firma del Tratado de ITAIPÚ, la Dra. María A. Gwynn, miembro de dicho Consejo resaltó:
“Actualmente están plasmados principios fundamentales del Derecho Internacional para la utilización de un río que es compartido entre dos Estados, como son: el principio de la utilización equitativa y razonable, el principio de no causar daños significativos, y el principio de cooperación.
En ese sentido la ITAIPU es un actor muy importante en toda la región y ese rol que tiene se pudo ver también observar con el éxito de la “Operación Ventana de Aguas”, que con las prácticas estatales y el rol que tuvo la ITAIPU, alineado a estos principios, ha permitido que actualmente sea considerado como ejemplo mundial de una exitosa cooperación en la utilización de aguas transfronterizas.”
Por tanto, desde la entidad binacional, refirieron que ITAIPU Binacional, al estar constituida a través del Tratado, está sujeta al derecho internacional. “Se espera que los gobiernos de ambos países cumplan con los lineamientos fundamentales del derecho internacional para la utilización de sus ríos internacionales, tal como lo es el río Paraná”, agregaron.
Finalmente, aseguraron que “ITAIPU Binacional continuará trabajando en acciones que abarquen la seguridad hídrica, producción energética y protección de los ecosistemas terrestres; reconociendo los beneficios del fortalecimiento de la interdependencia entre estos diversos factores y acciones para el cumplimiento de los objetivos y planes estratégicos de ITAIPU Binacional”.
Sin reglamentación, no hay reglas claras
Cabe recordar que una de las instituciones que están involucradas en el sector del Agua, es el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible. En ese contexto, Latitud25 conversó con el director General de la Dirección General de Protección y Conservación de los Recursos Hídricos de la estatal, José Silvero.
Al ser consultado sobre qué debemos esperar del próximo gobierno, habló acerca de la necesidad de culminar el proceso de reglamentación de la Ley de Recursos Hídricos (Promulgada en el año 2007).
“Digamos que Paraguay no se puede permitir el lujo, de volver a perder la oportunidad de reglamentar un recurso tan importante para el país”, apuntó.
Silvero explicó que actualmente están trabajando para lograr la reglamentación. No obstante, señaló que falta consenso para que entre en vigencia.
Manifestó que el compromiso es tener ya los delineamientos técnicos listos. Agregó que lo lógico sería que el próximo gobierno avance con la reglamentación, para sentar las bases del juego para el uso sustentable y la preservación de un recurso tan importante como el agua, concluyó.
Para que el agua se convierta en un auténtico catalizador del desarrollo nacional, resulta imperativo que los diversos actores implicados en la gobernanza hagan hincapié en la necesidad de establecer normas claras y, a su vez, se comprometan a cumplir rigurosamente los compromisos previamente acordados. Este enfoque es fundamental para asegurar que el recurso hídrico desempeñe un papel protagónico en el progreso sostenible del país.
