Las drogas lícitas, como el alcohol y la nicotina están permitidas solo para personas mayores de 18 años, según la ley. Sin embargo, cada vez más jóvenes consumen alcohol o fuman tabaco desde más temprana edad. Si bien, este escenario era un secreto a voces, las cifras lo confirman.
Según la última publicación de la Senad, jóvenes de 17 años y más, en un porcentaje mayor de 70,8% han probado el alcohol alguna vez en su vida y el 52,1% en el último año. Igual, el consumo es alto en los que tienen uno o dos años menos; los encuestados de 15 a 16 años han referido que el 61,8% ha consumido bebidas alcohólicas este año.
Y más alarmante aún, los estudiantes de 14 años afirman en 40,7% haber probado alguna vez en su vida.
Estas estadísticas fueron reveladas por el Quinto Estudio Sobre: Prevalencia se Consumo de Drogas, Factores de Riesgos y Prevención. El trabajo fue elaborado y publicado por la Secretaría Nacional Antidrogas.
Al respecto Latitud25 habló con dos especialistas. Entrevistó a la Lic. Marta Rodríguez, del departamento de Prevención del Centro de Adicciones. También conversó con la psiquiatra clínica de consultorio Evelyn Bordón, vicepresidenta de la Sociedad Internacional de Profesionales del Uso de Sustancias y capacitadora internacional del Currículum universal de Prevención y Tratamiento.
En la siguiente gráfica, se encuentran por separado, las cifras en cuanto a las respuestas de hombres y mujeres, de entre 12 y 17 años de edad.
Efecto dominó del alcohol, el tabaco y los pods
El estudio, publicado por la Senad, refiere que la puerta de entrada a las sustancias ilícitas para muchos adolescentes y jóvenes, la abre el consumo de alcohol y el tabaco. Agrega que dentro de este escenario de sustancias licitas aparece el vapeador con sus diferentes esencias.
«Inclusive como lo vamos a ver en este estudio el mismo se encuentra por encima del tabaco, en cuanto al consumo, son socialmente aceptadas y de fácil acceso, no solo por el costo, sino por los lugares de expendio o venta de los mismos. Si bien existen normativas legales al respecto sobre la prohibición de ventas de dichas sustancias las mismas son totalmente vulnerables por el nulo control», subraya el documento.
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En ese contexto, Lic. Marta Rodríguez, recuerda que la mayoría inicia con el consumo de alcohol, tabaco, el vapeador o pod y después ya van a otro tipo de drogas. «Esto es un proceso, no es algo de la noche a la mañana, lleva su tiempo», añade.
Por su parte, la Dra. Evelyn Bordón reconoce que en la experiencia, el inicio del consumo de sustancias psicoactivas generalmente se ve con el alcohol, y en adolescentes, cuando en teoría esto esta prohibido.
Normalización del consumo
Otro punto, que influye en este efecto dominó, es que de alguna manera se ve una normalización de este inicio, ya que en la mayoría de los casos, es con anuencia de los adultos, refiere la Dra. Evelyn Bordón.
«El adulto mismo, y muchas veces la mamá o el papá son los que permiten. Porque yo veo que hay chicos que se juntan para un cumpleaños y toman un juguito y le ponen un “poquito” de alcohol. Entonces es como que se fue normalizando esta cuestión de consumo de alcohol en los chicos adolescentes, tipo 12 o 13 años, no hay puesta de límites, no hay restricciones a pesar de lo que dice la ley», agrega Rodríguez.
Los adolescentes son más vulnerables a las adicciones
¿Por qué es más alarmante el consumo de sustancias lícitas en personas menores de edad? La vicepresidenta de la Sociedad Internacional de Profesionales del Uso de Sustancias explica que el desarrollo del sistema nervioso central continua de una manera desproporcionada en el adolescente.
«Se da una plasticidad neuronal, esto quiere decir, que se encuentra mas vulnerable (más sensible) al impacto de las sustancias», remarca.
En cuanto, a cuándo la situación se vuelve más compleja y se convierte en una adicción, responde que existe una definición que entiende la adicción como una enfermedad crónica con la tendencia a recaídas caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de drogas. Esto, a pesar de experimentar consecuencias dañinas; el término más técnico es dependencia«, detalla Bordón.
Sin embargo, hablamos de progresión de consumo, donde se considera el Uso Experimental y el Uso ocasional, donde dadas las características, aun no hablamos de dependencia. No obstante, podemos hablar de un Trastorno por uso de sustancias Cuando tenemos un Uso Regular y Uso Compulsivo.
En ese contexto, es necesario señalar, que esta problemática va en aumento. «En general y no solo a nivel nacional, sino a nivel mundial el aumento de consultas fue potencial. Muchísima gente acude, busca consultar y busca tratamiento para adicciones», comenta.
¿Qué está fallando?
La respuesta es clara: aumenta la oferta y esta fallando la prevención, pero la prevención no pasa solamente por dar charlas a los adolescentes y escolares, sino por fortalecer el interior de cada niño o niña y adolescentes. Se deben establecer programas de prevención para todos, incluidas las familias, explica Bordón.
Recuerda que las drogas alimentan y prolongan los conflictos, y sus efectos desestabilizadores son para las personas que lo padecen; amigos, familias, así como su costo social y económico.
«Debemos enfocar las intervenciones en esfuerzos para capacitar mejor a los intervinientes, para improvisar menos, ya que no basta la buena voluntad. La prevención, tratamiento y apoyo en la recuperación se deben basar en evidencia científica, para el éxito de las intervenciones, además de implementar reformas estructurales que se reflejen en todo el sistema», enfatiza.
A su vez, Marta Rodríguez, del departamento de Prevención del Centro de Adicciones, también considera que es urgente trabajar con mayor ahínco en la prevención. Sostiene que esta prevención debe venir acompañada con el desarrollo de programas sociales, va a dar mejores resultados.
«Se debe trabajar con los chicos sobre la autoestima, capacidad de resolver problemas, capacidad de toma de decisiones y que sepan asumir las consecuencias de los actos», acota. Finalmente, reconoce que el Centro de Adicciones necesita de mayores recursos para poder trabajar más integralmente en paliar y prevenir esta problemática.