En Paraguay, no existen protocolos establecidos sobre cómo abordar los temas referente a la violencia contra la mujer ni los casos de feminicidios desde el punto de vista periodístico. Cronistas, escritores, conductores e incluso zocaleros en la mayoría de los casos se refieren a la mujer de manera machista, usando lenguajes y abordajes que juzgan y revictimizan.
La falta de protocolos rigurosos para cubrir estas historias, hace que sea recurrente leer titulares en periódicos o zócalos en noticieros centrales, en los que la idea que trasciende es que la mujer provocó la situación de violencia que sufrió, posicionándola a ella como la provocadora y no como víctima de un hecho que comprometió su integridad, dignidad y bienestar.
Consultamos a varias mujeres sobre lo que le hace falta a la narrativa de los medios para comunicar estas historias con respeto y equidad; y también analizamos un material periodístico sobre cómo cubrir feminicidios, procedimiento que en muchos medios, no es tenido en cuenta.
¿Cuáles son los problemas que se pueden detectar? Estas mujeres de diferentes sectores, coinciden en la necesidad de mayor capacitación para periodistas, redactores, reporteros gráficos y productores sobre temas de género y diversidad, de modo a derribar estereotipos y de promover la equidad en la cobertura de contenidos.
Más mujeres en cargos de decisión en medios
La mayoría de los medios en nuestro país, son liderados por hombres y sus contenidos, también. Tite Vera, comunicadora digital, habla de la importancia de que más mujeres accedan a cargos directivos en los medios de prensa, y que hasta puedan intervenir con perspectiva de género en el diseño y difusión de contenido de los distintos programas.
“Quizás ahora hay muchas jefas en las áreas de Recursos Humanos, en el área comercial y de diseño, pero queremos que haya más mujeres en la producción de contenidos”, enfatizó.
También habló de la necesidad de que tanto mujeres como hombres se sigan capacitando con perspectiva de género.
“En otros países de primer mundo, el periodismo está súper actualizado y aun así falta mejorar. En Paraguay, la brecha es mucho mayor porque ni siquiera hay interés en estos temas y muchos periodistas en cargos directivos ejercen el machismo y no dan lugar a las mujeres, más aún cuando se identifican como feministas. Cuando una mujer hace este reconocimiento público de que es feminista, los bloqueos en el trabajo empiezan con el acoso y la burla”, apuntó.
En ese contexto, Claudia Torres, comunicadora y especialista en estrategia digital, dijo que sería mucho mejor si hay más voceras en las marchas, además de asistir en las coberturas que tienen que ver cuestiones de género.
“Me ha tocado ver a un montón de periodistas hombres haciendo notas o entrevistas en la marcha, con tan poca información a mano, haciendo preguntas incluso tan fuera de lugar y completamente amarillistas”, manifestó.
Pidió más información y formación no solo para salir a comunicar, sino para cubrir este tipo de actividades, como las marchas del 8M, Día Internacional de la Mujer y el 25N, Día Internacional de la lucha contra todo tipo de violencia hacia la Mujer.
Capacitación para comunicar con perspectiva, diversidad y respeto
La activista trans y fundadora de Casa Diversa, Yren Rotela, insistió que hace falta comunicar con perspectiva de género. Agregó que esto va a permitir transmitir y analizar cómo los hechos afectan de forma diferenciada y desigual a todas las mujeres y personas de la diversidad sexual.
“El propósito de los medios de comunicación es, precisamente, comunicar con objetividad, informar es educar, transmitir, enseñar, formar opiniones respetuosas, por eso es vergonzoso que existan medios que sigan fomentando y promoviendo la estigmatización, cosificación y la violencia hacia todas las mujeres en su diversidad. Basta de estereotipos de género que nos discriminen y violenten”, sentenció.
Por su parte, Perla Álvarez Brítez, activista de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas (Conamuri), recomendó a la prensa que no emita juicios de valor.
“Que cuenten las cosas tal cual fueron o cómo ocurrieron, sobre todo cuando se trata de niñas madres creo que hay mucha irresponsabilidad”, manifestó.
Pidió por sobre todo, que sean justos y que se capaciten para buscar lenguajes más inclusivos. “Incluso sin necesidad de hacer uso de la terminología que se está utilizando en nuestros ambientes más sociales, sino que pueden ser más inclusivos con las propias herramientas que la lengua les permite”, enfatizó.
En ese sentido, también la aprendedora Gisselle Peralta, declaró que a los medios de comunicación le falta cultura de aprendizaje continua con respecto a todo lo que tiene que ver con la igualdad y equidad, pero hizo énfasis en que esto tiene que aplicarse de manera transversal.
“Justamente los medios de comunicación son los más responsables de moldear el lenguaje con el que se habla, de moldear la agenda pública, lo que se hace tendencia… Empezando por los titulares en que a los hombres se los menciona con nombre y apellido, pero a las mujeres se las menciona como una mujer candidata. Invisibilizan ciertos temas, entonces tener un aprendizaje constante es importante”, aseveró.
Más visibilidad a la mujer para erradicar desigualdades
Camila Zelada, futbolista profesional de la Selección Paraguaya de Fútbol Femenino, sostuvo que los medios de comunicación tienen una labor fundamental a la hora de luchar contra las desigualdades de género y eso se puede lograr con mayor cobertura de los logros de las mujeres.
“Puede ser por trasmisiones de partidos femeninos, de notas dirigidas a deportistas femeninas, de generar esos debates, de generar programas exclusivos de deporte femenino como existen de deportes masculinos. Creo que de esa manera se va a consumir más deporte femenino y también se va a poder atraer personas, organizaciones y marcas que apoyen el deporte femenino día a día, no solamente una vez al año”, concluyó.
La bióloga, docente y coordinadora de importantes proyectos de conservación animal, como el del Jaguareté en el Chaco Paraguayo, Andrea Weiler, dijo que hay situaciones que victimizan a la mujer en lugar de resaltar su gran capacidad.
“Somos ante todo seres humanos con sueños y los mismos derechos”, subrayó.
Cómo comunicar un feminicidio: evitar lo innecesario
Cabe señalar que entre una de las luchas feministas se encuentra erradicar la violencia machista, que en el peor de los casos termina en feminicidio. En los últimos tiempos, esto se volvió tendencia en la agenda de los medios, pero ¿cómo realmente se debe comunicar?
La Fundación Gabo, organización colombiana –sin fines de lucro– que promueve el periodismo ético, innovador, riguroso y de excelencia, publicó un material denominado ¿Cómo y cuánto debemos contar en los feminicidios?, escrito por la periodista española Cristina García Casado, que analiza un caso de feminicidio ocurrido en España, en 2018, de Laura Luelmo y la manera en que los medios se hicieron eco.
La periodista resalta dos aspectos principales: las palabras peligrosas con que los medios se refieren a la víctima y las entrevistas que se hacen a los vecinos.
La periodista afirma que los medios en sus titulares o manera de cubrir los casos usan “palabras peligrosas” para hacer descripciones de la persona o la actividad que estaba haciendo cuando la asesinaron: “una mujer atractiva”, “que andaba sola”, “que estaba alcoholizada” son algunas de las afirmaciones objetadas.
Estas palabras, de alguna manera, insinúan que la víctima tenía alguna culpa o responsabilidad en lo que le ocurrió.
En cuanto al testimonio de los vecinos, la escritora cuestiona las entrevistas realizadas a las personas que viven cerca de donde ocurrió el feminicidio o de la casa de la víctima. Afirma que estas notas con frecuencia no hacen más que juzgar la vida de la mujer y perpetuar ideas dañinas. “¿Qué aportan?”, cuestiona y ratifica que son comentarios callejeros que no traen nada bueno, que no suman de ninguna manera.
“Algunos periodistas no necesitaron ni a los vecinos. Salieron en televisión asegurando que Laura era -una niña muy prudente-. Tenía 26 años, dejemos de infantilizar a las mujeres. No tenía que ser o no prudente. Tendría que haber podido salir de casa y regresar viva”, escribe Cristina García Casado.
Finalmente, se pregunta qué de todo lo que se dice en los medios sobre los casos de feminicidio es real, objetivo y aporta de alguna manera o qué de todo lo que se publica es respetuoso para con el dolor de la familia.
A pesar de lo mucho que la sociedad fue avanzando en cuando a los derechos de las mujeres, todavía queda bastante por hacer en varios aspectos, partiendo desde la comunicación hacia las políticas públicas y de la responsabilidad de los mismos hombres para asumir su cuota de responsabilidad para revertir esta dramática situación que mata mujeres todos los días.
