Siempre nos vendieron la idea que solo los cuerpos esculturales o estilizados son los aceptables, los que tienen cierto color, tipo de piel o morfología. El body positive busca derribar esa idea hegemónica de responder a estereotipos físicos –principalmente si el cuerpo es delgado– para dar lugar a una retórica más amistosa con uno mismo, en la que tenés que quererte y valorarte tal cual sos.
La aceptación de nuestros cuerpos es importante como parte de la buena salud mental y el desarrollo social. En ese contexto, todo esta reconceptualización de cuidar la autoestima en armonía con la salud, ayuda a mucha gente a sentirse más plena, realizada y derribar ciertas creencias, sin embargo, hay personas que sostienen que eso implícitamente es promover la obesidad.
Quererse no puede ir en detrimento de la salud y es importante, en este punto encender las alertas para saber cuándo hay que hacer un cambio en el estilo de vida, porque ya no se trata solo de estética o percepción, sino más bien hablamos de una enfermedad como la obesidad. En ese contexto, cada 4 de marzo se celebra el Día de Lucha contra la Obesidad.
«La obesidad es una enfermedad que se debe a un cúmulo excesivo de grasa en el cuerpo y esto hace que se liberen cientos de neurotransmisores y sustancias inflamatorias que alteran el correcto funcionamiento del organismo», señala el Dr. Andrés Giménez, médico especialista en diabetología, obesidad y alteraciones metabólicas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se considera sobrepeso cuando una persona tiene Índice de Masa Corporal (IMC) igual o superior a 25, mientras que la obesidad se basa cuando el IMC es igual o superior a 30.
El 50% de los paraguayos tiene un trastorno de peso, ya sea sobrepeso u obesidad, según indicó Giménez.
La obesidad es peligrosa
La obesidad, no solo se trata de una cuestión estética, es la madre de cientos de enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes, síndrome de ovario poliquístico, hígado graso, trastorno en el colesterol y triglicéridos.
Como consecuencia también se puede dar un aumento de la probabilidad de infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular, hasta inclusive la muerte, explica el doctor Giménez.
No es solo falta de voluntad
Debemos entender que la persona que sufre de obesidad, no es porque quiere, no se trata de un problema de baja autoestima o falta de voluntad, sino que hay múltiples factores que determinan esa condición. Por eso, no debemos culpar ni discriminar a los pacientes con trastorno del peso, sino más bien encontrar la manera de ayudarles, manifestó el especialista.
Recordó que la obesidad no se trata solo de hábitos, es una enfermedad que puede deberse a múltiples factores: psicológicos, inmunológicos, endocrinológicos y se puede deber hasta a un desequilibrio entre los microorganismos presentes en el intestino, que van creando el terreno perfecto para el aumento de peso y hasta la capacidad de sostenerlo a lo largo del tiempo.
Agregó que también hay un factor genético importante. Las cifras señalan que el 80% de los hijos de dos padres obesos, son obesos; el 40% de los hijos de un matrimonio, cuando uno de la pareja es obeso, sufre de esta enfermedad y solo el 10% de las personas son obesas cuando ninguno de sus padres lo es.
Por su parte, la nutricionista Angie Paiva, también hizo énfasis en que la mayoría de las personas no llega hasta ahí por voluntad propia.
¿Cómo se trata?
El enfoque debe ser multidisciplinario; y el principal objetivo consiste en reducir la cantidad de las comidas y no, solamente en hacer ejercicios, afirma Andrés Giménez.
La actividad física de intensidad moderada ayuda a mantener el peso. Se necesitará entonces de muchas horas de ejercicio intenso para quemar la cantidad de calorías si es que se sigue comiendo de la misma manera.
Asimismo, resaltó que para casos especiales se pueden utilizar medicamentos anti obesidad o cirugías metabólicas.
El body positive ≠ promover obesidad
La nutricionista Angie Paiva consideró que el body positive es un movimiento muy positivo que permite o ayuda a las personas que están en una etapa de su vida, en que sus cuerpos están metabólicamente desajustados o quizás incluso ya en un proceso de descenso.
«Están en un proceso de sus vidas en que atraviesan por sobrepeso o obesidad, por diferentes motivos y esto les enseña a aceptarse o caminar hacia un proceso saludable. Hace más llevadero el proceso que una persona está viviendo», afirmó.
Aseguró que con su metodología de no dietas, busca que el paciente camine hacia lo saludable sin sentirse mal con la condición que su cuerpo tiene en ese momento.
Asimismo, resaltó que las apariencias, a veces, engañan.
«No todos los cuerpos delgados son saludables: ya que hay personas delgadas con diabetes, personas que pueden ser delgadas por genética pero por dentro tienen resultados alterados. También hay que decir que un cuerpo con sobrepeso tampoco es sinónimo de enfermedad, pero hay que tratar siempre de acercarse al mejor peso posible y controlarse», concluyó.
Por su parte, la psicóloga y terapeuta Patricia López Calderini subrayó que el body positive lo que busca es que una persona reconozca sus limitaciones, que acepte su forma saludable y no se exija de más o se sienta mal al compararse con estereotipos.
«Quizás yo ya bajé 30 kilos pero no encajo con los estereotipos que muestran en Instagram, pero si yo me estoy esforzando y estoy saludable; tengo que aceptarme como soy, eso es lo que busca el movimiento. No que busque ser igual a alguien y me tenga que sacar una costilla para tener una cintura pequeña», sostuvo.
Agregó que los cambios que uno haga en su cuerpo tienen que ser por voluntad propia, por sentirse mejor con uno mismo, por estar más saludable, no por lo que van a decir los demás o por gustarle a alguien.
El body positive fomenta el amor a uno mismo, que parte de la aceptación de las diferencias, puntualizó.
La importancia de la salud mental
La especialista también hizo énfasis en que las personas con obesidad sufren mucho todo el tiempo porque: no encuentran ropa fácilmente, porque tienen más calor debido a la grasa corporal acumulada, porque se sienten más cansadas al moverse, porque a veces no pueden ir al cine o les cuesta viajar en transportes de servicio público, y sienten constantemente culpa.
«Lo que hay que dejar es la culpa, no hay que sentirse culpable, una persona obesa está así porque algo está fallando en su organismo y a veces otra vez la culpa, le da ansiedad y hace que coman más. Es necesario soltar la culpa y hacer un cambio de estilo de vida, pero con acompañamiento profesional. En la mayoría de los casos se puede hacer algo», explicó.
También reconoció que el trastorno de la ansiedad hace que muchas personas coman en exceso y si no se trata, puede generar sobrepeso u obesidad, que acarrean las enfermedades citadas anteriormente.
López Calderini recordó que nadie es perfecto, ni está siempre positivo, ni está feliz todo el tiempo, como se muestra en las redes sociales. Ni una persona delgada, ni una persona con sobrepeso. «Las situaciones de la vida cambian y depende de la salud mental que no te afecten tanto o que puedas sobrellevarlas, o que tengas la resiliencia para salir del pozo cuando te caés», apuntó.
En ese sentido, recomendó hacerse un chequeo completo por lo menos una vez al año «y cuando digo chequeo completo hablo de la salud integral, no solo física sino también mental, porque nos guste o no, la mente controla todo», agregó.
¿Cómo ayudar a una persona con obesidad?
La profesional de la salud mental manifestó que si realmente sos del entorno directo de la persona y realmente querés ver una mejoría, podés expresarle tu preocupación con respeto, pero hablándole desde el punto de vista de la salud, que entienda que le vas a querer igual si está gorda o flaca o si tiene cualquier otra característica física, que eso no le cambia como persona, pero que es necesario hacer algo por una mejor calidad de vida.
«Le podés decir que le vas a acompañar a un profesional, pasarle recomendaciones y ojalá que te escuche a tiempo, porque muchas personas deciden buscar ayuda solo cuando pasa algún evento que les asusta, porque ya tienen una enfermedad o un factor peligroso», concluyó.