En una sociedad machista, que priva a las personas de un sistema de educación sexual integral y en la que existen profundos tabúes provenientes de religiones o convenciones culturales, es más frecuente que los hombres lleguen a un orgasmo, mientras que las mujeres no, según estimaciones de especialistas consultados. Algunas probablemente nunca llegaron a tenerlo o dejaron de hacerlo por diversas razones. Esto se denomina anorgasmia.
La anorgasmia es un término médico que habla de que una mujer no puede llegar al clímax en una relación sexual, o tarda mucho tiempo, lo que produce angustia. En este sentido, la sexóloga Alessandra Rojas, explica que quizás le puede ocurrir a algunos hombres, pero es exponencialmente más común en las mujeres.
Según un estudio hecho por la Universidad británica de Central Lancashire –en colaboración con la Universidad de Leeds, en Inglaterra– en base al comportamiento sexual de una muestra determinada de personas, el 80% de las mujeres que participó del estudio reconoció fingir un orgasmo o sobreactuar durante sus relaciones sexuales.
Esta falta de capacidad para llegar al clímax durante una relación sexual se puede dar por diferentes situaciones y en distintos momentos de la vida.
Las causas o motivos por los que se produce este fenómeno pueden ser varias y en ese sentido, podemos empezar hablando sobre la falta de información clara y responsable sobre la sexualidad en países como el nuestro. Esta falta de conocimiento sobre el entendimiento de nuestro propio cuerpo, genera incluso que las personas sientan pudor por explorarse, por tocarse, por conocer su anatomía.
¿Cómo detectar la anorgasmia?
La sexóloga Alessandra Rojas señala que hay criterios establecidos para saber si la persona está teniendo o no una anorgasmia.
En una consulta, se le pregunta la paciente cuánto tiempo hace que no presenta ningún orgasmo o si le sucede en todas las relaciones sexuales.
«Hay personas que nunca tuvieron un orgasmo, hay personas que tuvieron y ahora no tienen más. Vamos a usar un parámetro de seis meses de no sentir un orgasmo para considerar una anorgasmia. Ahí se debe intentar ubicar qué es lo que cambió entre el antes y lo que sucede ahora», explicó.
«Lo primero que se hace es buscar el motivo, hacer un chequeo general de todo el cuerpo, ver que todo está funcionando correctamente, porque el cuerpo nos envía señales cuando no está todo bien. Además el acompañamiento de la terapia psicológica, ir trabajando en educación sexual y el autoconocimiento también es clave», resaltó.
Hay mujeres adultas que nunca tuvieron un orgasmo
Quizás porque no existía ese autoconocimiento o se limitaron al rol que le impone la sociedad de satisfacer a su esposo y procrear, según la especialista consultada.
Comentó que algunas mujeres, casadas y ya mayores, ahora se enteran a través de datos que circulan en las redes sociales cómo es realmente un orgasmo y empiezan a tener más curiosidad al respecto, por la escasa información que siempre hubo sobre la educación sexual en Paraguay y ni qué decir de los tabúes.
«Para mí –y muchas personas van a estar de acuerdo–, el fin de la relación sexual no es un orgasmo, sino poder disfrutar del total de la relación, el orgasmo se va a dar como un efecto secundario si todo lo otro está alineado: si hubo estimulación de clítoris, la pareja está medianamente estable y se da en un marco de respeto, la mujer está en un momento en que puede entregarse al disfrute», comentó.
Acotó que en algunos casos, algunas personas no sienten una molestia o frustración por la anorgasmia. «Hay mujeres que igual disfrutan del sexo, por todo lo que implica este proceso. Si es que representa un problema para la persona, ahí es que nosotros empezamos a tratar», subrayó.
Causas de la anorgasmia
Falta de conocimiento. La especialista indicó que muchas personas ni siquiera saben dónde está ubicado físicamente el clítoris. Hay algunas que saben y otras que ni siquiera tienen idea. Entonces es necesario incentivar la educación sexual y el autoconocimiento.
Este autoconocimiento se da con la masturbación y es importante para llegar a un orgasmo, «porque ¿cómo vas a saber lo que te gusta, si no conocés tu cuerpo?», consideró.
Enfermedades físicas. Hay un par de enfermedades que pueden producir la incapacidad de disfrutar el sexo o llegar al orgasmo. Cuando algo no se ha detectado todavía, el cuerpo lo expresa de diferentes maneras. «En casos de cáncer o cirugías ginecológicas también se da esta anorgasmia», aseveró.
Trastornos psicológicos. Si una mujer está teniendo depresión, ansiedad o la imagen que tiene de su propio cuerpo no es positiva, también puede generar anorgasmia. En algunos casos, los medicamentos que se consumen para tratar estas patologías pueden incidir en la falta de apetito sexual y de disfrute.
Tabúes religiosos y machismo. La cultura machista que tiene relación con la religión también incide en la capacidad o falta de capacidad de la mujer para disfrutar del sexo porque hay culpa.
La cultura machista y dice frases como «la que disfruta es una puta’ y en la religión te instruyen a no tener relaciones hasta el matrimonio. «Te dijeron toda la vida que no tenés que tener relaciones y después de casarte tenés que hacerlo», explicó en cuanto a la «lógica» cultural sobre este tema.
También sostuvo que esto puede limitar la comunicación, es decir, evitar que una mujer hable abiertamente de lo que le complace o no durante la relación sexual. «El macho paraguayo tiene su ego y si vos le decís una cosa se va a enojar y te va a dejar, entonces una prefiere quedarse callada», acotó.
Según Rojas, la falta de comunicación también es un problema muy grave. Se cree que comunicarse es preguntar «hola qué tal ¿como estás?» o hablar sobre lo caro que está el combustible. Lo importante es la confianza que se logra en esas conversaciones que se llaman incómodas.
Insta a expresar los sentimientos como ‘esto no me está causando placer’, ‘me gustaría probar otra cosa’. «Esta timidez se da mucho de las mujeres hacia los hombres. Los hombres tienen un poco menos de vergüenza», puntualizó.
Problemas emocionales. Asimismo las presiones que se dan en el día a día pueden ser un problema, el ritmo de vida exigente, que genera estrés; la inestabilidad en la pareja o traumas en personas que pasaron por algún trauma como un abuso, también constituyen motivos para la anorgasmia.
La mujer es dueña de su orgasmo, no depende de otra persona
Para tratar la anorgasmia, hay que considerar que cada caso es diferente, si la causa es un problema físico, el tratamiento va por la vía médica.
No obstante, cuando sea emocional el motivo, se busca que la persona trate no pensar en lo que le preocupa en el momento de la relación sexual, para eso se puede ir trabajando en técnicas de relajación, como poner el foco en la respiración y así poder vivir el momento. «Es un trabajo amplio y completo el que se hace, ya que se debe trabajar dentro de un todo», indicó.
Reconoció que el disfrute del sexo depende 50/50 en la pareja dentro de la relación sexual, pero el orgasmo en sí, depende mucho de la mujer, porque la mujer es dueña de su orgasmo.
«Vos mentalmente ya te podés preparar, porque realmente para tener un orgasmo no necesitás de nadie más», resaltó.
O de Orgasmo, P de Placer y Q de Qué gusto
La Lic. Alessandra Rojas recordó que el orgasmo ayuda a liberar el estrés, al generar endorfinas, esas famosas hormonas de la felicidad, que es como renovarse de una manera mucho más fuerte que ir al gimnasio, que dormir una siesta o irse a la peluquería, que son actividades que dan gusto o generan placer.
«Ayuda también en el aspecto físico del cuerpo, ayuda a que el cabello sea más brilloso, la piel más sedosa, los ojos más brillosos y se liberan hormonas buenas para el cuerpo de la mujer, por eso el orgasmo es muy importante para todas las personas», concluyó.