Las imágenes que recorren los portales internacionales son alarmantes: casas arrasadas por fuertes lluvias, ríos desbordados, autos flotando y por otra parte, fuego consumiendo miles de hectáreas de bosques y algunos hogares.
Justamente, en relación a esta problemática la ONU publicó una artículo denominado: “Sequías, tormentas e inundaciones: el agua y el cambio climático dominan la lista de desastres”.
El material señala que de las 10 principales catástrofes registradas durante los últimos 50 años, las que han provocado la mayor cantidad de víctimas han sido las sequías con 650.000 muertes.
A este desastre, les siguen “las tormentas con 577.232; las inundaciones, con 58.700; y las temperaturas extremas, con 55.736, según el próximo Atlas de esta agencia de la ONU sobre mortalidad y pérdidas económicas debidas a fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos entre 1970-2019″.
¿Qué pasa con Paraguay?
Durante el 2020, en Paraguay, se produjo una serie de incendios forestales, además de varios otros en las ciudades y hasta en el vertedero municipal de Cateura.
La extrema sequía y la poca consciencia a la hora de quemar basura, generó un exceso de humo en Asunción y varias otras ciudades del departamento Central, al inicio de octubre de 2020.
En la mayoría de las localidades de este departamento, el aire era tóxico, lo cual empeoraba la situación de la pandemia, ya que obligaba a las personas a mantener las puertas y ventanas cerradas.
De igual manera, entre octubre y noviembre no llovió lo suficiente en la Cuenca del Plata. La falta de lluvias en los meses en que sí debía registrarse mayor cantidad de precipitaciones, hizo que la sequía empezara a agudizarse en el primer semestre de este 2021.
El pronóstico sobre los próximos meses
Según señala el pronóstico trimestral de julio, agosto y setiembre, de la Dirección de Meteorología e Hidrología se prevén precipitaciones, inferiores a la normal durante el trimestre considerado sobre gran parte del país.
Al respecto, Latitud 25 conversó con Raúl Rodas de la Dirección Nacional de Meteorología, quien ratificó que venimos arrastrando desde el año pasado esta situación, lo que se agrava más ya que en estos meses, no llueve lo suficiente e incluso se espera que las lluvias sean menos frecuentes de lo que suelen ser durante este lapso.
Todos estos factores hacen que los ríos, Paraná y Paraguay, sigan descendiendo, además la escasez de agua –en diferentes regiones del territorio nacional– hace que los cultivos no tengan suficiente agua para generar buenos promedios.
Asimismo, indicó que las bajas temperaturas, que se registraron durante el invierno, hacen que se sequen más los pastizales, cultivos y que esto sea combustible para que se generen más focos de incendio.
La situación no es alentadora
El meteorólogo afirmó que estamos en una situación crítica, porque la tendencia no es alentadora en cuanto a las precipitaciones que vamos a tener en el próximos trimestre.
“De hecho, hay una mesa interinstitucional: la SEN (Secretaría de Emergencia Nacional), la ANNP (Asociación Nacional de Navegación y Puertos) y la Essap (Empresa Nacional de Servicios Sanitarios), por citar algunas, en las que se están realizando actividades a fin de poder mitigar estas condiciones que estamos teniendo; se están articulando los mecanismos necesarios”, manifestó.
Explicó que en el mes de julio, según la estadística de los últimos 20 años, se registraron 2.250 focos de calor, según la media. Entretanto, en las primeras tres semanas de julio de este año se contabilizó un total de 3.978, casi ya el doble de lo que es la media de este mes.
Todas estas condiciones climáticas predisponen el ambiente como para que cualquier chispa puede hacer que se incendie un pastizal.
Rodas afirmó que lo más importante es generar conciencia, aseguró que en un alto porcentaje, los focos de incendio son productos de la actividad humana.
Por su parte, Ariel Oviedo, ministro del Ambiente, informa vía Twitter los focos de calor que se van registrando en todo el territorio nacional, cómputo que se actualiza permanentemente según se van expandiendo los focos de calor.
Además recordó que los incendios provocados en pastizales deben ser denunciados, previendo la afectación a la salud de miles de personas que se generó el año pasado, producto de los incendios forestales que arrasaron miles de hectáreas.
Asimismo, el director general de Biodiversidad del Mades, Rafael Sosa, resaltó en contacto con RadioCast25, que la cantidad de los focos de calor es alarmante. “Nos preocupa muchísimo las áreas silvestres protegidas, los parques nacionales”, subrayó.
Comentó que tienen ya estructurado un trabajo en el que están contemplando también las pistas en cada sitio, combustible, puntos de recarga de agua, si es que hay necesidad de mover los aviones hidrantes en caso de que se den más incendios de gran magnitud, como los del año pasado.
Dijo que si bien esperan que eso no se repita, una vez que suceda, la idea es tener una reacción más rápida.
En cuanto a los responsables de los incendios, señaló que hay investigaciones abiertas en la Fiscalía y también sumarios administrativos abiertos en el Mades a los propietarios de lugares donde se realizan quemas y desembocaron en incendios. No obstante, manifestó que es muy difícil a veces encontrar a los culpables de estos siniestros.
También insistió en que lo más importante es hacer una campaña de concientización. Remarcó que la franja de dominio de las rutas son muy sensibles con la cuestión de los cigarrillos o hay gente que realiza un asado o fogata. Agregó que cualquier chispa que no se apaga bien puede originar un incendio. “Más todavía ahora con mucha sequía, tuvimos helada y viento fuerte”, concluyó.
