Olas de calor extremo, sequía prolongada, huracanes intensos e inundaciones son algunas de las consecuencias de la crisis climática a la que se enfrenta el planeta. En la Semana Mundial de los Humedales, te contamos por qué son tan importantes para el equilibrio del entorno en el que vivimos, estemos o no cerca de ellos.
Para dar una idea, según datos de WWF Paraguay, el suelo de los humedales de turba –un tipo de humedal en el cual se produce la acumulación superficial– puede almacenar más carbono que las selvas tropicales. Además, logran retener un tercio del suministro de carbono del planeta, siendo que solo ocupan el 3% de la superficie terrestre.
Estos datos dan cuenta que los humedales sirven además como un regulador de la temperatura de la superficie terrestre, lo que hace su descomposición repercuta directamente no solo en la retención de carbono y la calidad del aire que respiramos, sino también en la potenciación de los episodios de calor extremo.
Los humedales son filtros naturales
La doctora en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable, Rafaela Laino Guanes, investigadora del Conacyt, que trabaja en diversas investigaciones sobre los humedales, explicó no solo la importancia de estos, sino los hallazgos del trabajo denominado «Aporte Multidisciplinario a la Eco-Hidrología de los Humedales del Chaco Húmedo».
Señaló que, a través de esta investigación, pudieron demostrar en el suelo del chaco paraguayo, que la calidad del agua es buena, gracias a la conservación de estos recursos hídricos. No obstante, reconoció que en las épocas más secas sí pudieron ver que algunos parámetros sobrepasaron los límites, pero consideran que eso es algo asociado a la estacionalidad producida por las sequías.
Asimismo, afirmó que otros parámetros de la calidad del agua, de igual manera estaban bastante bien. «Eso nos da la pauta de que esos humedales sirven de filtro de agua. Son tan importantes en la regulación del ciclo del agua como en la calidad de este recurso», remarcó.
A su vez, Osvaldo David Frutos, doctor en Ingeniería Química y Ambiental, indicó que los humedales además tienen la capacidad de afrontar sequías, contener fuentes de agua, son zonas de recarga de acuíferos, lo que es muy importante y más aún en Paraguay, en donde la mayor parte de la población se surte de agua subterránea.
También hizo referencia al aspecto de las inundaciones, los humedales sirven como una serie de esponjas, de modo a que, cuando hay crecidas de los niveles de los ríos, son capaces de absorber una gran cantidad de agua evitándonos que el agua se desborde del cauce original del río, provocando daños en las zonas aledañas.
Los rellenos de humedales son un peligro
Los especialistas reconocieron que es un peligro que, por ejemplo se rellenen los humedales, como lo que está ocurriendo en Sámber. Este caso hace referencia a la denuncia que varios organismos del Estado realizaron en contra de un desarrollo inmobiliario privado en la vera de la ruta Luque-San Bernardino.
En diciembre del año pasado, la Comisión Nacional de Manejo y Gestión del Lago Ypacaraí y su cuenca (Conalaypa), la Municipalidad de San Bernardino, la Gobernación de Cordillera y la Comisión de Energía y Recursos Naturales presentaron un pedido de revocación de la licencia ambiental de una empresa que procedió a rellenar terrenos que forman parte de los humedales que protegen al Lago Ypacaraí.
Este relleno forma parte de un proyecto de urbanización en la Fracción II – San Bernardino impulsado por el empresario Christian Domínguez.
Sin embargo, el 6 de enero, la Dirección de Asesoría del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), amparados por una acción de la Corte, dictaminó en contra de esa solicitud. De esa manera dio vía libre a la empresa para que realice el relleno de los humedales.
En ese contexto, Osvaldo David Frutos contó que todos los arroyos que desembocan en el Lago Ypacaraí, que vienen desde Pirayú, Itauguá, Areguá y todas las demás ciudades aledañas, son los que más contaminan. «
Esos arroyos traen consigo muchos contaminantes, por la falta de alcantarillado sanitario y la falta de tratamientos eficientes, por la desidia de mucho tiempo», manifestó.
Detalló que toda el agua que viene de esos arroyos pasan por humedales antes de llegar al Lago Ypacarí, entonces en ese proceso hay una depuración casi total de los contaminantes. «Si no existiesen esos humadales, el Lago Ypacaraí ahora estaría en peores condiciones», subrayó.
El pantano no es agua estancada
Laino Guanes comentó que también hay una tendencia similar a esta en el Chaco húmedo, pero en este caso se busca convertir los humedales en arrozales.
«Si uno dice: ‘No, son solo unas cuántas hectáreas, con una partecita no pasa nada’, en realidad, si la tendencia es que todo empiece a transformarse, claro que va a tener un efecto perjudicial», indicó.
Apuntó a que cuando uno habla de conservación, normalmente se piensa automáticamente en bosques nomás, pero resaltó que también hay otros ecosistemas, como los pastizales y los humedales que también deben ser conservados como corresponde y que no deben ser afectados.
«Nuestros humedales son igual de importantes, o los pastizales naturales, que siempre fueron pastizales. Ahí en nuestra zona de estudio hay un mosaico interesante, están los pastizales, donde se puede ver que en la parte más baja, los humedales, estos se transforman en riachos y después esto se transforma en ríos. Son metros de diferencia, pero tienen una diversidad importante», dijo la especialista.
Sostuvo además, que también pudieron ver que estos recursos naturales sirven de barrera contra los incendios, por lo que también lamentó esa tendencia de poner pasturas exóticas y retirar todos los humedales.
Comentó que estas premisas se pudieron comprobar gracias al proyecto de humedales, financiado por Conacyt en 2015. «El proyecto en sí está terminado, pero las conclusiones con ese trabajo, seguimos trabajando. Hace poco publicamos artículos sobre especies nuevas que aparecen. Hicimos otros estudios de captura de carbono», acotó.
La afectación económica
Laíno Guanes advirtió que si los humedales se secan, a la larga va tener también repercusión en la parte económica, porque si se secan estos recursos hídricos, se secarán consecuentemente los ríos y esto trae aparejados severos problemas económicos, como ya vimos con la gran sequía que viene afectando al país hace 3 años.
Entre esos inconvenientes se encuentra el encarecimiento del transporte para exportar productos nacionales, ya que según datos, en Paraguay, más del 80% del comercio exterior depende de la navegación fluvial.
«El estrés hídrico en la región América Latina y el Caribe ha estimulado una serie de conflictos, toda vez que varios sectores, entre ellos la agricultura, la hidroeléctrica, la minería e incluso el agua potable y el saneamiento, compiten por los escasos recursos», señala el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2021.
Falta interés y recursos
Al ser consultada sobre el interés de las autoridades en estos resultados, Rafael Laino respondió que sigue esperando que alguna vez las autoridades se interesen en estos proyectos, porque hasta ahora no sucedió.
«Me encantaría que le presten atención y que haya más presupuesto para educación, pero yo creo que, desde nuestro papel, la mejor forma de conservar ese ecosistema es generar conocimiento», aseveró.
Por su parte, el Ing. Osvaldo David Frutos, señaló que falta una voluntad política más fuerte, que venga desde el número uno del Ejecutivo, del Presidente Mario Abdo Benítez y que eso se transfiera en más recursos, tanto técnicos como financieros, para hacer controles por parte de instituciones como el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable, ya que solamente ese tipo de acciones son las que servirán para preservar los humedales.
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