El proyecto de ley que busca derribar las narcoavionetas fue presentado en diciembre de 2020. La propuesta «Que Modifica Los Articulos 2º, 5º Y 7º De La Ley Nº 5400/2015 De Vigilancia Y Protección Del Espacio Aéreo Paraguayo», fue presentada por 11 diputados de todos los sectores: del Partido Colorado, Partido Liberal, Patria Querida y Encuentro Nacional.
En junio de 2021, la Comisión de Defensa Nacional, Seguridad, Inteligencia y Orden Interno de la Cámara Baja, realizó una sesión virtual para dar su visto bueno a esta iniciativa.
«Teniendo en cuenta los informes recibidos, de diferentes instituciones que fueron consultadas, hemos decidido recomendar la aprobación de este proyecto de ley”, expresó el ex presidente de esta comisión y ex diputado colorado, Juan Carlos Ozorio, imputado por los presuntos hechos de asociación criminal, tráfico de drogas y lavado de dinero, tras ser detenido en el marco del operativo A UltranzaPy.
Sin embargo, el 30 marzo de este año, la Comisión de Justicia, Trabajo y Prevención Social, presidida por el Cartista Raúl Latorre recomendó modificaciones, en las que ya no se contempla la figura de derribo sino más bien habla de disparos intimidatorios ante aeronaves hostiles, modificación que fue aprobada en la Cámara de Diputados, el 25 de mayo. Curiosamente, el diputado Raúl Latorre fue uno de los proyectistas de la versión original de este proyecto.
Tras la modificación en la Cámara Baja, el diputado Jorge Ávalos Mariño dijo que tenía esperanzas de que el Senado apruebe el proyecto original.
Intervención de Estados Unidos
Ante la posibilidad de que la Cámara Alta avance hacia la propuesta inicial de que se permitan derribar las avionetas «hostiles» o «irregulares», popularmente conocidas como narcoavionetas, dos funcionarios estadounidenses llegaron hasta el Parlamento.
Rachel Kutzley, consejera política y económica, y Lance Damon Awbrey, agregado de Defensa y jefe de Asuntos Internos, se reunieron con los integrantes de la Mesa Directiva del Senado.
En ese encuentro, ambos expresaron su abierta postura en contra a la aprobación del proyecto y además, advirtieron que retirarían su apoyo a Paraguay en esta materia, si es que se llegase a dar curso a la propuesta de derribar narcoavionetas, actitud que no cayó muy bien a los parlamentarios y que incluso motivó aireados reclamos a los diplomáticos.
¿Cooperación de qué?
La senadora Desirée Masi, del Partido Democrático Progresista (PDP) dijo que la consejera política de la embajada de EE.UU., Rachel Kutzley empezó su alocución diciendo que si el Senado aprueba la ley, su país cortará toda colaboración en esta área y que no va a permitir que se compren aviones, repuestos o se hagan mantenimientos de aviones a través de empresas de Estados Unidos o aquellas que estén en el extranjero vinculadas al país norteamericano.
«Yo le dije: ‘¿Cooperación de qué, de la nada misma?’ Tampoco tenemos tanta colaboración de ellos en esta área, como donaciones o de equipamientos, ellos hacen capacitación, eso sí es cierto, pero en vez de que sea una discusión sobre los convenios o la interpretación que ustedes tienen sobre los convenios que han firmado, vienen acá los sheriff del mundo a decirnos: ‘Si Paraguay hace esto, nosotros le cortamos la cooperación'», cuestionó.
Resaltó que Uruguay, Argentina, Brasil tienen leyes de derribo de aviones y al consultarles qué pasa con estos países, ellos respondieron que tienen cortada la colaboración en esta materia, aunque siguen colaborando con ellos en educación, salud, etc. Sin embargo, en el caso de Colombia, que también tiene la ley de derribo de aeronaves, respondieron que hicieron una excepción.
A esto, la senadora preguntó por qué y respondieron que ellos tienen equipamiento, tecnología, una formación importante y que ellos no ven la posibilidad de una equivocación.
«¿Por qué Colombia tiene todo lo que tiene? Porque Estados Unidos ha cooperado activamente con Colombia en una inversión tecnológica», agregó Masi.
«Lo que no da gusto es que venga una persona en Mesa Directiva del Senado y se dirija en este tono (…) Todos coincidimos, más allá de la forma, que no es admisible que vengan funcionarios a hablarnos de esa manera. Ellos podían venir, dar un dictamen jurídico más allá de los convenios, incluso vinieron a decir que eso se equipara a la pena de muerte (…)», detalló.
Tiene que haber control
La senadora del PDP explicó cómo se identifican las narcoavionetas y citó algunas de las características.
«Son aquellas que apagan el comunicador, no están en contacto con la torre de control, ellos antes de despegar no dejan hoja de vuelo, no dejan tripulantes, no dejan destino, cargamento, no dejan nada de eso, eso sabemos hace añares (…), No es que vos ves una avioneta y ya le vas a calificar como una hostil», indicó.
Dijo que esto tiene una serie de condicionamientos y que debe haber un gran control, ya que son avionetas que parten de pistas clandestinas, aterrizan en pistas clandestinas, tienen la matrícula borrada, se tiene el nombre del piloto, pero nunca se sabe del dueño.
«Nadie quiere andar derribando aviones, sabiendo que hubo errores en otros países, de los cuales también Estados Unidos ha participado», apuntó.
En ese contexto, reconoció que este proyecto viene un poco adelantado en cuanto a la posibilidad de aplicarlo inmediatamente.
«En Diputados hay todo un proyecto de la Fuerza Aérea y de la Dinac, para la compra de radares y de aviones. El debate real va a ser cuánto cuesta una inversión que no se ve hace mucho tiempo en cuanto al cuidado de nuestro cielo, yo creo que se hizo adrede», remarcó.
En ese contexto, es necesario resaltar que en mayo pasado, el Ing. Félix Kanazawa, titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), manifestó que para detectar avionetas irregulares, la Fuerza Aérea –encargada de defender la soberanía aérea– necesita un sistema de radares primarios fijos y móviles, para lo cual se debe invertir unos US$ 10 millones.
«Paraguay no debería renunciar a su derecho»
El ex director del Inteligencia del Ministerio del Interior, José María Amarilla, recordó que el derribo de aeronaves hostiles es una figura tradicional de la posguerra mundial, después de los bombardeos masivos de la guerra.
Reconoció que si bien en Paraguay no tenemos aeronaves capaces de interceptar aviones y derribarlos, el tratado inicial de Chicago de 1944 contempla específicamente el derecho de las naciones de derribar aeronaves hostiles sobre su territorio. En ese sentido, afirmó que Paraguay no debería renunciar a ese derecho, sobre todo frente a la criminalidad organizada.
No obstante, es importante resaltar que, el 10 de mayo de 1984, el Protocolo de enmienda al Convenio sobre Aviación Civil Internacional se agregó un apartado que señala «Todo Estado debe abstenerse de recurrir al uso de las armas en contra de las aeronaves civiles en vuelo».
Finalmente, respecto a la aprobación del derribo de aeronaves hostiles que está vigente en varios países de la región como Perú, Colombia, Brasil, Chile, Bolivia, Venezuela y Honduras, respondió que estos países se atienen a la tradición más arraigada en materia de soberanía aérea.
«Importante contra el crimen organizado»
A su vez, el presidente de la República Mario Abdo Benítez, se había expresado al respecto, el 26 de mayo, tras un acto en Mariano Roque Alonso.
«Creemos que la posibilidad de derribo de aviones es muy importante para la lucha contra el crimen organizado. Pero como siempre, ustedes conocen mi posición, respeto el trabajo que hace el Parlamento», puntualizó.
