La cultura de cómo tratar la basura de todo tipo –de manera amigable con el medioambiente– no está muy arraigada en nuestro país.
En este sentido, Paraguay tiene numerosas deudas pendientes en relación a la disposición de residuos, por ejemplo, en los servicios de recolección, ya sea porque sencillamente no llega a todas las zonas de algunas ciudades o porque no existe consciencia sobre la importancia de clasificar los tipos de residuos para facilitar el reciclaje o la reutilización.
Pero una de las grandes deudas, bastante peligrosa por cierto, es la de la disposición de pilas, baterías y residuos de electrónica.
Grandes reservorios, acuíferos y cauces de agua dulce, pueden contaminarse con estos pequeños elementos, ya que para dar una idea, una pila redonda de reloj de muñeca, puede contaminar hasta 600.000 litros de agua.
Al respecto, Latitud 25 consultó con Carlos Jara, director ejecutivo de Soluciones Ecológicas, empresa que brinda servicios y asesoría integral en el manejo de residuos sólidos de empresas e instituciones, para la correcta disposición de sus desechos.
Para lograr la correcta disposición final de pilas y residuos, es necesario trabajar con un incentivo o exigencias que le motiven a las empresas a gestionar responsablemente tanto sus residuos como los productos que ponen en el mercado, midiendo el impacto ambiental que puede tener el packaging, según Jara.
En ese punto, apuntó a que en varios países de América, como Colombia, se exige una Responsabilidad Extendida del Productor (REP), es decir, que la firma que comercialice un producto, se haga cargo de facilitar las herramientas para que este material no contamine, por ejemplo, las pilas y los residuos electrónicos que son materiales peligrosos. «Actualmente esto va a parar a Cateura y contamina todos nuestros ríos», subrayó.
Paraguay camina hacia la REP
En 2017, el Congreso Nacional aprobó la Ley 5.882/17 de Gestión Integral de Pilas y Baterías de Uso Doméstico, que establece el sistema de gestión y quién lo tiene que hacer, para la disposición final de pilas y le da como autoridad de aplicación al MADES.
Al respecto, el Ing. Ovidio Espínola, del departamento de Sustancias Químicas –del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), aseguró que en base a reglamentar esa ley, el MADES elaboró un Plan Nacional de Gestión Integral, de residuos peligrosos, que actualmente se sigue socializando con los actores sujetos a cumplimiento.
Básicamente la ley establece que la obligación de la gestión de las pilas sea asignada a la Municipalidad, pero también establece una obligación para los que comercializan las pilas, lo que podría interpretarse como una acción enmarcada en la REP.
«Exige que cada vendedor de pilas pueda tener en su local un tipo de contenedor para las pilas usadas y también en el plan establece las condiciones de cómo el consumidor debe llevar sus pilas usadas en los puntos de ventas», apuntó.
El especialista explicó que en cuanto a la alternativa de tratamiento y disposición final está indicado a los tipos de pilas: las recargables y las no recargables.
«Las pilas comunes que son de carbono, zinc y magnesio, son las primeras que vinieron. Esas pilas tienen una restricción de contenido de metales pesados y eso el MIC controla. Esas pilas deben ser separadas y se pueden disponer en rellenos sanitarios con la basura común, sin embargo, las pilas no certificadas que tienen materiales pesados fuera de la ley, se deben recolectar y separar», detalló.
Dos empresas habilitadas para la recolección
Desde el MADES afirmaron que hay dos empresas habilitadas para la recolección y disposición de pilas: Tayi Ambiental S.A. y El Farol.
En ese punto, el Ing. Ovidio Espínola, resaltó que una vez que se promulgue el decreto reglamentario, que obliga a la gestión de las pilas y establece cómo se tiene que hacer, esas empresas van a tener la demanda.
Estas firmas están habilitadas para someter las pilas a un molde donde se estabilizan y se disponen en rellenos de seguridad.
La ley señala que los municipios son los encargados de disponer los residuos peligrosos y el funcionario estatal consideró que probablemente las municipalidades le van a dar la concesión a esas empresas para que sean las encargadas directas de la recolección, transporte y la disposición final.
Ley está vigente desde 2017 pero no se aplica
Desde el Ministerio del Ambiente esperan que la reglamentación sea aprobada antes de fin de año, ya que actualmente se le está dando formato jurídico y luego será enviada a Presidencia.
«Una resolución en la que establecemos la gestión integral de los residuos electrónicos y también las responsabilidades extendidas», dijo Espínola.
En ese caso, resaltó que el 90% de los componentes de los aparatos electrónicos son reutilizables, para lo cual hay un sistema de acopio, almacenamiento y separación de los componentes valorizables, pero el 10% son materiales peligrosos que requieren de una disposición especial.
Economía circular en favor del ambiente
La economía circular busca preservar el valor de los materiales y los productos durante el mayor tiempo posible, para reducir al mínimo la generación de residuos y cerrar su ciclo de vida, en contraposición con el paradigma dominante de la economía lineal de producción-consumo-eliminación, señala textualmente un material de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), publicado en junio de este año.
Para lograr esta economía, más amigable con el medioambiente se debe reestructurar políticas y entre esas iniciativas se destacan, la creación de normas sobre el uso de los insumos a lo largo del ciclo de producción, prohibición de las sustancias tóxicas; el fortalecimiento de la Responsabilidad Extendida del Productor y la sensibilización de los consumidores sobre el impacto que sus pautas de consumo y desecho en relación al medioambiente, entre otros aspectos.
Mientras se ponga en marcha este plan de gestión de pilas y la expedición de la resolución para los desechos electrónicos, como ciudadanos podemos reducir el consumo de sustancias peligrosas y conservar las pilas, que vamos usando, en botellas de plástico, para aislarlas.
