Paraguay está atravesando días oscuros de desolación e incertidumbre, con un récord de 89 fallecimientos en un solo día, y un promedio de 700 muertos por millón de habitantes. Para elevarlo a un plano comparativo regional, Brasil registra 1.694 por millón de habitantes y Argentina 1.286 fallecidos por millón de habitantes, según los registros de los ministerios de Salud de esos países.
En este sentido, nada parece arrojar un poco de esperanza a los meses por venir, sabiendo que las estimaciones de autoridades sanitarias no son nada esperanzadoras, quienes advierten que a este ritmo de contagio podríamos alcanzar la cifra de 100 muertos por día antes del inicio de mayo.
Pero la falta de inversión social en salud pública que generó gran parte de esta tragedia sanitaria, no es nueva y tampoco se puede atribuir a una sola administración de gobierno, aunque la de Mario Abdo Benítez, haya hecho méritos para recibir severos cuestionamientos a las gestiones de previsibilidad de la pandemia y anteponerse a las necesidades.
Como respuesta ante tanta frustración y dolor, la ciudadanía expresó en las calles su repudio a esa indiferencia del Estado cumplir necesidades elementales de las personas.
Se cumplió un mes y medio del inicio de las masivas manifestaciones sociales en las que la ciudadanía exigió de manera contundente la salida del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, del Vicepresidente Hugo Velázquez y de todo su gabinete, bajo el lema #ANRnuncaMás, como demostración del hartazgo contra el modelo de gestión pública, construido por los consecutivos gobiernos colorados.
Pero, ¿se traducirá en las urnas este descontento que se manifestó en las calles? O quedarán simplemente en el recuerdo, episodios que marcaron a fuego la historia reciente, como la devastación de la pandemia, la quema de Colorado Róga o la detención de tres estudiantes sin argumentos concretos.
Las municipales de octubre de 2021 y las generales de abril de 2023, marcarán los grandes desafíos del Partido Colorado, para demostrar si sigue siendo un partido tan consolidado como lo fue durante los últimos 70 años.
Sobre esto, consultamos con analistas políticos de diferentes sectores, para entender las implicancias de esta reacción ciudadana para el Partido Colorado y si podría constituirse como un determinante electoral suficiente para volver a la llanura en el próximo período.
Hugo Estigarribia, abogado constitucionalista y exsenador colorado, advirtió que en el 2023 puede haber una ´catástrofe electoral´ para el Partido Colorado. A su criterio, el voto duro que normalmente permite a la ANR establecerse en el poder, hoy está sufriendo la muerte y desolación del mal manejo de la pandemia, y eso puede marcar la diferencia en las urnas.
«No hay manera de sacarle al partido la etiqueta de la gestión de este gobierno, entonces el partido queda pegado (…), por eso es que está cavando la fosa esta gestión de Mario Abdo, pero ya empieza con la gestión de Cartes», dijo Estigarribia, sin ocultar su desencanto por la dirigencia colorada actual.
Mencionó que fue una miopía política que no se haya concretado el juicio político a los titulares del Ejecutivo, ya que si el Partido Colorado pretende permanecer en el poder, debe reconducir el rumbo del manejo de la pandemia.
«Si es que no se va este gobierno o no hay un cambio de timón gubernamental, se arrastra esto como una agonía, definitivamente esto va a hacer que el Partido Colorado tenga una catástrofe electoral en 2023. Eso es categórico, es un enfermo crónico que no resuelve su problema», dijo.
Estigarribia señaló además que la oposición dentro del mismo partido de gobierno no está articulada y que existen muchas fuerzas satélites del cartismo que se disfrazan de disidencia con un discurso fácilmente rebatible, apuntando directamente sus cuestionamientos al movimiento del senador Enrique Riera.
Si bien no se puede hacer futurología, el descontento social no siempre se traduce en las urnas, por lo que algunos exponentes políticos señalan que es imprudente anunciar derrotas muy anticipadas.
¿Se va a repetir la historia del 2008?
En el año 2007, existía una coyuntura política social de gran descontento que llevó al Partido Colorado a la derrota en el 2008, iniciando un breve paréntesis de cuatro años a la hegemonía colorada de 70 años.
14 años después, la coyuntura política y social en el marco de la pandemia es aún más aguda y severa que la que llevó a Fernando Lugo al poder, por lo que, a criterio del senador del Frente Guasú, Hugo Richer, el #ANRnuncaMas podría significar una condena electoral importante tanto para las municipales, como para las generales.
Según Richer, la ANR es un partido agotado, carcomido por la corrupción y que la ciudadanía está aprendiendo que al votar mal, se tienen malos administradores públicos.
«No hay ninguna creatividad en este momento para enfrentar la crisis. Reproducen un mismo discurso, desde hace décadas. El Partido Colorado está agotado como opción de gobierno», mencionó.
El dirigente del Frente Guasú alertó de que cada vez más personas en el interior del país tienen mayor conciencia de no votar al Partido Colorado. «La mayoría de la gente responsabiliza al Partido Colorado, en función de gobierno, de esta situación», dijo.
Así mismo refirió que el margen de diferencia entre el candidato colorado y el de la oposición, comparando los comicios de 2013 y 2018, fue cada vez menor y que eso también es un hecho considerable.
Efraín Alegre, cabeza de la oposición en ambos comicios generales, logró reducir el margen de derrota contra Mario Abdo Benítez a tan solo 3,73% en el 2018, en relación a las elecciones que perdió contra Horacio Cartes en 2013, donde la diferencia fue de 8,9%, a favor de la ANR.
«Con todo el aparato, con todo el prebendarismo, todo el voto duro, ese es el resultado que logró sacar el Partido Colorado», aseveró Richer, recordando que a estos factores, también hay que sumar el malestar y el dolor popular producido por la pandemia.
Se requiere de una oposición articulada
Para el investigador social y docente de la Universidad de Buenos Aires, Fernando Martínez Escobar, una eventual derrota de la ANR no depende solo del pobre desempeño del gobierno actual, sino además de cuan articulada esté la oposición para capitalizar el descontento que manifiesta la población.
Dijo que la oposición no termina de consolidarse y que ante la falta de candidatos reales y de consenso entre todos los sectores, es muy difícil predecir una alternancia en el poder, aunque exista la conciencia del mal manejo en la pandemia.
En relación al #ANRnuncaMas, Martínez Escobar sostuvo que es una novedad que la oposición esté aprovechando para plantear los cuestionamientos a la ANR de manera institucional y ya no más a exponentes determinados o a la cultura prebendaria por la que es conocido el Partido Colorado.
El senador Richer se arriesga a más y asegura que ese candidato ideal de la oposición no va a existir entre los partidos disidentes, por cómo se están dando las cosas entre los diferentes bloques de la oposición, teniendo en cuenta que ya se está augurando un nuevo intento del titular del Partido Liberal, Efraín Alegre de llegar a la Presidencia. Entre los sectores de izquierda, aún no se habla de proyectos presidenciales en vista al 2023.
«Si hoy vos le das a tu opositor la opción para destrozarte, te destroza», aseguró Hugo Estigarribia, sugiriendo que la debilidad principal del Partido Colorado puede llegar a ser el mismo Partido Colorado.
El primer desafío
El Partido Colorado podría llegar a sufrir los embates de su mala gestión en los resultados de las elecciones municipales en octubre de 2021, sobre todo en los polos urbanos más densificados, donde la afectación de la pandemia fue más elevado. La oposición tiene un desafío ambicioso de conservar el poder en algunos municipios y de recuperarlo, en otros.
En Encarnación y Ciudad del Este el desafío de la oposición será mantener el poder de la administración municipal en estas capitales departamentales fronterizas. En Asunción y en varios municipios del Área Metropolitana, sin embargo, será el de vencer a la estructura clientelar que tiene el potencial de arrasar con los votos.
Ante esta situación, Estigarribia señala que las municipales ayudan a concretar proyectos individualistas, no partidarios, por lo que el desafío recaerá más sobre el desempeño del candidato, no tanto del partido.
Históricamente, el Partido Colorado en sus diferentes gobiernos, ha seguido el mismo esquema de gestión, en donde la prevalancia del interés para mantener la mecánica clientelar que les haría permanecer en el poder, pesó más que la exigua inversión social a lo largo de los años.
Una demostración reciente que evidencia este modo de administrar los bienes públicos, fue el rechazo por parte de los diputados oficialistas y cartistas, al proyecto presentado por la oposición para destinar USD 150 millones de lo que se conoce como los gastos sociales de las binacionales, a compra de insumos y medicamentos para pacientes de COVID-19 y así aligerar de alguna manera el peso económico que afecta a miles.
