El sensible debate de economía versus salud, nuevamente invade las discusiones de todos los paraguayos. Reminiscencias del inicio de las primeras restricciones, cuando el mundo estaba sumido en un desconcierto generalizado del que ninguna mente, por más lúcida que sea, se animaba a augurar lo que sucedería ni cuándo terminaría la agonía que produjo la crisis sanitaria.
A un año del inicio de la cuarentena total en Paraguay a causa de la pandemia del COVID-19, aún no se pueden determinar montos de pérdidas en turismo hasta el momento, pero lo que sí se puede dimensionar es la afectación económica de este rubro y sus repercusiones, en cuanto a despidos y hasta cierre de instalaciones hoteleras.
Hoy el ministro de Salud, Julio Borba, dijo que es posible un retroceso de fases a partir de la semana que viene, que abarcaría la Semana Santa, un periodo en el cual anualmente muchas personas viajan tanto al exterior como al interior del país.
Latitud 25 conversó con dos referentes del sector turístico: Cecilia Cartes, titular de la Asociación Industrial Hotelera del Paraguay y Osvaldo Morínigo, presidente de la Cámara Nacional de Turismo del Paraguay, para saber cómo este nuevo decreto podría afectar al rubro, que estaba pendiente de un mayor ingreso en los días santos.
Osvaldo Morínigo indicó que el gobierno tiene que asumir las medidas que va a implementar y no dejar en un «sháke constante», diciendo que se va a volver atrás. «Es hora que el gobierno tome las decisiones valientes y asuma las consecuencias, porque siempre va a tener puntos positivos y negativos, por eso es gobierno», expresó.
Destacó la escasa inteligencia que usa el gobierno en sus decisiones, un supuesto déficit en su comunicación y en sostener las decisiones que toman. «No actúan, no saben actuar, si a alguien le falta protocolo es a las autoridades de control. Todo exigen protocolo, pero la seguridad no tiene protocolo, la Policía no tiene protocolo», cuestionó.
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El presidente de la Cámara Nacional de Turismo del Paraguay dijo que el rubro se vio afectado desde el inicio de la cuarentena en el país, puesto que con el cierre de fronteras se perdió la conectividad regional. Reconoció que actualmente se puede hacer turismo en Brasil, son muchas las trabas que esto representa por la cantidad de restricciones.
«Cuando teníamos la oportunidad de por lo menos activar el turismo interno, hoy nos dan el golpe final, por culpa de la desprolijidad, esa parte que no está bien clara, de indecisiones es lo que realmente está matando al turismo», aseveró.
Al gobierno le falta coraje
En cuanto a las reuniones con representantes de gobierno, respondió que siempre hay encuentros y mesas de diálogos pero reiteró la falta de decisiones.
«Tienen que tener coraje, decisión, compromiso y responsabilidad ante sus propias decisiones. Hemos demostrando desde el sector turismo nuestra voluntad. Hoy día estamos a tres o cuatro días de empezar la Semana Santa y siguen todavía con eso de que seguimos evaluando», subrayó.
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Por su parte, la representante de los industriales hoteleros, Cecilia Cartes, dijo que hasta que salga el decreto no pueden dar por sentado nada pero clamó al gobierno para que dejen operar al sector de hospitalidad para tratar de amortiguar los efectos de un año de pérdidas, en una semana de alta circulación turística.
«Pedimos que por favor podamos trabajar y que por favor dejen a nuestros huéspedes trabajar. Esta era una fecha, así como el día de los enamorados, clave para nosotros», expresó.
Comentó que si se llegan a cerrar los establecimientos, de igual manera ellos tendrán que pagar las cuentas y los salarios. Aseguró que dentro de los establecimientos no se registró ningún contagio porque sostuvo que la gente respeta a rajatabla el protocolo sanitario.
Sistema al tope
El discurso de las autoridades sanitarias se basa en que hay ciudades de alto riesgo por la cantidad de contagios de COVID-19 que se registran, mientras que el sistema de salud ya se encuentra saturado. Según el último reporte de este lunes, se contabilizaron 1.990 nuevos casos, 39 fallecidos en un día y 1.857 internados, de los cuales 404 están en la Unidad de Terapia Intensiva.
Las cifras totales apuntan que ya suman 3.769 decesos, 196.112 casos de Covid y 161.319 recuperados, a 378 días de cuarentena.