En julio último, Paraguay exportó cannabis no psicoactivo o cáñamo medicinal a la Unión Europea y al Reino Unido, en un cargamento de 21 toneladas (20 toneladas a Países Bajos y 1 tonelada al Reino Unido). Si bien esto todavía se encuentra en fase experimental, este primer paso puede marcar un importante precedente para una gran industria.
Este hecho inédito en la exploración del mercado del cannabis industrial, significa un avance importante en el proceso de reconocimiento de lo que podría llegar a representar para Paraguay, la explotación de esta materia prima, en un mercado que mueve alrededor de USD 430 mil millones, según exponentes de la Cámara del Cannabis Industrial.
Al respecto, en RadioCast25 el ministro de Agricultura y Ganadería, el Ing. Moisés Bertoni recalcó que Paraguay se está iniciando en este tipo de exportaciones y sostuvo que afortunadamente el producto nacional reúne los estándares más altos de calidad.
Destacó el valor que tiene que nuestro país haya comenzado a transitar el proceso de exploración de estos mercados, teniendo en cuenta el enorme potencial que tiene este producto en la fabricación de insumos textiles, aceites, cosméticos, entre otros.
Los múltiples usos del cáñamo industrial
Bertoni explicó que el cáñamo industrial es la misma planta de la marihuana, aclaró que incluso es de la misma especie, pero por una cuestión varietal no tiene el Tetrahidrocannabinol o THC, que sería el elemento psicoactivo.
Agregó que este tipo de cannabis es evaluada y monitoreada, en un trabajo conjunto entre el Ministerio de Agricultura y la Secretaría Nacional Antidrogas, para que de esta manera, se aseguren de que los niveles se mantengan por debajo de un parámetro determinado, como lo exige la normativa vigente.
Comentó que esta planta es de múltiples usos, ahora el Paraguay está produciendo granos, que son un alimento muy importante por sus contenidos proteicos, lo que se exporta como grano descortezado, aceite y hasta una harina que tiene cerca del 70% de proteína.
Acotó que entre lo que deriva de estas industrias, hay empresas que están produciendo distintos tipos de té con cannabis, también mantequilla, productos cosméticos y plásticos biodegradables.
¿Se pueden mimetizar la marihuana y el cáñamo industrial?
Ante esta consulta, el Ing. Moisés Bertoni afirmó que hay una diferencia sustancial entre las plantas por lo que no se pueden mezclar los cultivos.
«En el cáñamo tenemos plantas masculinas, femeninas y hermafroditas, en la marihuana tenés solo las femeninas; porque al cruzar se pierde su contenido psicoactivo, entonces no sería posible mezclar el contenido de la marihuana con el cáñamo porque perdería su acción», subrayó.
Lo que puede generar esta industria en términos económicos
El presidente de la Cámara de Cannabis Industrial, Juan Carlos Fischer, dijo en primer momento que al no amplificar esta industria y poner tantas trabas –en la parte productiva e industrial como así también en términos económicos– Paraguay se pierde, por ejemplo, una importante recaudación de impuestos.
«Las cifras son altísimas, podría ser un producto que facture mucho más que la soja y la carne, ahí están los números de lo que se exporta soja y se produce en carne. En los próximos cinco años se puede fortalecer y con esas cifras, en ese mismo nivel, podría estar el cannabis», resaltó.
En cuanto a los precios del cáñamo, contó que estos oscilan –dependiendo de la calidad y las condiciones– entre USD 3 y USD 8 por Kg.
Asu vez, el ministro Moisés Bertoni dijo que la idea es llegar al cultivo de al menos 20.000 hectáreas a mediano plazo y eso puede significar un crecimiento para los productores y sus familias, ya que es un producto que tiene industrias conexas.
«Estamos yendo bastante rápido, es una planta que se puede cultivar en invierno, cuando la agricultura en esta época tiene poco verde. En un año, año y medio estaríamos alcanzando cifras muy interesantes en los volúmenes de cultivos», resaltó en relación a los beneficios que puede traer esta industria.
¿Cuál es el inconveniente actual para industrializar el cáñamo?
El ministro Bertoni afirmó que van a ir incorporándose paulatinamente más personas. «Tenemos conversación con productores que están con el cultivo y con el acompañamiento de técnicos, para aprender a usar este cultivo», apuntó.
Agregó que este es un cultivo regulado para el cual se requiere autorización y el productor tiene que estar registrado, porque la planta es muy similar a la marihuana. «Ellos están georeferenciados y esto facilita todo el proceso y el traslado para garantizar la trazabilidad del producto», aseveró.
Por su parte, Fischer dijo que el gobierno de turno tiene que hacer un excelente trabajo como para que beneficie realmente a la población, a muchos productores e industriales.
Dijo que esta es una cadena extremadamente grande y hoy prácticamente una sola empresa está siendo apoyada. «En los discursos del ministro, ellos resaltan esta colaboración y trabajo conjunto entre el sector público y privado, sin embargo, el resto de las empresas solicitantes, lo único que encuentran son problemas para regularizar su situación», expresó.
Acotó que la posibilidad de integrar esta industria, no está llegando al pequeño productor que fue una promesa, ya que este tiene que completar una serie de requisitos, condicionados por la Senad desde el comienzo hasta el final.
Dijo que si esto se hace más simple y controlable, inversiones importantes del exterior podrían estar siendo atraídas al Paraguay como en el caso de Uruguay y México. «Siempre va a ser un cultivo controlado, pero lo que se tiene que hacer es simplificar los trámites de modo a que beneficie a toda la cadena de producción», reiteró.
Recordó que la Senad está en todas las fases del cultivo, desde la importación de la semilla hasta la exportación. Fischer sugirió que esté en todo el proceso, preferiblemente, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, que sí cuenta con los recursos y solo en caso de encontrar alguna anormalidad del cultivo, solicita la intervención de la Fiscalía o de la Senad.
El MAG a favor de la regulación del uso de la marihuana
Además de la producción y exportación del cáñamo, el ministro también fue consultado sobre la posibilidad de industrializar la marihuana, con el ingrediente psicoactivo.
Al respecto, Moisés Bertoni, replicó que el cultivo de esta planta ofrece muchas posibilidades, no solamente el cáñamo sino la marihuana en su industrialización, debido a que existen muchos subproductos que son requeridos por los mercados.
«Creo que hay que trabajar en regular este cultivo también, teniendo un cultivo regulado, controlado, de manera a que una industria pueda desarrollarse a través de esto para impulsar la economía, creo que hay que ir caminando en ese sentido», manifestó.
«Ley actual tiene una tremenda falencia«
Por su parte, Juan Carlos Fischer, titular de la Cámara de Cannabis Industrial, criticó la ley severa por la que se asumen todos los procedimientos de la Senad, es por ley 1340 que «Modifica, adiciona y actualiza la ley n° 357/72, «Que reprime el trafico ilícito de estupefacientes y drogas peligrosas y otros delitos afines y establece medidas de prevención y recuperación de farmacodependientes».
Esta normativa en su artículo 30 menciona la posibilidad de tener 10 gramos de marihuana pero en ningún lado señala en qué lado se puede sacar comprar.
«Esa es una falencia tremendamente grande, de alguna manera te dice: ‘rebuscate en el microtráfico’ y se empecinan en decir que no se puede hacer el autocultivo. Fíjense que Uruguay tiene el autocultivo y las industrias farmacéuticas están trabajando bien porque tienen otro tipo de comercialización», consideró.
Apuntó a que la ley debería contemplar más flexibilidades que sean controlables y criticó que se maneje el tema del cultivo y del transporte del cannabis, como si se tratara de plutonio, aunque reconoció que debe ser controlable.
Fischer también hizo mención de las dos personas que fueron detenidas por cultivar cannabis y producir el aceite medicinal para las personas que lo necesitan.
Por ejemplo, el caso de Édgar Martínez Sacoman, quien fue condenado a cinco años de prisión por producir aceite de cannabis y había sido detenido el 8 de julio del 2016, en el marco de un operativo en el cual la Senad incautó, unos 20 ml de aceite de cannabis para uso medicinal, además de 100 gramos de cannabis, que estaban en proceso de extracción sumergidos en agua y congelados en la heladera, para la elaboración de más aceite.
Además, el 21 de mayo de 2021, fue detenido Juan Carlos Cabezudo, titular de Cáñamos del Sur y propietario de Granja Madre, la primera empresa paraguaya, dedicada a la producción e industrialización de la planta de cannabis.
En ambos casos, Mamá Cultiva salió a favor de estas dos personas y solicitó su liberación. Esta organización, que promueve autocultivo para la realización de cannabis medicinal, está conformada por un grupo de madres que buscan un alivio para sus hijos que tienen distintas afecciones.
El lento avance en la relación de Paraguay con el cannabis
En mayo de 2017, Paraguay anunció que autorizaba el uso regulado del aceite de cannabis, a través de la importación de productos derivados. De esta manera, los laboratorios tuvieron la posibilidad de registrarse para poder importar los productos derivados para elaboración del aceite del cannabis, mientras que los pacientes debían ser registrados.
Si bien la medida fue aplaudida como una avance, rápidamente fue cuestionada por el elevado costo del aceite y la dificultad para muchas familias de acceder a este medicamento, ya que no se autorizó la posibilidad del autocultivo para la elaboración del producto.
En diciembre de ese mismo año, el Congreso sancionó el programa para investigar el uso medicinal del cannabis y sus derivados.
Posteriormente, en agosto de 2020, el Ejecutivo decretó la creación y declaración de interés nacional del “Programa Nacional Para La Promoción, Fomento, Cultivo, Desarrollo De La Producción, Comercialización E Investigación Del Cáñamo Industrial (Cannabis No Psicoactivo)”.