Si te da la impresión de que todo está más caro, estás en lo cierto, tu dinero ya no rinde lo mismo que antes. Según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP), la inflación acumulada en el año hasta el mes de julio, asciende al 6,7%, por encima del 2,7% verificado en el mismo periodo del año 2021.
Este reporte revela además las fluctuaciones del precio de los combustibles, en algunos bienes durables y en los gastos de la salud. Asimismo apunta a la suba de precios en los servicios de comidas y bebidas consumidas fuera del hogar.
En ese contexto, a finales del mes de julio, el gobierno informó sobre la reducción de G. 500 en el precio de todos los combustibles en Petropar, además de descuentos en 100 productos en los supermercados adheridos a la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), durante dos semanas, de entre el 15% y el 50%.
Pero esto aun no descomprime la tensión que sufren los bolsillos de los ciudadanos.
Ante estas acciones, el economista y doctor en Ciencias Políticas, Víctor Benítez, habló con Latitud25, sobre el impacto que puede tener esta coyuntura en la ciudadanía, así como el panorama que nos espera en los próximos meses.
Benítez aclaró que es necesario hacer hincapié en que los precios ya no van a a bajar. Dijo que, por ejemplo, en el precio del pollo, hubo una suba de entre 50% a 60%, lo cual ya no va a volver a como estaba antes.
«Cuando uno vence a la inflación lo que pasa es que la inflación deja de subir», explicó.
Tres ejes de la crisis económica
En primer lugar, señaló que no hubo mucha inversión durante la cuarentena pandémica, en muchos sectores, entre ellos en las refinerías. Por más que los yacimientos de petróleo sí existen, la cantidad de refinerías que se necesitan con más tecnología para refinar la nueva producción de petróleo que están sacando, no son suficientes.
En ese contexto, también afirmó que quienes fabrican combustibles de petróleo quieren ganar más porque «tienen hambre de rentas», de lucro, debido al lucro no obtenido en la pandemia.
En segundo lugar, apuntó a que hay una escasez del flete que viene desde Asia hacia América, posteriormente al letargo pandémico, por lo que existe poca mercadería viniendo y todo le resulta más caro al consumidor final, porque la logística de distribución cuesta más caro.
Y, en tercer lugar, el Paraguay emitió al mercado unos USD 2300 millones de dólares en guaraníes, durante la pandemia, por la deuda que se contrajo para mantener el Estado y hacer algunas obras públicas que se tenían que hacer.
«Eso significa que se imprimió guaraníes por valor USD 2300 millones», acotó.
Agregó que unos USD 900 millones se volvieron a vender al mercado, por lo que quedan unos USS 1400 millones en valores de guaraníes, que están circulando.
Apagar el fuego con combustible
El economista consideró que Paraguay debería vender reservas monetarias internacionales, en vez de vender letra de regulación monetaria.
Las reservas monetarias internacionales son depósitos controlados por los bancos centrales de cada país, las cuales indican la disponibilidad que tiene una nación en cuanto a recursos para hacer compras en el exterior.
Entretanto, la letra de regulación monetaria es un instrumento financiero emitido por el Banco Central para sacar dinero y ponerlo en circulación, con el objetivo de controlar la inflación, pero también significa una deuda.
Víctor Benítez resaltó que usar la letra de regulación monetaria sale más caro, «porque cuando vendés letra de regulación, hay que pagar más intereses, y para pagar esos intereses que suben, vos tenés que seguir emitiendo. Es como apagar el fuego con combustible», aseveró.
«Hay dos cosas que están mal: para mí se maneja mal la política de letra de regulación porque lo que dio origen a la cantidad de guaraníes que tenemos, es por dólares que tuvimos que traer durante la pandemia para aguantar la pandemia», remarcó.
Por ese motivo, consideró que esta crisis va a continuar, ya que, actualmente la oferta de por sí ya es limitada y esto la frenaría aun más, como consecuencia de la recesión ya existente.
«Ahora, la gente que usa su tarjeta de crédito usa para comer lo que comía antes, porque ahora todo está más caro, entonces ahora consume menos», indicó.
Son necesarios cambios estructurales
Además de la manera en que interviene el BCP, el especialista habló de cambios estructurales que son necesarios. Sostuvo que nuestra economía está marcada por el primitivismo productivo, es decir, la dependencia de la agricultura.
«Las medidas tomadas por el gobierno hasta ahora son como darle un analgésico a alguien que está teniendo un cáncer. Acá en Paraguay, si no llueve mucho o sale de más el sol, ya tenemos un problema. La economía paraguaya no depende nada casi del Banco Central del Paraguay ni del ministro de Hacienda», manifestó.
Recordó que la soja cayó un 63% por la sequía y ese es un problema.
«Nosotros no tenemos gente vendiendo software al exterior, no tenemos call center vendiendo servicios para Estados Unidos o Brasil u otro país, tenemos que cambiar la matriz productiva en Paraguay», expresó.
Dijo que la letra de regulación es apuntar solo al síntoma y no a la enfermedad, cuando se emite más deuda en vez de atraer inversores extranjeros.
«Con la letra de regulación, constreñimos la moneda, hay menos circulante, pero también constreñimos la oferta. Lo que pasa es que hay mucho dinero para el producto que hay en circulación, hay más dinero del que debe haber», puntualizó.
Asimismo, hizo énfasis en que se puede cambiar al Presidente, Mario Abdo, al ministro de Hacienda y al presidente del Banco Central del Paraguay, pero aseveró que no va a cambiar nada si seguimos dependiendo de la agricultura y ganadería, si es que este país no cambia su matriz productiva.
Escenario oscuro para los próximos meses
El analista económico dijo finalmente que los porcentajes de pobreza van a aumentar, porque va a ingresar menos al fisco.
«Hay descuento al IVA (Impuesto al Valor Agregado) al 5%, el IVA está lleno ya de exenciones», dijo por un lado.
En ese sentido, consideró que los próximos meses serán un desastre. Opinó que difícilmente se realice un cambio importante en la estructura del Estado hasta abril, cuando se den las elecciones generales.
«Yo creo que no va a haber ningún cambio porque el presidente actual (Mario Abdo Benítez) y el ministro de hacienda (Óscar Llamosas) están supeditados a seguir repartiendo prebendas y no creo que hagan recortes», concluyó.