El mundo está sumido en una escalada de precios en todos los mercados. Paraguay no es la excepción, ya que atraviesa un complicado proceso inflacionario, además de la posible recesión económica y los efectos post pandemia o la especulación de precios producto del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Hoy más que nunca el país necesita aumentar su Producto Interno Bruto (PIB) y generar más fuentes de trabajo para los pequeños productores y sus familias, lo que se puede lograr a través de la descriminalización del cannabis y la reducción de exigencias para la producción del cáñamo industrial, según las personas que vienen luchando desde hace tiempo por expandir el rubro.
En ese contexto, varias organizaciones están trabajando para presentar una nueva legislación que supere las barreras de lo que hoy está permitido en el país, ya que estos grupos sugieren que el cannabis no es solo una industria, sino que consiste en una economía circular, porque tiene una enorme capacidad de generar derivados tanto en la industria textil, como cosmética, además de la medicina y el consumo adulto.
Cabe resaltar que ya existe una propuesta de ley que se encuentra en el Congreso que busca liberar un poco más de lo permitido en el ámbito medicinal. El proyecto de ley “De Regulación Integral Del Cannabis”, contempla la inclusión de hasta el 1% del componente psicoactivo en el aceite de cannabis, así como la posibilidad de que se entreguen semillas controladas, vía Senave, para que los usuarios del aceite puedan tener sus propias plantas de marihuana.
Sin embargo, es mucho más amplia la idea que está desarrollando la mesa técnica multisectorial conformada en el Congreso, integrada por legisladores y organizaciones como Mamá Cultiva, Granja Madre, Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial, la Cooperativa Paraguaya de Cannabis y la Cooperativa Agronorte.
Traer experiencias positivas y mejorarlas
El caso de Uruguay está sirviendo como un laboratorio viviente en este campo para la región, desde la despenalización de la producción y consumo de marihuana en diciembre de 2013.
“En la actualidad, ya no hay causas abiertas por marihuana, no hay presos y existe un régimen de derechos individuales, debido a que se permite el autocultivo y clubes de cultivo, donde todos los socios pueden tener acceso a plantas de manera accesible”, explicó Juan Carlos Cabezudo, fundador de la Granja Madre.
Asimismo, a la fecha, las farmacias uruguayas tienen un total de 49.630 adquirientes registrados para recibir hasta 10 gramos semanales, señala la agencia EFE, que habla de la experiencia que se vivió en el país, tras casi diez años de la implementación de la ley que liberó el uso del cannabis.
El gobierno del entonces presidente José -Pepe- Mujica, había advertido que la principal motivación de la despenalización de la marihuana era disputarle ese negocio a los narcos, y que el Estado sea quien controle la producción y comercialización.
Según estimaciones del gobierno uruguayo, en los primeros años de legalización del cannabis con fines recreativos, se sustrajo al mercado ilegal más de US$22 millones en concepto de ganancias.
“El modelo uruguayo es un modelo extraordinario en el sentido de los estudios y las estadísticas que podemos sacar como respaldo, hay una experiencia concreta. Redujo el consumo de menores, el uso adulto es responsabilidad de quién lo usa, no produce daños a terceros y produce mucho menos daños que el alcohol y el tabaco”, explicó Juan Carlos Cabezudo.
También refirió que es necesario observar la evidencia que presenta Colombia y los miles de puestos de trabajo que se han pagado, los millones de dólares que están ingresando en concepto de impuestos nuevos y sobre todo, el nulo daño colateral.
Comentó que Argentina, por ejemplo, está mucho más abierto que Uruguay y también sostuvo que en Colombia ha de ser el país que mejor reguló, que hasta el momento, permite tener hasta 20 plantas.
Un negocio que va creciendo
Juan Pablo Steneri y Violeta Escobar, una pareja que reside en Montevideo y que se dedica al negocio canábico, comentaron a Latitud25 cómo se aplica la ley de cannabis en Uruguay.
Juan Pablo, presidente del Club Cannábico Don P, señaló que hay tres maneras de acceder al cannabis legal: Una se basa en el autocultivo, para lo cual hay que inscribirse en un sistema libre que tiene datos anónimos – para fines estadísticos–. De esta manera, uno puede estar registrado como autocultivador, tener hasta seis plantas y cosechar hasta 180 gramos de cannabis.
En segundo lugar, una persona puede registrarse en un club cannábico en el que pueden tener hasta 45 miembros y los mismos pueden recibir hasta 40 gramos por mes por socio.
El tercer modo de acceder al cannabis medicinal es a través de las farmacias, que es cannabis producido por empresas licenciatarias del Estado, que se distribuyen a través de las farmacias, para lo cual tienen licencia solo cerca de 18 farmacias, para 19 departamentos, por lo que el producto se termina con rapidez, aclaró Steneri.
Resaltó además que hay más de 250 clubes cannábicos y que es el sistema que mejor funciona y que mayor cantidad de cannabis dispensa.
Club Cannábico Don P es un club social solamente de cannabis, al que los socios se inscriben para acceder al cannabis por gramo y con esa mensualidad el socio puede retirar hasta 40 gramos de los gustos que se cosecharon en esa época, indicó la compatriota residente en la capital uruguaya, Violeta Escobar.
A la fecha, solo los uruguayos y residentes en Uruguay pueden consumir cannabis, no así las personas que visitan el país oriental.
Según una encuesta de “Cifra”, una empresa que se dedica a realizar investigaciones en Latinoamérica, en 2012 el 66% de los encuestados estaba en desacuerdo con la ley de regulación de venta de la marihuana, a diferencia de 2022, que el 45% de los encuestados dijo estar en desacuerdo.
Piden poder cultivar hasta seis plantas para el autoconsumo
Mamá Cultiva ya elaboró un borrador con las propuestas por parte de esta organización y entre las modificaciones sugeridas, habla en primer lugar de “la licitud del cannabis”. Propone que se autorice la utilización, cultivo o adquisición del cannabis psicoactivo, con la posibilidad de tener hasta seis plantas para autoconsumo.
Cynthia Farina, de Mamá Cultiva explicó –en comunicación con Latitud25– que el objetivo es que no se limite más el porcentaje THC para uso medicinal, en relación a que los pacientes, de acuerdo a su afección, pueden requerir de mayor porcentaje del componente psicoactivo.
Nota relacionada: “Somos todas clandestinas”, el reclamo de una madre para legalizar el cannabis
Asimismo resaltó que buscarán que ya el Ministerio de Salud se encargue de controlar los productos relacionados al uso medicinal y el Ministerio de Agricultura y Ganadería sea la autoridad que verifique la producción del cáñamo, pero ya no la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Acotó que seguirán trabajando en la mesa técnica para buscar el consenso entre los sectores y así lograr mayor apertura en relación al cannabis para todos sus usos.
“Lo único que mata de la marihuana es el narcotráfico”
Juan Carlos Cabezudo hizo mucho énfasis en que el cannabis o la marihuana nunca mató a nadie, así como tampoco produce daños a terceros. Aseguró que lo único que realmente mata es el narcotráfico y la criminalización de su consumo, mientras que Paraguay tiene una exclusiva oportunidad de convertirse en un gran productor.
“Jamás el cannabis mató a nadie, nos sirve para explicar a quienes tienen prejuicios o que no conozcan la información precisa de registros sociológicos, incluso que muestra que no produce daños, mostrar la data, produce mayor beneficio a quién lo consume porque se produce de mejor cantidad”, aseveró.
Una oportunidad de escala mundial
Paraguay es actualmente, el tercer productor de cannabis a nivel mundial y el primero a nivel sudamericano, por eso es necesario de leyes acordes a estas necesidades, resaltó Cebezudo.
Señaló que el primero es Marruecos, que provee a Europa, México, a Estados Unidos y luego Paraguay que provee a Brasil y otros países de Sudamérica. El cannabis, en Brasil, está prohibido en cualquier forma de producción y consumo, sin embargo, se están exportando productos terminados de cannabis.
“Paraguay tiene la posibilidad y la coyuntura histórica de convertirse en un gran proveedor, no solo a nivel regional sino mundial”, aseguró Cabezudo.
Leé la nota completa: El millonario negocio del cannabis que margina a los pequeños productores
Dijo además que es necesario que en esta ley se bajen las exigencias, para facilitar el acceso a esta economía a los campesinos y pequeños productores. “Dos cosas que pedimos, la descriminalización y el acceso de pequeños productores a la economía”, agregó.
Proveedores no solo de productos industriales sino “recreativos”
El fundador de la Granja Madre explicó que el término de “uso recreativo del cannabis”, es decir, el uso de su componente psicoactivo es un término que solo se utiliza acá en un enfoque el mismo califica como hasta político.
Afirmó que en los países donde se regula, se usa el término de “uso adulto o no medicinal” y que solo acá se habla del uso recreativo. No obstante, dijo que de igual manera, esa “industria del recreo” es la industria más lucrativa del mundo.
Asimismo apuntó a la falla de los controles en Paraguay, ya que el narcotráfico fue creciendo en Paraguay y hoy existen unas 20.000 hectáreas de plantación de marihuana a marihuana en Paraguay, a pesar de todos todos los controles de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), la Fuerza de Tarea Conjunta, la Policía y la Fiscalía.
Todavía existe un doble discurso
Cabezudo hizo referencia al empleo de un doble discurso por parte de las autoridades, porque si bien hay normas que abren las posibilidades de trabajar legalmente con el cannabis, por otra parte, existen instituciones que cierran esas posibilidades y son más restrictivas.
No obstante, dijo que están dispuestos a sentarse a hablar con las autoridades referentes a detallar los intereses que llevaron a nivel global a prohibir la planta a nivel global y cómo se dieron estas prohibiciones.
“Tenemos que estar alerta, han participado las autoridades como la Fiscalía y la Senad, es la primera vez en la historia de Paraguay que se trata el cannabis como algo que existe, se le visibiliza a la planta, seguro que va a ser un proceso muy didáctico, tenemos mucha información científica que aportar, somos una mesa multidisciplinaria y estas autoridades tendrán un punto de vista seguramente todavía cerrado, pero la idea no es chocar contra la Policía, la Fiscalía ni ir contra nadie, es lograr un proyecto consensuado”, enfatizó.
Turismo cannábico
Finalmente, Juan Carlos Cabezudo mencionó que al atravesar estas barreras legislativas y llegando a un acuerdo, quedará pendiendo lo que consideró “lo más importante que tenemos en nuestras manos”, haciendo alusión al turismo cannábico.
En ese punto, remarcó que Paraguay tiene que abrirse a este mercado, porque al ser un país pequeño, Paraguay podría desarrollar un circuito turístico en base a la experiencia del cultivo, producción y consumo, generando una industria del turismo cannábico receptivo.
“Que los inversionistas vengan a Paraguay a ver que hay una estructura formalizada, trasparente, abierta, moderna, para recibir inversiones en todos los niveles”, concluyó.
