Una adolescente indígena fue madre de mellizas recientemente y dejó nuevamente en evidencia la situación de vulnerabilidad en la que muchas niñas y adolescentes viven en sus comunidades.
En principio, no se supo ni siquiera con precisión su edad, en atención a que la niña no contaba con cédula de identidad. La información inicial señalaba que la menor de edad solo tenía 12 años, pero a través de una ficha de la comunidad indígena, hecha a mano, afirmaron que en realidad la adolescente tenía 16 años.
Desde el Ministerio de la Niñez y Adolescencia, la ministra Teresa Martínez afirmó que parte de la cultura indígena se basa en las uniones tempranas de parejas, ya que para algunas comunidades las niñas después de empezar a menstruar, ya son consideradas mujeres.
“Ella pertenece a una parcialidad indígena de la zona de la Patria, Chaco, tiene 16 años según su carnet indígena, porque no tiene cédula. La Fiscalía pidió un dictamen a Derechos Étnicos del Ministerio Público”, indicó.
La ministra comentó que el líder de la comunidad fue con una actitud de amedrentamiento a la fiscala y dijo que la adolescente tiene una pareja de 28 años, lo que su costumbre y su cultura permiten. No obstante, resaltó que para la cartera estatal, la madre prematura sigue siendo menor de edad y es absolutamente vulnerable.
La ley se aplica a todos
La ministra, quien se desempeñó como fiscala de la unidad de lucha contra la trata de personas durante muchos años, recalcó que esta apreciación hacia una menor en relación a un adulto no es correcta, ya que históricamente se normalizó un delito.
“No está bien, porque ellos consideran que la niña cuando tiene su primera menstruación, se convierte en mujer y ya puede tener una pareja, pero no es así tan radical eso, porque la ley nuestra también se aplica a ellos”, aseveró.
En ese contexto, hizo énfasis en que ninguna costumbre puede violar derechos humanos y agregó que si se obliga a una niña a una unión temprana, se están violando los derechos humanos de los niños.
Niñas no quieren dejar de estudiar
La ministra Teresa Martínez afirmó que la institución a su cargo, busca trabajar de cerca esta situación, sobre todo con las lideresas. Agregó que eso se venía haciendo en el 2019 en el Chaco, pero que fue interrumpido por la pandemia.
“Justamente una de las cosas que se sacó ahí es que, en esa jurisdicción, ellas se están oponiendo a las uniones tempranas, quieren seguir su curso natural como adolescentes, como niñas, seguir sus estudios y haciendo cosas. Eso lo trabajamos con las lideresas y se van cambiando cosas, pero es todo un proceso”, reconoció.
Explicó que esta situación está normalizada porque, se les trasmite desde pequeñas que pueden ser mujeres desde tal o cual momento, entonces no veían esto como algo malo. “Ahora que trabajamos con ellas perciben que hay algo malo y eso vamos cambiando”, subrayó.
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