Paraguay vive nuevamente una epidemia a causa de la chikungunya, con cerca de 20.000 casos –desde octubre pasado hasta ahora– y unas 14 personas fallecidas, según el último reporte. El 95% de los casos se registran en Asunción (Capital) y las ciudades del departamento Central.
Asimismo hay un total de 200 personas internadas y algunas se encuentran en terapia intensiva. Además de la fiebre característica, esta enfermedad puede dar fuertes dolores articulares, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales.
Según expresó el Director General de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera –en entrevista con RadioCast25– esta enfermedad está concentrada en nuestro país. Esto llama la atención de las autoridades internacionales, que están preocupadas por lo que está pasando en Paraguay.
En ese contexto, con una nueva dolencia asechando a la salud de las personas, hay quienes se preguntan por qué ahora que ya no hay COVID-19, de manera masiva, repuntan los casos de chikungunya. Para entender un poco más al respecto, Sequera responde esta duda.
Tres años después suele ingresar un serotipo nuevo
El director de Vigilancia de la Salud recuerda que a finales de 2019 y principio de 2020, Paraguay vivió una feroz epidemia de dengue. Entre 2020 y 2023 debía haber como un descanso, pero llegó la pandemia de la Covid-19. Tres años después de una epidemia así de grande, como la del dengue (2019-2020), se espera que ingrese de nuevo, pero un serotipo distinto.
“Cuando tenés dengue (por ejemplo del serotipo 1), tenés una inmunidad de por vida para ese serotipo, pero solo inmunidad temporal para los otros. Al pasar los seis meses o un año, cae la inmunidad para los otros serotipos, pero mientras esos otros no ingresen en el barrio donde vos vivís o en tu comunidad, estás tranquilo”, expresa.
Entonces, desde Vigilancia de la Salud, antes de que inicie el 2023, estimaron que, como ya pasaron tres años, habría dengue esta temporada, pero no de manera importante. Esto en atención a que en los últimos casos, en Paraguay, ya tuvimos casi todos los serotipos.
El serotipo 3 es el que no aparece hace aproximadamente 15 años en Paraguay, por lo que era una posibilidad, que aparezca ahora. Con lo que Salud no contaba, era el brote de chikungunya.
“Yo siempre estoy pendiente de por dónde anda el serotipo 3, porque cuando ese llegue a Paraguay va a ser una enorme epidemia. Los mosquitos están siempre. Acordate de que estamos hablando de un mismo mosquito. Ahora es chikungunya, antes era dengue, puede volver a ser zika o fiebre amarilla. Todos estos virus que estoy citando, y más, puede transmitir el aedes agypti”, agrega.
Mala gestión de residuos incide en el 70% de los criaderos
Guillermo Sequera recuerda que el aedes aegypti es un mosquito más urbano, porque habita en los alrededores de nuestras casas.
“Este tema de los criaderos es un problema de la basura. Creo que el tema de la obsolescencia de los electrodomésticos: tipo cocina, aire acondicionado. Antes nuestros padres heredaban esos electrodomésticos, pero hoy comprás y te duran, como mucho, cinco años”, apunta.
Recalca que, en Paraguay, no hay gestión de la basura electrónica, lo que genera un desafío aun mayor de procesar todos esos residuos, de que no hacerlo apropiadamente, se convierten en cunas de millones de larvas del mosquito.
“Nuestra ciudad tiene un tipo de recolección de basura de una época de los 70, en la que se recogen cosas básicas de la casa. Es un problema relativamente moderno que va creciendo en las zonas urbanas. Las grandes urbes tienen que ver la manera de gestionar esto”, considera.
En ese punto, comenta que ese tipo de basura es el 70% de los criaderos. Entonces, refiere, que si gestionamos correctamente esos desperdicios, estamos solucionando el 70% del problema.
Mayor incidencia en zonas con viviendas precarias
Por su parte, el Dr. Pio Alfieri, del Hospital Pediátrico de Niños de Acosta Ñu, afirma –en contacto con RadioCast25– que hay una mayor propagación de la enfermedad en las zonas más vulnerables.
Habla, primeramente, acerca de las medidas a aplicar en los casos de personas infectadas en la casa y resalta que es preferible que la persona enferma se aísle, use repelente y mosquitero –si es posible– además del uso de espirales.
Este dato lo lleva a reflexionar sobre cómo estas medidas para la prevención o evitar la propagación, no se pueden aplicar en las zonas vulnerables.
“Sabemos que todo lo que decimos en un país con 40% de pobreza y carencia de viviendas dignas, no tiene sentido. La propagación de la enfermedad es mucho mayor en viviendas que no tienen condiciones adecuadas. Un rancho, ¿qué ventana va a cerrar?, ¿De qué forma se va a aislar? Sin embargo, en otras casas que tienen mejores condiciones se recomienda que se ventile la casa, solo al mediodía y que después a la tarde se encierre todo, para evitar el ingreso de los mosquitos”, resalta.
Enfatiza que los determinantes sociales en la enfermedad, tienen una importancia significante en los cuadros epidémicos.
Otros aspectos importantes a resaltar
- Mayor riesgo en menores de un año. El doctor Alfieri explicó que los niños menores de un año no tienen la inmunidad desarrollada para hacer frente a este tipo de enfermedades. Por eso, varios de los bebés infectados con chikungunya presentan formas grave de la enfermedad.
- Hay un subregistro y personas con cuadros leves. El Dr. Guillermo Sequera habló sobre lo grande que puede ser el subregistro. “Solo vemos una parte de la película, hay muchos casos que no consultan. Tenemos casos asintomáticos y sintomáticos muy leves en cuanto a Chikungunya. También hay casos graves que no consulta la gente y otros que consultan y no nos notifican”, asevera. No obstante, sostiene que con los datos existentes, ya se puede tener una idea de cuáles son las zonas rojas y cómo va avanzando el contagio.
- Las consecuencias en niños se desconocen, pero en personas adultas pueden extenderse hasta dos años. El doctor Alfieri habla acerca de las consecuencias de la chikungunya, tanto en bebés como en adultos.
“Muchos chiquitos hacen encefalitis, que es la inflamación del cerebro. Vamos a ver qué pasa con esos niños; si quedan con cuadros convulsivos o algún tipo de retraso. Vamos a seguir haciendo nuestras propias experiencias. Otro aspecto que tiene que ver, más con los adultos, por cierto, y tiene implicancias económicas, es la persistencia de un dolor articular invalidante, muy intenso y muy molesto”, apunta.
Según el Ministerio de Salud, esta fase crónica, posterior a la infección, puede extenderse de siete días, a dos años.
En síntesis, las consecuencias de una epidemia como esta pueden ser terribles, mientras sigue faltando atención e inversión en medioambiente y el aspecto social, para evitar que las personas más vulnerables sean quienes sigan sufriendo los embates de pandemias o epidemias como esta, que continuarán su curso si no se toman medidas contundentes para eliminar los criaderos.
De igual manera, es necesario seguir poniendo ese granito de arena, limpiando los patios y evitando que se acumule agua en recipientes.