Las diferencias que existen entre hombres y mujeres siguen siendo acentuadas en pleno siglo XXI. Aunque muchas personas pretendan negar la importancia de la lucha feminista, es necesario resaltar que solo gracias a la movilización de mujeres, se lograron derechos como el voto.
El sufragio femenino llegó hace poco más de 61 años. Sin embargo, la conquista en espacios de toma de decisiones políticas, sigue siendo un desafío. Si bien, muchas personas se rehúsan a hablar de igualdad de género, explicamos por qué, esta diferencia afecta a las mujeres, desde niñas y a lo largo de sus vidas.
Leé también: No podemos dejar de hablar de la violencia machista en política y la ley para erradicarla
Más tareas en el hogar
Las mujeres, desde niñas, suelen asumir responsabilidades desiguales en cuanto al trabajo del hogar. De jóvenes, con frecuencia, son las encargadas de cuidar a sus hermanos menores. De grandes, la carga de cuidar a los hijos y realizar las tareas domésticas recae principalmente en las madres, según Unicef.
El material denominado “Luchas y alternativas para una economía feminista emancipatoria“, explica en detalle las diferencias que existen en el cuidado. Explica que las encuestas de uso del tiempo demuestran que las brechas de género en el trabajo de cuidado están presentes absolutamente en todos los países, y en todos los casos son significativas.
Asimismo, señala que, la evidencia también demuestra que existen brechas sustantivas en el uso del tiempo entre las mujeres, en asociación directa a su posición en la estructura social.
En ese contexto, una investigación hecha en Paraguay por el sociólogo Patricio Dobrée ahonda más esta situación. “¿Cómo se las arreglan para sostener la vida? Prácticas, experiencias y significados del cuidado entre mujeres pobres que viven en el Bañado Sur de Asunción“, es el título del material.
El mismo, señala que es común que la mujer considere que el trabajo de cuidados y tareas no remuneradas que la mujer produce, representa una contraprestación ofrecida a cambio de los ingresos que aporta su pareja.
Agrega que, también es común que la persona que aporta el trabajo no remunerado sienta que se encuentra en una posición de inferioridad. Muchas veces esto hace que admita sin reclamos los malos tratos que les propinan sus parejas y hasta actos de violencia.
Mayor subocupación y desocupación
Las cifras de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) también evidencian estas diferencias.
En términos absolutos, la subocupación por insuficiencia de tiempo de trabajo afectó en el 4º trimestre del año 2022 a 154.974 ocupados aproximadamente, de los cuales el 59% son mujeres.
Asimismo, en ese mismo periodo de tiempo, las estadísticas señalan que las personas clasificadas como desocupadas fueron alrededor de 212.265 personas, de las cuales, cerca de 102.076 fueron hombres (48%) y 110.189 mujeres (52%).
Menos niñas acceden a la educación
En la escuela, las niñas generalmente reciben menos apoyo que los niños para seguir los estudios que eligen, refiere Unicef.
“Esto ocurre por diferentes razones. Una de ellas tiene que ver con el desinterés por las necesidades de seguridad, higiene y saneamiento de las niñas”, indica.
En consecuencia, las cifras señalan que casi 1 de cada 4 niñas –entre los 15 y los 19 años– carece de empleo y no se está educando ni capacitando, en comparación con 1 de cada 10 niños.
La situación se replica en varios países de Latinoamérica y el Caribe, así como en Paraguay. El material denominado “Fortalecimiento de capacidades técnicas en coordinación, gestión de la información y planificación sectorial de los actores clave de los servicios APSH en Paraguay”, ilustra una parte de esta realidad en el país.
Leé más: Hablemos sobre los tabúes y verdades que rodean a la menstruación
Este informe indica que el ciclo menstrual representa un gran desafío en la vida de las niñas y adolescentes. Muchas de ellas no cuentan con información sobre cómo lidiar con su menstruación y al ser un tema tabú, temen hablar sobre la incomodidad que significa.
En las escuelas, los baños no cuentan con elementos mínimos como privacidad, papel higiénico, agua potable o la limpieza básica. Asimismo, algunas niñas y adolescentes no tienen acceso a toallitas o absorbentes. Por estos motivos, los días de menstruación significan días de ausencia a las instituciones educativas.
Peligro por tabúes y falta de información
Las normas de género y la discriminación, así como la falta de una Educación Integral de la Sexualidad incrementan el riesgo de embarazos no deseados, VIH/SIDA y mal nutrición.
“Especialmente en contextos de emergencia y en lugares donde la menstruación sigue siendo tabú, las niñas se ven privadas de la información y los elementos que necesitan para mantenerse saludables y seguras”, acentúa Unicef.
Agrega además que, aproximadamente 1 de cada 20 niñas entre los 15 y los 19 años –cerca de 13 millones– ha sido víctima de relaciones sexuales forzadas.
Nota relacionada: Bebé hallada en un baldío: ¿Cómo se vincula con la falta de Educación Sexual?
La desigualdad que persiste por razón de género
La igualdad de género, para UNICEF, significa que mujeres, hombres, niñas y niños deban gozar, por igual, de los mismos derechos, recursos, oportunidades y protecciones.
Sin embargo, la realidad demuestra que niñas, adolescentes y mujeres en su diversidad enfrentan aún hoy mayores desventajas por razón de su género. Esto se da no solo en el estudio, sino también en el aspecto económico y en la capacidad de crecimiento profesional.
La organización internacional Save the Children, remarca que tradicionalmente se ha identificado a las niñas y mujeres como grupo más vulnerable en las desigualdades de género.
“A través de la transversalización de la perspectiva de género en los diferentes ejes temáticos del PASC (Programa de Apoyo a la Sociedad Civil), podremos identificar acciones claves para promover el cambio en los roles de género tradicionalmente impuestos, logrando una mayor igualdad de género entre las personas (bajo un enfoque holístico), mejorando así la vida de todos/as”, subraya.
¿Cómo aplicar la perspectiva de género a un proyecto?
La ONG Educo destaca varios aspectos a considerar para realizar planificaciones sensibles al género. Para el efecto, señala que es necesario:
- Reconocer expresamente que existe una desigualdad entre hombres y mujeres.
- Analizar las necesidades de las mujeres para que tengan voz en el proyecto y para empoderarlas.
- Ver las capacidades técnicas desde la perspectiva de género.
- Generar espacios para el debate entre hombres y mujeres.
Una lucha que sigue
Desde la firma de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995) –el programa político más amplio en materia de igualdad de género–, el progreso ha sido desigual, advierte Unicef. Reconoce, que cada vez hay más niñas que asisten a la escuela y terminan sus estudios, y cada vez hay menos niñas que se casan y tienen hijos a temprana edad.
No obstante, hace énfasis en que sigue habiendo discriminación y estereotipos que imponen limitaciones a las niñas. La violencia machista no se detiene; sigue generando condiciones precarias, acoso, maltratos y cobrándose la vida de mujeres. Por ese motivo, y en base a las brechas todavía existentes, la lucha feminista, sigue.
Leé también: Ni enfermo ni enamorado, es un violento: Hablan de la emergencia por feminicidio