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El día después de las restricciones: desafíos de volver a clases presenciales en la facu

Tras el fin de las restricciones por la pandemia de COVID-19, en Paraguay, el Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) anunció el retorno al 100% de las clases presenciales universitarias. Eso generó memes, preocupación y el debate sobre lo que conllevará ese regreso. ¿Cuáles son los desafíos pos pandemia para los estudiantes? ¿Cómo será realmente el retorno a las universidades? Hablamos con el CONES de plazos y lo que se plantea de acá en más.

Un 10 de marzo de 2020, nos avisaban que se suspendían las clases en las escuelas, colegios, universidades e institutos superiores, a causa de la pandemia de la COVID-19. En principio se establecía un plazo de 15 días, que luego se extendió incontables veces. Finalmente, este 22 de febrero, tras casi dos años de restricciones, cambios de decretos y del famoso estire y afloje, el Gobierno anunció el fin de la cuarentena.

Esto, además de reafirmar las libertades individuales y las capacidades de los eventos, también derivó en que el Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) emitiera un comunicado de que volverían las clases presenciales en las universidades. ¿Pero es esto motivo de alegría o de preocupación? Aparentemente, las opiniones están divididas.

Los memes no tardaron en aparecer y la mayoría de ellos hace referencia a las débiles infraestructuras, el mal servicio del transporte público, lo diferente que puede ser el ambiente y lo difícil que será para muchos llegar desde sus trabajos hasta las instituciones educativas.

Por un lado, preguntamos a los seguidores de Latitud 25 qué piensan sobre volver a las clases presenciales o seguir en la modalidad virtual. Los resultados son sorprendentemente contradictorios y vamos a comentarlos en este material. Asimismo, aclararemos algunas dudas con el CONES en relación a cómo será este tan esperado o temido regreso.

El plazo para retornar a las aulas termina con este año

Las facultades de las universidades tendrán todo este 2022 de plazo para regresar a las clases 100% presenciales, según resaltó en contacto con Latitud 25, el presidente del CONES, Presbítero Dr. Narciso Velázquez.

“La resolución N° 109 (que se había emitido en noviembre de 2021) daba la opción de realizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, a través de medios digitales o de manera mixta. Eso implica que la institución hizo la planificación de esa manera”, explicó en un primer momento.

En ese contexto, manifestó que esto cambia con el levantamiento de las restricciones. “Lo que dice el CONES es que se puede volver inmediatamente a la presencialidad al 100%, pero también el CONES entiende que esto tiene que ser –de alguna forma– planificado y ese proceso puede extenderse, por 30 días, por todo el semestre y, si fuera necesario, por todo el año”, puntualizó.

¿Todas las universidades deben volver a la presencialidad al 100% o se podrá aplicar una modalidad mixta después de este año?

El titular del CONES recordó que la utilización de medios telemáticos para las clases en las universidades fue una medida de urgencia, a través de distintos tipos de plataformas para desarrollar clases.

“Entonces las instituciones tuvieron el tiempo para optar por una plataforma. El CONES sacó una resolución sobre que esas herramientas podrían usarse, mientras no se vuelva a la presencialidad, como un auxilio mientras dure la restricción, pero cuando se levanta la restricción, se levanta el permiso y se da un plazo para volver a las clases, que es lo que está pasando”, resaltó.

Ahora, en relación a la pregunta de si existirán clases mixtas, respondió que el CONES está trabajando en esta modalidad, que si bien ya está establecida en la resolución 109, no se llevará a cabo como se hizo hasta ahora, sino que tendrá que aplicarse con todas las exigencias de la modalidad a distancia, que tiene su reglamento propio. “Se podrá combinar la modalidad a distancia con la presencial”, afirmó.

Sin embargo, advirtió que cada facultad deberá presentar un proyecto al CONES si es que desea aplicar esta modalidad mixta. “Deben pedir la aprobación del CONES. También tiene que medirse la efectividad. De igual manera, esto (la pandemia) sirvió para descubrir, en muchos casos, que esto (la clase) puede hacerse de esta forma”, subrayó.

¿Qué prefieren los unviersitarios?

El 60% de los encuestados afirmó que preferiría quedarse con clases virtuales, mientras el 40% optó por las presenciales. De ese total, la mayoría respondió que esta decisión de seguir a distancia se debía principalmente a la comodidad y también por razones económicas.

Mientras que, los que eligieron volver a las aulas, afirmaron que el objetivo es regresar a la “normalidad”, es decir, al estilo de vida, pre pandemia de COVID-19 y además, por las ganas de aprender mejor (mayor calidad).

¿Cuáles son los desafíos de volver al modo presencial?

En este punto, es importante resaltar que las situaciones de los estudiantes cambiaron bastante en el marco de la pandemia, muchos perdieron sus trabajos (que estaban cerca de sus facultades) o aceptaron otras oportunidades laborales porque podían lograr sincronizar esto con sus estudios. Por otra parte, también están quienes dejaron sus alquileres en la capital o gran Asunción para volver a sus casas en el interior del país.

La situación económica empeoró, no solo con la pandemia, sino también por la sequía y varios otros factores regionales e internacionales. Dos promociones de alumnos empezaron a estudiar en la universidad desde la distancia y ahora, probablemente deberán configurar sus horarios y condiciones para llegar a las clases presenciales.

Entre las principales dificultades para este retorno, la mayoría refirió que se debía a jornadas laborales muy extensas, seguido del transporte público deficiente: por pocos buses que transitan abarrotados de gente en horas pico y la falta de frecuencia en los horarios nocturnos, que es el elegido para seguir una carrera por las personas que trabajan en jornadas completas.

Seguidamente, quedó en tercer lugar, la distancia de las facultades y por último, la inseguridad para desplazarse con las situaciones antes mencionadas.

¿Cuál fue la experiencia en la universidad en lo últimos dos años?

Cabe señalar que varias personas coincidieron en que la modalidad a distancia tuvo aspectos positivos, los usuarios aseguraron que pudieron organizarse mejor, hacer varias actividades, compartir con sus familias y gastar menos.

Por otra parte, también compartieron situaciones frustrantes y negativas, en relación a que el aprendizaje fue pésimo, complicado, escaso y las tareas eran excesivas, también señalaron el déficit en la capacidad de los docentes para desarrollar sus contenidos a través de plataformas telemáticas.

Estas situaciones generaron mucho estrés, inseguridades y desorientaciones en cuanto a los contenidos, según comentaron. En ese contexto, celebraron el retorno a las clases presenciales, asegurando que la modalidad a distancia “es una joda” y que debieron pagar lo mismo en cuotas, a pesar de que no podían ni aprender, ni hacer las consultas o los debates correspondientes.

“Nunca nos consultaron con nosotros”

Dahiana Sanabria, integrante de la Coordinadora Estudiantil Universitaria de la UNA y de la Facultad Filosofía, expresó que en ningún momento la facultad consultó con los estudiantes sobre las opciones más convenientes.

Comentó que desde el centro de estudiantes están haciendo una encuesta dentro de la facultad de Filosofía para tener una postura más clara, más concreta de los estudiantes y plantear ciertas opciones a la hora de volver a las clases.

“Según los resultados que nos están arrojando las encuestas, la mayoría opta por la semi-presencialidad (lo que para el CONES serían las clases mixtas)”, agregó.

Un antes y después

Si bien están divididas las opiniones sobre cuál modalidad es mejor, definitivamente hay muchas conclusiones que se pueden sacar en materia educativa, muchas lecciones aprendidas sobre lo que funciona y sobre lo que no; se sabe que hay más opciones pero el desafío será cómo adaptarlas y aplicarlas para que la educación superior sea de más calidad en nuestro país.

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