En 2017, Paraguay daba un paso importante hacia la despenalización de la marihuana, al permitir su uso medicinal a través de la Ley Nº 6007 que “Crea El Programa Nacional Para El Estudio y La Investigación Médica y Científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados”.
Esta aprobación significó una oportunidad para dejar de ver a la marihuana como una planta estigmatizada y para discutir cómo incorporar a este producto a la matriz productiva legal del Paraguay, de modo a combatir eficientemente al tráfico ilícito de este producto, un negocio negro que genera millones de dólares y que mata miles de personas, todos los años.
Sin embargo, es todavía una normativa bastante limitante en muchos sentidos. Por ese motivo, varias organizaciones sociales y comerciales que militan por la despenalización del cannabis se unieron, el 26 de julio, para buscar consensuar una ley que amplifique esta normativa.
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Una semana después, el 4 de agosto, en el Senado fue presentada una iniciativa “De Regulación Integral Del Cannabis”, firmada por tres legisladores liberales: Fernando Silva Facetti, Carlos Vidal y Enrique Salyn Buzarquis.
En ese contexto, el senador liberal Fernando Silva Facetti, conversó en comunicación con RadioCast25 para explicar en detalle de qué se trata esta nueva propuesta.
Primero, recordó que él había formado parte de los proyectistas, de la ley ya aprobada –la 6007–, del cannabis para uso médico, con todas las complejidades que significa producir medicamentos con control de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) y del Ministerio de Salud y Bienestar Social (MSBS), para que se pueda producir el aceite de cannabis.
La legislación hablaba de que una vez que se empiece la producción de aceite de cannabis, una parte de la producción se tenía que donar al Ministerio de Salud y a través de una inscripción, con recomendación médica, los pacientes, podrían acceder al producto de manera gratuita.
No obstante, recordó que a través de una resolución de 2019 (La N° 433, de fecha 12 de setiembre de ese año), fueron 12 los laboratorios con el permiso de producir, pero aclaró que al tener limitaciones por cuestiones de la pandemia, a la fecha hay un solo laboratorio que está importando esta medicina usada para tratar enfermedades catastróficas.
Lo que se propone ahora es que se regule íntegramente dentro del convenio suscrito por Paraguay en la Convención Única sobre Estupefacientes ratificado en 1971.
“Esto significa que podemos producir hasta 1% de THC (Tetrahidrocannabinol), que es el efecto psicoactivo, porque el CBD (Cannabidiol), que es lo que se usa para las cuestiones de salud, tiene más potencial cuando se combina un poquito –aunque sea– con el THC y eso es lo que básicamente estamos proponiendo”, resaltó Silva Facetti.
Tenencia de plantas de marihuana
En el proyecto de ley, se sugiere también, que las personas puedan tener su propia planta de marihuana, a través de semillas entregadas por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), con lo cual se puede tener la seguridad de que esa planta pueda tener solamente hasta 1% de THC, no del 6% ni 29%.
Entonces, refirió que los pacientes que requieran, van a poder tener sus plantas para hacer sus medicamentos, siempre que se registren, bajo un sistema de control a través de Dinavisa, Senave, el Ministerio de Salud y la Senad.
Marihuana para consumo recreativo, pero para exportar
El documento presentado por tres senadores también considera ampliar la oportunidad comercial para Paraguay, con “un mercado feroz en Brasil”.
Esta oportunidad, podría posicionar a Paraguay como un jugador clave en el mercado internacional del cannabis, incluyendo un nuevo commodity a su lista de productos de exportación, acompañando a la carne y la soja.
En ese punto, señaló que la ley, bajo un control de las instituciones estatales como Senave y Senad puede permitir que se cultive incluso THC fuera del límite establecido en el país, es decir, hasta el 29%, pero para vender a otros países que sí tengan liberado el consumo adulto.
“Busca ampliar el alcance de esta ley que ya está vigente hoy y, en segundo lugar, introduce el concepto del consumo recreativo del cannabis, pero para la exportación a países que si tienen legalizado el consumo”, subrayó.
Asimismo, aclaró que esto no consistirá en legalizar las plantaciones ya existentes, sino más bien, será una transición, en la cual, un productor deberá presentar un contrato de un pedido, por dar un ejemplo, de Canadá, país que compra el producto con THC al 9% y recién ahí empezar el proceso para la producción.
El proyecto servirá de base
El senador Hugo Richer (FG), comentó que un grupo de varias organizaciones se acercó hasta el Parlamento para pedir la instalación de una mesa técnica para consensuar una nueva ley, y tras la presentación de esta propuesta por parte del Senado, llegaron al acuerdo de que se convocará a organizaciones civiles e instituciones públicas para discutir la idea.
Por su parte, el presidente de la Cámara Paraguaya de Cannabis, Juan Carlos Cabezudo, confirmó que van a utilizar este proyecto como punto de partida.
“Sobre todo, considerando que tiene el principal de los objetivos cumplidos, que es la descriminalización de la planta para todos sus usos y beneficios que es la consigna principal de esta mesa”, apuntó.
Agregó que esa descriminalización va a servir para aprovechar las posibilidades económicas que tiene el cannabis sobre todo para un país como el nuestro, con mano de obra calificada en agricultura y con la necesidad de tener una economía diversificada.
“El primer requisito de la ley 2017 es impracticable, porque solamente reconoce el lado farmacológico del aceite y demás derivados de la planta”, afirmó.
Resaltó que eso limita la posibilidad de incluir a los pequeños productores, porque requiere de demasiada inversión y muchas limitantes.
No obstante, es importante resaltar que este proyecto de ley, no contempla varios aspectos que son imprescindibles para los pequeños productores y para la economía del país, que vamos a desarrollar en una serie de materiales sobre el mismo tema.